Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

30: Futuro Rey

TaeHyung acomoda las mangas de su uniforme de gala azul oscuro mientras baja las escaleras para alcanzar al señorito Park en la cocina. El zorro ártico le ha pedido que lo acompañe antes de la ceremonia de coronación, pues quiere llevar comida otra vez a los jóvenes puma. Cuando dobla por el pasillo puede escuchar un par de voces y al prestarles mayor atención identifica a las personas a quienes les pertenecen. Un mal presentimiento cruza por su estómago y actúa rápidamente. El zorro se detiene antes de doblar hacia el siguiente cruce de pasillo y escucha con suma atención. Suerte que tenga entrenamiento para el espionaje, razón por la cual Siwon lo eligió a él y a su hermano en un principio para cuidar del señorito Park. Gracioso que ahora utilice tal habilidad en su contra.

— No permitas por ninguna forma que al imbécil de DongHae se le suba el poder, esto es sólo temporal. — Dice el señor Choi Siwon a su esposa. —Tú eres mis ojos, oídos y voz allí dentro, cualquier error que cometas te lo voy a cobrar. ¿Entiendes?

— Sí, Alfa. — Habla la mujer con sumisión.

TaeHyung tuerce los labios con asco, entre los lobos no es usual que los betas ni ningún rango inferior tengan esa clase de respuesta a menos que se use la voz de mando sobre ellos pero en los zorros... ¡Oh en los zorros!... esa historia es bien distinta. Siempre educados y obligados a responder de tal modo cuando los lobos no están observando. A TaeHyung le enferma.

— Y también averigua qué está pasando entre Min y ese sucio zorro. — Escucha decir a Siwon, TaeHyung apretando los puños a sabiendas de que esa es la forma en que los líderes de su tribu se refieren al señorito Park. — Quiero saberlo todo, absolutamente todo.

— Sí, Alfa.

TaeHyung escucha a alguien más acercarse y reconoce las pisadas del príncipe HoSeok. Los zorros al otro lado del pasillo guardan silencio y TaeHyung se aleja de allí a toda velocidad, fingiendo que apenas viene de las escaleras. Nadie puede saber que él está escuchando, no aún.

~*~

La señora Shim le ayuda a acomodar la solapa de su traje azul oscuro, ese mismo que ha usado un mes atrás durante el banquete de Noche Buena. Por lo repentino de los acontecimientos y lo ocupados que han estado todos desde los últimos días a JiMin no le han podido conseguir otras prendas que vayan acorde con la ocasión. Dado que el color oficial del clan es el azul oscuro y todos deben llevar por convención dicho color en su ropa para la ceremonia, JiMin no tiene más opción que vestir dicho traje, sin sentir molestia pues siempre creyó que era una pena usar un traje de tal calidad para una sola ocasión.

Es el día de la coronación de YoonGi, justo a ocho días de la muerte del Rey GongYoo y una semana posterior del funeral colectivo de los soldados del clan de los Cánidos. El Rey ha sido cremado y llevado en una urna hasta el cementerio de Luperca, donde sus restos fueron depositados al lado de la urna que pertenece a los restos de la Reina consorte de Luperca, Kim GoEun, la madre de los príncipes YoonGi y HoSeok. Es de esta forma que JiMin finalmente conoce un poco más sobre los antiguos reyes de los Cánidos. Aprendiendo que cualquier persona nacida dentro de la realeza puede ser enterrada o cremada y colocada en cualquier lugar que se desee, excepto por los reyes quienes por Ley y mandato son forzosamente cremados y colocados en el cementerio de la ciudad para cuidar, guiar y acompañar a su gente incluso después de la muerte.

Fue un funeral grande pero bastante silencioso. Y fue nada agradable para JiMin pues de tal modo conoció el lugar que está reservado para los dos futuros Reyes de Luperca, heredero y consorte, a lado de los padres de YoonGi. La futura tumba del aún no nombrado Rey YoonGi y su pareja.

— ¿Estás bien, cariño? — Le pregunta la señora Shim, trayéndolo de vuelta a la realidad mientras lo mira con evidente preocupación en su rostro.