Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

12: Gramófono

La mañana avanza rápido y pronto el sol se pone en su punto más alto. JiMin baja las escaleras con TaeHyung siguiéndolo por detrás. Ambos llevan en brazos los bloques de libros apilados con intención de devolverlos a su lugar correspondiente en la biblioteca. Hoy JiMin quiere hacer cosas por su propia cuenta y eso incluye las tareas más sencillas como cargar unos cuantos libros porque realmente no es como que tenga mucho que hacer. 

Así mientras va caminando por los pasillos de la mansión se da cuenta que en realidad a lo largo de los años no ha hecho mucho pero es la primera vez que tiene tanto tiempo libre, pues siempre, aunque no realizará muchas tareas domésticas por el último par de años, tenía su horario lleno, entre complacer, dormir y bañarse. Y por supuesto, también cuidarse. JiMin suspira cansado no por el peso de los libros sino por la carga de los recuerdos. 

Cuando finalmente llegan a la biblioteca JiMin piensa que será un momento tranquilo y silencioso como está acostumbrado en ese lugar de la casa pero nada más alejado de eso pues al entrar se escucha por las paredes el suave murmullo de una melodía. El sonido le recuerda la música de la noche anterior durante la cena del príncipe YoonGi, aunque prestando atención es que nota que hay algo distinto, es un sonido que no parece natural. 

Entonces tiene la cosquilla de preguntar a TaeHyung si el sabe que es eso, pero se detiene, primero porque el gamma se ve bastante concentrado en colocar los libros en cada repisa que les corresponde y en segundo, porque está apenado de hacer tantas preguntas constantemente, dejando en claro que a comparación de todo el mundo el no es más que un simple niño ignorante. Por eso sólo se limita a buscar la fuente de la melodía y, guiado por su oído, camina sigiloso a una de las puertas que hay en el interior de la biblioteca. 

Se ve tentado a abrirlas y descubrir el secreto qué estás albergan pero es justo ese instante en el que se abren de sopetón, una sorpresa que por poco provoca que JiMin suelte los libros que lleva en sus brazos. De inmediato se pone rojo por tan vergonzosa escena que está protagonizando y agacha la cabeza como si hubiese sido descubierto de cometer un robo. Para su disgusto siente mucha más pena cuando mira la expresión burlesca en la cara redondeada de la señorita Ahn. 

El sonido de la música ahora es más fuerte y eso le da alivio a JiMin, pues los latidos de su corazón tienen donde ocultarse. Sonríe para la señorita Ahn en una reverencia (hasta donde los libros le dejan) y mira al interior, encontrando al príncipe YoonGi viéndolo fijamente. Siente que toda la sangre se le va a la cara. 

— Señorito Park. — Dice la señorita Ahn inclinando su rostro. — No pensé que le vería por estos lugares de la casa ¿Le gusta leer? 

JiMin va a responder pero la beta se le adelanta y toma uno de los libros que carga en su regazo. Las ganas de decir nada se esfuman cuando ella se ríe al mirar bien el contenido del libro. 

— Pero si estos son cuentos para niños. ¿Qué acaso tienes nueve años? — Ella pregunta divertida mientras toma dos libros más de las manos de JiMin, antologías de cuentos también. — Un señorito de tu edad debería leer ensayos y poemas, novelas de romance y misterio, no libros para niños llenos de dibujos. 

No hay mayor sensación de vergüenza que la que JiMin experimenta en estos momentos, mucho más cuando se da cuenta que no puede responder que es lo único que puede leer pues no entiende la mitad de las palabras que hay en otros libros, porque aunque los cuentos también le son difíciles de seguir los pocos dibujos que tienen le ayudan a comprender la historia. Por eso el corazón de JiMin se aprieta contra su garganta mientras las lágrimas se forman en sus ojos. 

— A JiMin le gustan los cuentos. 

La música se detiene y JiMin alza el rostro, tímido de escuchar la voz grave del príncipe YoonGi quien empieza a caminar hacia ellos. Es la primera vez que el príncipe le llama de esa forma, solo por su nombre. El alfa le quita de las manos los libros a la señorita Ahn y se los extiende a TaeHyung. El gamma se apresura y los toma, dándole una mirada rápida y preocupada a JiMin en el proceso.