Analia [Fanfics Candy Candy]

Capítulo 13

Algunas semanas después...

La unión entre dos personas era uno de los eventos más importantes para algunos seres. Ya sea porque era el inicio de una nueva etapa en la vida,  llena de amor y de obstáculos que la pareja recién casada tenía. Para otros el matrimonio era solo sinónimo de intercambio de bienes tanto materiales como no materiales.

Y para Annie Britter su matrimonio con Archie era un complemento de amor e intercambio. Ella desde que lo conoció cuando tenia 12 años quedo fascinada por él. Y los 8 años que habían pasado desde entonces nada de su fascinación por Archibald Cornwell había cambiado, es más todo había aumentado.

-¡Este vestido te queda perfecto, hija! – exclamo su madre. Cynthia Britter. Ella era una de las más contentas desde que se fijo fecha para la boda de su hija, a pesar de no ser su madre biológica.

-Gracias, madre. Tú siempre tienes muy buen gusto – como toda la vida, era Cynthia la que se encargaba de escoger los modelos de vestidos que cada día vestía, Annie. Y era más que evidente que ella elegiría el vestido de novia para su hija.

El vestido no era de lo más común, no era desagradable. Pero tampoco era de lo más bonito. No era llamativo. Era elegante, sí. De telas carísimas, pero no era despampanante.

-No sabes cuanto me complace que hayas elegido bien al hombre con el que te vas a casar – dijo, Cynthia, cuando le terminaba de colocar el velo a Annie – Te evitaste tener que casarte por obligación. Ya sabes por nuestra situación económica – en realidad era un gran secreto que la familia Britter poco a poco estaba cayendo en la ruina total – Estoy muy orgullosa de ti, querida. Ya sabes como se debe ser en esta vida. Y con el prestigio y el poder que te dará ser parte de la familia Andley, estoy segura que te ira muy bien.

-Madre, sabes que me casó con Archie por amor – contradijo, Annie a su madre.

-Sí, claro y eso es una suerte – sentenció, Cynthia – Iré por tu padre que ya es tardísimo, para irnos a la mansión Andley.

Y sin ganas de seguir contradiciendo a su madre, Annie solo sonrió y se sentó en su tocador. Abrió una de las gavetas y saco un sobre.

Srta. Candy White

Decía encima del papel

-Candy. No sabes lo que daría porque este día estuvieras aquí conmigo – dijo para si misma mientras tomaba el sobre entre sus manos – Para que tu me ayudaras a ponerme mi vestido, y que la señorita pony y la hermana María me dieran la bendición. Pero no es así, y nunca lo será. Ahora solo vives en mis recuerdos, y esta invitación que nunca recibirás quedará guardada en lo más profundo de mi ser.

Sin decir más guardó la invitación en una caja bajo llave, y se dispuso a salir de su habitación.