25: Rumores

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Lo primero que escucha esa mañana al llegar a la cocina son los terribles rumores que corren por todo el reino de los cánidos. El Rey y el príncipe heredero YoonGi, ha muerto. Todos lucen acongojados y prácticamente devastados. No hay más noticias que esas, la comunicación es pobre y no se puede confirmar prácticamente nada. Aún no se sabe si la guerra está por terminar o más importante aún si es que se ha ganado algo.

Lo único cierto es que JiMin no soporta escuchar tales nuevas y corre a refugiarse al único lugar donde aún puede hallar un poco de consuelo. No se detiene hasta poner pie en la colina y caer de rodillas frente a la tumba de SooHyun. Se cubre el rostro pero ni siquiera sus temblorosas manos son capaces de parar el llanto que fluye de sus ojos por todo el rostro. Gimotea deshecho y adolorido, JiMin llora hasta la última gota de agua que hay dentro de sí y llora un poco más porque piensa en todo lo que le ha sido arrebatado de buenas a primeras sin que pudiera hacer absolutamente nada.

Llora porque le han quitado todas sus primeras veces; los momentos más importantes de su vida; todo lo que creyó que le haría feliz algún día.

Su primer beso.

Su primer celo.

Su primera relación sexual.

Su primer parto.

Su primer hijo.

Su primera amiga.

Y hoy parece ser que también le han quitado su primer amor.

JiMin no puede dejar de llorar ni siquiera cuando un par de brazos le rodean. Esconde su rostro en el pecho de la señora Shim y deja que ella le acaricie la espalda y su cabello mientras lo sostiene y evita que se caiga. Ella lo arrulla y le dice que no se preocupe, que todo estará bien, que ella sabe que el Rey y el niño YoonGi no pudieron haber muerto solo así.

— ¿Cómo puede saberlo? — pregunta entre lágrimas, hipando y sorbiendo por la nariz.

— Solo lo sé — dice ella.

Y JiMin que se siente aplastado por todo intenta creerle, para convencerse que no debería estar llorando, pero es difícil, de verdad, tan difícil, que se tarda varios minutos en calmarse. Cuando al fin puede respirar con mayor tranquilidad la señora Shim toma un pañuelo de los bolsillos de su delantal y le limpia la cara cuidadosamente, mientras ella le sonríe cariñosa.

Ya más sereno, JiMin se levanta junto a ella y van de vuelta al castillo.

La loba le insiste en que debe tomar el desayuno, aunque sea un poco de té y pan. JiMin no quiere pero ella amenaza con no dejarlo ir si no come aunque sea un bocado decente. A JiMin no le queda más remedio que obedecer, la señora Shim lo que tiene de cariñosa lo tiene de imponente, por algo es la jefa de la cocina. Entonces se acaba lo poco que la mujer le sirve en el plato y debe admitir que la miel del Té junto a la dulce jalea del pan terminan por levantarle un poco los ánimos, lo bastante para que él también se convenza de que YoonGi y el Rey están bien.

Es como JiMin se decide a seguir su rutina lo más normal posible. Obviamente eso es ir a la biblioteca y tomar los libros que ha estado leyendo estas últimas semanas más decide que ya es momento de practicar un poco. Por eso no se queda allí y se lleva con él un libro de botánica junto con sus notas, directo al jardín trasero de la mansión. Allí crecen un montón de flores silvestres de pequeño tamaño, ideales para empezar a estudiarlas. Conoce estas flores y se supone conoce sus partes que están descritas en los libros, más aún no las ha observado de forma personal, eso es lo que hará ahora.

JiMin corta un montón de florecitas de distinta especie y también varias hojas, las coloca todas encima de un pañuelo que se ha enseñado a llevar consigo durante estos últimos días, y se sienta en el amplio y verde jardín. De una en una las observa con cuidado, es difícil porque son pequeñas y hay partes que no distingue muy bien, pero JiMin se esfuerza. Sigue así por bastante rato, casi media mañana y no se va ni siquiera porque los sirvientes de la lavandería empiezan a tender los blancos de la casa por todas partes. Ojalá lo hubieran hecho.

Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora