Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

55: Los Zorros de Otariidae

🌨️❄️ Recuerden que soy cruel pero siempre justa. ❄️🌨️

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Hace cinco días que YoonGi ha dejado el Reino de Canidae, emprendiendo un largo viaje en carruaje que le ha hecho cruzar la frontera de tres reinos distintos, parando apenas unas cuantas horas para dormir en alguna posada encontrada por el camino. Es sin dudas un viaje tedioso que a cada minuto le va quitando un poco más de sus energías y por lo cual bosteza cada tanto. Mira por la ventana esperando que la niebla al fin le permita encontrar algo interesante con lo cual distraerse y es justo cuando está ya parece empezar a dispersarse conforme el carruaje se acerca más a su destino.

Las tierras del clan de los Otariidos son las más lejanas y las más apartadas sobre el continente, un reino portuario que se extiende a lo largo de la costa del Golfo de Tartaría* y cuya frontera marítima colinda con el reino de Phocidae, una isla donde solo habita el clan de los Fócidos. El clan de los Otariidos está comprendido en su totalidad por leones y osos marinos, razón por la cual resulta obvio que su asentamiento y sus dominios sean siempre cercanos al mar, sin embargo, mientras más observa a su alrededor, lo que menos le resulta lógico a YoonGi es que una familia de zorros árticos haya decidido emigrar de sus tierras natales a un lugar cuyas características geográficas, climáticas y culturales son bien distintas de las de Canidae. Haciendo parecer que buscaron el lugar al que a nadie se les ocurriría ir a buscarlos, como si hubiesen escapado.

DongHae no le ha proporcionado muchos detalles en aquella carta respecto a la situación de la madre y hermanos de JiMin, y tampoco es que necesitará pedirlos si siempre contempló ser él quien hiciera las preguntas más importantes, por eso, el solo tener un lugar al cual llegar con certeza le es más que suficiente a YoonGi para decir que el zorro beta ha hecho un buen trabajo en su búsqueda. Claro que YoonGi no niega que su misma participación como rey fue la clave de ello, pues el pedir acceso a los registros fue su tarea más difícil, siendo que tenía que convencer al Rey de los Otariidos de que lo permitiera, muy a sabiendas que los leones, lobos y osos marinos detestan por lo mucho relacionarse con asuntos directos de los otros clanes caniformes. De allí que rara vez estableciesen contacto más allá que para los intercambios comerciales.

La mirada de YoonGi recae en la lejanía donde un pueblo va surgiendo entre pequeñas colinas y de donde se levantan edificios que no superan los dos niveles de altura. Cuando menos se da cuenta él y sus guardias atraviesan el poblado entero y van más allá del campo donde aún se ven casas pero ahora con mayor distancia entre ellas, casas que a diferencia de las convencionales edificaciones del pueblo hechas de ladrillos y cemento, son estas a base de madera y más madera, de techos pintorescos y paredes blancas.

El camino por el campo es rocoso y accidentado pero no lo suficiente para frenarles el paso. Así después de largo rato finalmente el cochero para a los caballos, y con ellos el carruaje, a las afueras de la cerca que rodea la propiedad. YoonGi echa un vistazo a la casa medianamente amplia situada al fondo de ese pedazo de campo y un segundo después se encuentra con la imagen de Lee DongHae al pie de la reja, esperándolo. Él y el zorro se saludan apenas abandonan el interior del carruaje y YoonGi no tarda en preguntar por el estado actual de la situación. DongHae informa que no ha mencionado nada a la familia salvo que la actual administración de Kitsune está haciendo un supuesto control completo de los miembros hasta ahora registrados de la Tribu Vulpini.

— Tampoco les he dicho que Su Majestad les visitaría. — Agrega DongHae a voz baja cuando una persona sale de la casa y camina a prisas hasta ellos. — Ellos creían estarían recibiendo a algún subordinado mio.

YoonGi asiente y está por responderle a Lee que ha hecho bien cuando justamente y para su sorpresa se para frente a ellos una mujer en sus cuarenta, seguida de una joven muchacha que parece tener la edad de JiMin, y que al igual que su esposo, se encuentra en cinta. YoonGi observa bien a ambas y no les quita ojo de encima mientras ellas le reverencian, luciendo sumamente nerviosas bajo sus cabellos rubios mientras sus miradas azules dan con el suelo, pareciendo, de cierto modo, algo avergonzadas.