11: Un Desayuno Distinto

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JiMin pasa lo que resta de la noche en su habitación, envuelto hasta la cabeza con las sábanas de su cama. TaeHyung lo ha buscado con desespero y claramente le regaño por haberse ido así de la cena sin ninguna explicación, sin embargo el gamma dejó de insistir con su reproche apenas notar (o eso intuye) sus ojos rojos. 

Entonces JiMin duerme todo lo que puede, lo que le da alivio y pone fin al dolor de su maltratado corazón, y no despierta hasta bien entrada la mañana, cuando el alba brilla contra su rostro, picando sobre su piel y tirando de los hilos deshechos de sus sueños. Es al abrir los ojos que lo primero en lo que piensa es en SooHyun, en su aterciopelada voz susurrando a su oído que todo estará bien y que pronto el sufrimiento cesará, que el próximo amanecer es una promesa de su futura felicidad. JiMin sigue aferrándose a eso.

Se viste con sus ropas habituales, dejando con cuidado el traje blanco sobre una silla. El espejo da un reflejo mediocre de su persona y JiMin no puede reclamar por qué esa es su verdad. Para no mirarse más decide echar un vistazo por la ventana, dándose cuenta que como cada día la rutina del castillo ya está en pie. Entonces se pregunta si sólo debería esperar el desayuno como siempre hace, no obstante comer en la soledad de su habitación ya no le apetece más. 

No importa lo mal que la ha pasado anoche, ahora se da cuenta que su corazón anhela un poco de compañía. Es pues el momento en que se decide y sale de la habitación, solo para encontrar al hermano de TaeHyung sentado a lado de su puerta. JeongGyu abre los ojos de inmediato y le saluda, sorprendido de verle despierto tan temprano. 

— ¿Necesita algo señorito Park? — Pregunta el gamma con suave voz y ligera sonrisa. 

JiMin sonríe y niega, pensando que a pesar del tiempo aún le es extraño que le llamen de esa manera. 

— Solo quiero comer algo. 

— Llamaré por la sirvienta. — JeongGyu señala con prisa antes de empezar a caminar y pedirle que espere. 

JiMin lo detiene tan pronto como puede y le sonríe nervioso. Le es difícil explicar pero aun así intenta. Entonces le comunica a JeongGyu que lo único que quiere es ir a la cocina por su propia cuenta, pues ya no está tan cómodo con recibir el desayuno al domicilio de su habitación. El gamma le escucha y aunque no parece convencido le deja hacer lo que quiere. Como JiMin no sabe dónde se halla la cocina le pide ayuda al joven gamma. Este sonríe y le guía sin ningún problema. 

El lugar es otra de las muchas maravillas de la enorme mansión, pues es casi del doble de largo que la habitación donde duerme JiMin. En medio hay una mesa larga con cajones por todos lados y a los costados paredes altas que culminan en un techo adornado de largas vigas de madera. Ventanas altas, fregaderos, hornos, estufas y utensilios varios de cocina como sartenes, ollas y cucharones. Pero lo más llamativo de todo es el grupo de hombres y mujeres que están allí, picando, lavando y sirviendo alimentos. La actividad humana mezclada con el delicioso olor de la comida le encanta. 

JiMin no tiene tiempo para exclamar sorprendido pues le toma el turno una mujer adulta con pintas de ser la jefa de todos quienes están allí. Ella con mandil puesto y levantando su falda camina hacia él y le saluda sonriente. 

— Pero si es el niño JiMin. — Canturrea para todos sin dejar de mirarlo. — ¿Qué hace usted aquí faltando tan poco tiempo para el desayuno? 

Una pregunta difícil para JiMin. 

— El señorito JiMin quisiera comer aquí si no le importa. — Responde JeongGyu, sonriendo amable para JiMin. 

JiMin agradece la intervención pues le es difícil hablar por su cuenta, más si es con personas extrañas. La mujer ríe encantada y asegura que no hay problema con ello. JeongGyu hace una reverencia y explica qué debe hacer el cambio de turno con su hermano, entonces se retira no sin antes pedirle a JiMin que espere justo allí a que TaeHyung baje. JiMin asiente pues esta vez no necesitar huir a ningún lugar. 

Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora