Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

67: Casus Belli

~*~

El papel llega primero a sus manos. Raras son las veces en que las misivas pasan antes por JiMin que por su esposo y más extraordinarias se suponen las ocasiones en las que las noticias son de tal magnitud e importancia.

El mensajero camina detrás suyo con TaeHyung al lado de este. Siente cómo sus dedos tiemblan afianzados como garras al documento mientras sus pensamientos repiten constantemente lo escrito con tinta. Es demasiado pronto. Necesita más tiempo.

Se detiene fuera de la habitación y puede escuchar parte de la discusión que se libra allí dentro. Kim HyunAh no parece estar tratando demasiado bien a las hienas. Que lleven ya varias horas ahí no puede ser mejor señal y a JiMin que más le da si han llegado a un acuerdo o no.

Llama a la puerta y no tardando el príncipe HoSeok abre. Sus miradas preocupadas se encuentran, el joven lobo alfa ni siquiera le pregunta nada. Se hace a un lado y lo deja pasar con la expresión atenta.

YoonGi se levanta de su silla nada más dar dos pasos dentro, sin embargo JiMin no procura ser cauto en sus palabras o acciones. Simplemente lo anuncia.

—El Imperio de los leones declara formalmente la guerra.

Y todos retienen el aliento, intercambiando miradas.

JiMin está aterrado.

~*~

Las hienas cumplieron con su parte del trato al ceder la información pertinente que les permitiese contactar con HyunAh ya algunas semanas atrás y ahora que están en Diciembre finalmente han podido retribuir tan buen gesto concertando y siendo sede de la pequeña asamblea que presiden Jieut y HyunAh a partes casi iguales pero hostiles.

Las demandas son escuchadas más en repetidas ocasiones HyunAh las demerita apenas tiene oportunidad, alargando cualquier negociación más de lo debido y dejando a las Hienas mal paradas se les mire por donde se les mire.

Si en algún momento YoonGi se preguntó porque las hienas se aliaron en primera instancia con su padre GongYoo ahora entiende perfectamente cada una de sus motivaciones.

—Siguen siendo un pueblo sin nada que ofrecernos —declara la leona con tono despectivo.

—Nuestra fuerza militar a cambio de una vida digna no me parece poco, majestad —responde Jieut cargando tensión al pronunciar aquel título.

YoonGi observa.

—Si me permiten intervenir —habla su joven hermano, quien justo hoy luce inusualmente impaciente y nervioso—. No están llegando a ninguna clase de acuerdo.

—Yo ya he hecho mi oferta pero Kim JiSoo sigue sin aceptar ninguna de mis propuestas.

—Porque usted pretende mantener a mi pueblo sometido al suyo, parece no entender que buscamos la igualdad. No vamos a participar en ninguna guerra a vuestro favor sin ninguna garantía a beneficio nuestro.

—¿Y si no cedo planean unirse a mi hermano en contra mía? ¿Sabiendo que los aplastaremos y someteremos de una u otra forma? —ríe ella—. Sólo opino que sería mejor para ambas partes mantener el asunto simple.

Asunto que gira sobre sí mismo una y otra vez y YoonGi no puede estar más irritado por ello. Jieut, ahora con su nombre real conocido como Kim JiSoo, hace ademán de transformarse, enseñando sus dientes a medio camino de ser humanos y bestiales.

Los guardias de la leona por supuesto se ponen a la defensiva y las dos acompañantes de JiSoo, Rieul y otra Jieut, a la ofensiva.

Los lobos se ven en la molesta necesidad de meterse entre todos ellos aunque no hay mucho que puedan hacer. Imponerse como alfas líderes a otros alfas líderes de rango igual es, si no imposible, sí sumamente difícil y desgastante.