🌨️❄️A estas alturas creo que ya me conocen... ❄️🌨️
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NamJoon vuelve directamente de la ciudad a los pocos minutos de recibir el recado que el Rey le ha enviado con calidad de urgente. Han pasado casi dos semanas desde que fuera enviado al rescate del puma y los asuntos ya comienzan a verse tensos. Los ursidos haciendo presión de una parte por llevarse con ellos al joven feliforme mientras que de la otra han de preocuparse por el impredecible proceder de los leones respecto a la guerra. Y ahora, las hienas vuelven, dándole a NamJoon una ocupación más. Igual no se molesta pues tanto él como su padre han estado esperando por ello.
No tarda en bajar de su caballo y va sin desviarse hasta la oficina de su Majestad YoonGi. Ni bien entra a la habitación se topa con las mismas cuatro mujeres de siempre y sin remedio las saluda, dirigiéndo antes, por supuesto, sus respetos al Rey. Toma asiento al lado derecho del Rey Lobo, en medio de los otros dos príncipes y justo enfrente de las hienas. Y para dar inicio a la reunión, YoonGi espera que los guardias traigan al joven Choi. El puma realiza acto de presencia y las puertas son cerradas por completo, mientras sus soldados, Kim y Jeon, hacen guardia en el pasillo. NamJoon estudia el asiento vacío al lado de YoonGi.
— ¿No esperaremos a su Majestad Park? — pregunta su padre, Kim DongWoo, al darse cuenta de su escrutinio mal disimulado.
Su primo responde:
— Dado su estado anímico actual a causa de las circunstancias de los últimos días y a disposición del médico real, nuestro Rey JiMin debe evitar por salud cualquier evento que lo ponga bajo estrés, incluyendo las reuniones de carácter militar.
Dicho esto, nadie hace más observaciones que se relacionen con JiMin y todos proporcionan su completa atención a los asuntos que han de tratarse con las hienas, y vaya que lo hacen en cuanto estas toman la palabra, observando al joven muchacho sentado en la silla al extremo de la habitación.
— Así que tú eres uno de esos muchos que lograron escapar. — Dice la alfa al mando, la joven Jieut. — Sí que supiste tomar ventaja de las revueltas eh, niño.
Una sonrisa amarga cruza el rostro del puma cuando le contesta.
— No lo suficiente, de haber sido así habría traído a mis hermanos conmigo.
— Imagino que siendo alfa y tan delgado eras el más rápido, fue una decisión acertada. — Señala la otra alfa y segunda al mando, Rieul. — No te preocupes demasiado, que hasta donde sabemos la mayoría de los presos de guerra fueron rescatados por la gente de HyunAh.
El asombro los toma a todos ellos por igual. NamJoon junta el entrecejo y se reclina hacia el frente, observando a las mujeres con detenimiento.
— ¿Fue todo obra de ella? — Pregunta.
— No se si la insurgencia fue plan de ella o no, pero lo cierto es que ha sabido tomar ventaja de esta. — Le dice Jieut. — Y bien que lo haya hecho pues hasta antes de que sucediera todo este asunto de rebelión por parte de los sectores bajos del imperio y que se escaparan los reos de una de las prisiones más seguras, no había manera de entablar contacto con sus excelencias Kim HyunAh y Kim HyoJong, pero hoy es diferente. Preparan a su gente para algo grande.
— Imagino que eso significa que han entablado comunicación con su legítima emperatriz. — Habla YoonGi retomando la palabra, viéndose intrigado.
— Primero y antes que absolutamente nada, su Majestad, le recuerdo que el reino de las hienas ya no se rige bajo el mandato de ningún imperio, y que nuestro estado monárquico es ya nuestra máxima soberanía, como siempre debió serlo. — La mujer sonríe y los acuchilla a todos con su filosa mirada. — Y ahora respondiendo a sus suposiciones, quiero dejar en claro que tener noticias de su excelencia HyunAh no implica necesariamente que hemos podido comunicarnos con ella.
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Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~
FanficUn príncipe lobo prospecto a Rey y un joven zorro blanco se encuentran bajo las circunstancias más tristes, y aún así, su amor florece sobre una gruesa capa de nieve. Advertencia: Cambios en la fisionomía genital de algunos personajes. YoonGi Alfa...