Capítulo 18

440 61 5
                                    

-Lleven esos regalos adentro de la habitación del señor, Graham - ordenó, Candy luego de llorar y entristecerse decidió que lo mejor era ocupar el tiempo para no pensar. A pesar de que era casi imposible ya que esta casa tenía en cada rincón la presencia de Terry.

-Yo no entiendo cómo es que le llegan tantos regalos al señor Graham. Él lo tiene todo - comentó, Melanie una joven sirvienta que ayudaba a Sandra con la casa.

-Deja de decir tonterías, Melanie. Y ayúdame a subir estos regalos - la reto, Sandra y en ese momento el timbre de la puerta se oyó.

-Continúen ustedes con eso, voy a ver quién es - le dijo, Candy a las dos jóvenes y se fue a abrir la puerta.

Cuando la abrió se sorprendió de ver a la señora Priscila con una canasta entre las manos y una sonrisa pequeña en sus labios.

-Señora, Priscila - dijo cuando salió del asombro.

-Hola, Candy - le saludo Priscila - ¿Cómo estás? ¿Cómo te encuentras?

-Bien gracias - respondió bajando la cabeza al recordar la escena de llanto que hizo anoche - Si busca a la señorita Klaeis o al señor Grandchester, lamento decirle que no están.

-Oh, no querida. No vengo a ver ni a Karen ni a Terry - hablo dulce la señora Priscila - Si no a ti ¿puedo pasar?

-Eh... sí, sí. Discúlpeme por ser tan descuidada - empezó a disculparse Candy - Pasé por favor - aún con miedo, curiosidad y nerviosismo, la rubia dejo entrar a Priscila a la mansión. Preguntándose si sería reprendida por esto, pero aún así con paso firme le guio hasta la sala - Siéntese por favor. ¿Quiere algo de comer? ¿De tomar? ¿Agua, té, café?

-No, no gracias, Candy. Así esta bien. Esto es para ti - dijo, Priscila y le extendió la canasta que tenía entre las manos. La pecosa era curiosa y cuando tuvo la canasta en sus manos averiguó que contenía - Pruébalas, son mis favoritas - Candy hizo lo que, Priscila le había dicho y probo una de las galletas, deleitándose con su sabor.

-Están deliciosas, demasiado diría yo. Gracias, señora Priscila - agradeció y comió otra de las galletas.

-De nada. Son una receta de mi madre.

-Pues le salen muy ricas - Candy dejo de comer las galletas por un momento - ¿Para qué quiere hablar conmigo, señora Priscila? ¿Alguna queja? ¿Reclamo? ¿descontento? ¿acusación?

-No, querida. Y puedes llamarme solamente Priscila - la tranquilizo con una sonrisa - ¿No sé si te acuerdas de aquella vez que nos conocimos en el mercado?

-Sí, me acuerdo.

-Pues desde ese día me quede por así decirlo intranquila por ti - confesó y Candy quedo asombrada - Veras, Eliza y Sara me hablaron pestes de ti; que te robaste sus joyas, que le pegabas a Eliza y que te querías involucrar con Niel para sacarles dinero. Obviamente yo no les creí.

-¿No? ¿Por qué, no? - lo normal era que la mayoría de personas de la alta sociedad creían esas mentiras sobre ella. Y que Priscila no lo creía era nuevo para Candy.

-Porque Sara Legan es experta en mentir - sentenció - Además aunque no me incumbe y no es asunto mío, me gustaría que tú misma me digas tu versión de como sucedió tu vida junto a los Legan.

Candy le conto amablemente todo lo que había pasado junto a los Legan. Y Priscila se dio cuenta que la versión de Candy y Sara no concedían en nada. En cambio la versión de la pecosa y Doroty si coincidían en muchos aspectos.

-Y así fue cono sucedieron las cosas. Eliza y Niel me odiaron desde el principio al igual que la señora Sara - dijo con una especie de sonrisa triste - Sabe algo, Priscila. Me sorprende que no haya creído del todo la versión de los Legan, ya que ellos son su familia.

Analia [Fanfics Candy Candy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora