Capítulo 24

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—No acepto – volvió a repetir Anthony –  Lo siento Eliza, pero no me puedo casar contigo.

—¿Qu.. Qué estás diciendo? —preguntó la novia. En su cara se podía apreciar la rabia y el pánico.

—Lo que oyes, no nos vamos a casar.

Anthony vio a los demás invitados. Varios miembros de su familia estaban parados, la mayoría de mujeres tenía una mano en la poca para ocultar su sorpresa a las palabras del novio. El rubio se soltó de la mano de Eliza y dio unos pasos para atrás.

—Lo siento Eliza — Anthony se volteo para ver a las personas a las cuales sabía perfectamente que les había llenado de vergüenza — Lo siento, pero era necesario.

Y salió corriendo, lo normal era que la mujer dijera el “no” y saliera corriendo, pero en este caso el rubio fue el que corrió, y Eliza intento detenerlo.

—¡Detente! ¡Vuelve acá! ¡¡¡Anthony!!! — Eliza no contaba que por culpa de su lujoso vestido fuera a tropezar con el y por acto seguido, a caer de rodillas al suelo.

En el suelo, sin novio, con murmullos y exclamaciones de los invitados, la prensa fotografiando su vergüenza para mostrarlo a la sociedad, esa fue la peor humillación que la vida le había dado.

—¡¡¡Me las pagarás!!! ¡¡¡ Juró que me las pagarás!!! — gritó entre lágrimas y un ataque de furia.

Roger Legan junto a su esposa e hijo levantaron a Eliza del suelo y se la llevaron fuera de la iglesia. Absolutamente todos los invitados y familiares estaban desconcertados con la actitud del rubio. Pero entre tanta conmoción, Karen se sintió mal nuevamente, y las náuseas volvieron.

—Necesito un baño — dijo a la rubia y salió corriendo, Candy se fue también con ella, este acto no paso desapercibido para Terry, ya que él también salió a ver que sucedía.

—¿Qué sucede? — dijo cuando las encontró cerca de un árbol, donde Karen estaba vomitando y Candy agarrándole el cabello.

— Karen  no se ha sentido bien — respondió preocupada la pecosa — Y todo es culpa mía, yo fui la que le insistió en que comiera antes de llegar a la boda, pero sobre todo yo fui la que le insistí en venir.

— No es tu culpa, Candy — le dijo Karen, para tranquilizarla.—No te preocupes.

—¿Hace cuanto estás así, Karen?— le preguntó serio Terry.

—Hace días, hace una semana, no sé — le respondió nerviosa, ya que un pensamiento se le cruzó en la mente <<tengo una semana de retraso>> — Solo sé que me siento mal.

— Lo mejor será que te llevemos al médico para que te revise – sentenció Terry y tomó a la castaña entre sus brazos. — Candy.

No era necesario que le ordenará a la rubia que los acompañará al doctor ya que Candy se encontraba a la par de ellos caminando con la clara intención de ir con ellos.


La recepción de la boda de Anthony y Eliza iba a hacer como de costumbre en la mansión Andley

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La recepción de la boda de Anthony y Eliza iba a hacer como de costumbre en la mansión Andley. Por eso los empleados contratados especialmente para esta ocasión y lo que ya llevaban tiempo trabajando para la familia Andley se llevaron una sorpresa cuando Anthony Brown el galante novio entro solo a la mansión.

No dijo ni porqué estaba ahí, no dio explicaciones a nadie solo camino rápidamente a su habitación. Cuando entro en su cuarto se cambió su smoking por su ropa normal y luego saco una maleta del closet y empezó a empacar sus pertenencias. Ya casi todo estaba listo hasta que alguien entro.

—¡Sabía que aquí estarías! —dijo William furioso a su nieto, luego entró Elroy con una expresión igual o más aterradora que la de su hermano.

—¿Cómo pudiste, Anthony? — le preguntó entre enojo y decepción — ¿Cómo fuiste capaz?

— ¡¡¡Porque es un desconsiderado!!! — le contesto su hermano.  ¡Un egoísta! ¡Un imbécil que no sabe de los problemas en los que nos meteremos con los Legan, por su culpa!

— Ya les he pedido perdón. — dijo conteniendo las lágrimas. ¿Dónde estaba aquel abuelo cariñoso y orgulloso de él? ¿Dónde estaba aquella tía abuela que lo consentía y mimaba por sobre todos sus sobrinos? ¿Dónde estaban cuando él más lo necesitaba?

—¡Con pedir perdón, no solucionas absolutamente nada, muchacho! — le escupió — No sabes ni la magnitud del lío en el que nos acabas de meter — Anthony recordó que los Andley tenían varios negocios con los Legan, un 35% para ser exactos. ¿Qué podían hacer? Posiblemente Roger anularía todos esos negocios, tendrían varios problemas económicos, sí. Pero no se quedarían en la ruina —¡Debería mandar tu retiro del clan! ¡Exiliarte! Y lo que es más practico — dijo tomando a su nieto del saco con la clara intención de pegarle. —¡Matarte! ¡Eso debería de hacer: matarte!

—¡¡¡Basta!!!  —dijo Priscila antes de que un tragedia ocurriera. —¡Basta William!

— ¡Priscila! ¡No te atrevas a…!

— ¡No! ¡Tú no te atrevas, William! — sentenció, y los dos hermanos se quedaron callados — Bien, ahora déjenme a solas con mi nieto — ni William ni Elroy tomaron la decisión de irse, por lo que Priscila les insistió — Por favor.

Los dos hermanos salieron a regañadientes, dejando a Priscila y Anthony solos.

—Abuela   dijo y ya no aguanto las ganas de llorar. El instinto maternal de Priscila se activo y abrazo a Anthony.

— Shhhh. — le dijo para calmarlo —Sé que solamente es tu decisión, aunque desconozco las razones por lo cual hiciste lo que hiciste, pero sé que mi Rosemary te hubiera apoyado, que tu padre nunca te hubiera dado la espalda así hicieras cosas terribles en tu vida. Así que yo en representación de ellos no lo haré.

—Gracias, abuela — le respondió limpiándose sus lágrimas — Eres como una madre para mí  — Anthony tomo sus manos en las de él y las beso               — Y quiero que siempre lo recuerdes.

— Mi querido, Anthony. Sabes que tú siempre has estado en mis momentos más difíciles. — le confesó Priscila — Por eso siempre estaré para ti, sin importar lo que hagas.

Un beso en su mejilla finalizó la promesa de Priscila y se quedaron abrazados largo rato.

  — Ahora entiendo a Albert — dijo el rubio después de una rato. — Ahora lo entiendo mejor que nunca. Él siempre quiso enorgullecer a mi abuelo, pero al primer falló o error, ya somos de lo peor para él.

—William se crio en un ambiente un tanto… cruel — espetó Priscila — No lo estoy justificando, pero comprendo porque es así. Y Albert ha hecho muchas tonterías en su vida, sé que se siente desplazado, que piensa que es la oveja negra de la familia, y creo que la culpa en parte es mía.

— No digas eso, abuela — la corrigió Anthony — Tú eres la mejor. Albert simplemente es un alma libre. Y por eso he decidido seguir su ejemplo.

— ¿Qué dices?— preguntó sorprendida Priscila — ¿Cómo que vas a seguir su ejemplo?

—Me iré de viaje — cuando Anthony dijo esto Priscila abrió la boca tanto de sorpresa como para protestar — Y antes de que digas algo, tengo que decirte que ya tomé mi decisión, y ni tú ni nadie me hará cambiar.

—¿Pero, por qué? — preguntó con tristeza.

—Porque es lo mejor abuela — contestó — Lo mejor para los Legan, y los negocios, para la familia y sobre todo lo mejor para mí — Anthony se paró para cerrar su maleta – Me iré a Brasil, pero te ruego que no le digas a nadie donde estoy.

—Dime una cosa Anthony. ¿Qué hay de cierto en qué te enamoraste de otra mujer? — le exigió Priscila.

—¿Cómo sabes eso? — aunque Anthony hacía todo lo posible porque no se le notará el nerviosismo, sabía que todos sus esfuerzos eran en vano.

—¡Así que es verdad! — exclamó Priscila — Sara y Eliza nos contaron que te notabas extraño: frío, poco cordial, distante con ella y bastante brusco. Claros síntomas de que te habías enamorado de otra chica.

— No sé si sea amor — dijo con un suspiro — Solo sé que desde que la conocí, eh cambiando la forma de ver la vida, muy distinta de como la miré por 23 años.

—¿Quién es? — preguntó Priscila temiendo lo peor.

—Eso ya no importa — sentenció — También me voy por ella. Ella ya es de otro y necesito poner tierra de por medio para sacármela de la cabeza.

—Anthony — dijo en un susurró, cuando tomo su maleta con la clara decisión de irse lejos.

—Te quiero abuela — Anthony nuevamente se abrazaron a forma de despedida — Y si tienes la oportunidad dile a Eliza que de verdad lo siento, lo siento mucho.

—No te preocupes, hijo —Priscila conforto a Anthony — Vete tranquilo, y regresa cuando creas que sea correcto.

Anthony y Priscila bajaron juntos, para encontrar las caras duras de su esposo y cuñada. Ambos hermanos se quedaron sorprendidos cuando vieron las manos del joven, ya que ahí estaba su maleta.

—Por favor abuela, despídeme de Stear y Archie — le pidió a Priscila — Y dale un beso a Patty y Annie de mi parte.

—¿A dónde te vas Anthony?  — le preguntó Elroy.

—No importa a dónde se va, Anthony. Elroy — le respondió William antes de que el rubio respondiera a la pregunta de su tía abuela — Lo importante es que se va, como  el cobarde que es —le soltó sin compasión, y Anthony solo bajo la mirada —¡Ah! Ni creas que yo voy a pagar los gastos de tu viajecito para huir de tus responsabilidades.

—No se preocupe señor —respondió Anthony defendiéndose — No tenía planeado utilizar su dinero, yo he trabajado y tengo suficiente dinero ahorrado para mantenerme por un tiempo – Anthony se volteo para ver a Elroy — Tía abuela, espero volverla a ver.

—Que te vaya bien — le respondió fríamente.

—Abuela, espero verte pronto — y otra vez se volvieron a abrazar.

—Cuídate mucho.

Anthony le dio una última mirada a su abuelo, el cual ni se dignaba a mirarlo. Tomo su maleta y salió de lo que él había creído era su hogar.

—¿A dónde diablos fue tu nieto, Priscila?— le preguntó William a su esposa.

—A encontrarse a si mismo.

Continuará…

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Analia [Fanfics Candy Candy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora