7: Un príncipe prudente

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YoonGi entra a su oficina y allí ya está su hermano, esperandolos. El alfa pide al mozo del pasillo que se cierren las puertas y que nadie les moleste, el pequeño delta obedece y hace una reverencia antes de desaparecer. Todos toman asiento alrededor de la mesa que hay en ese lugar antes de hablar.

— ¿Qué sucedió? — Pregunta YoonGi sin perder más tiempo.

— Las hienas no mintieron, el lugar existe, una casa de campo abandonada en las profundidades del bosque sobre la montaña. — Dice NamJoon haciendo una mueca, demostrando que incluso el hecho de hablar le produce malestar físico. — Todo en ese sitio estaba mal, sin duda alguna cosas turbias estaban pasando. Seguí el rastro del señorito Park tal como pediste pero no había más que el camino que dejó hacia aquí, así que seguimos el rastro de lo que hallamos en esa casa y en efecto, los omegas fueron llevados a territorio Feliforme.

—¿Cruzaron? — Pregunta HoSeok. — ¿Por eso los atacaron?

— No lo hicimos, ellos atacaron primero y me da vergüenza admitir que apenas salimos con vida. De no ser por JungKook o SeokJin yo no estaría aquí, en definitiva ellos se llevaron la peor parte.

YoonGi frunce el entrecejo y piensa un momento.

—¿Estás seguro? — Pregunta al fín. — Tal vez confundieron los límites.

— Estoy totalmente seguro, primo. — Su mirada firme. — Ellos fueron los que cruzaron, no nosotros.

HoSeok lo mira seriamente, intentando dominar tanto como él su propia preocupación.

— ¿Que están planeando? — Pregunta HoSeok en voz alta y YoonGi niega.

— Nada bueno, claramente.

No hablan mucho después de eso, NamJoon se ve cansado y YoonGi lo que menos desea es agobiarlo más de lo que parece, lo único que necesitaba saber de urgencia ya se lo han dicho. Deja que NamJoon se retire en compañía de HoSeok a su alcoba en tanto el va a la pequeña enfermería de la mansión. Allí, en dos camas separadas, están JungKook y SeokJin, siendo procurados por dos enfermeras, ya los han limpiado y curado pero aun con los vendajes y parches se pueden notar los rasguños y cortes.

Los soldados hacen el intento de levantarse apenas lo ven cruzar la puerta. YoonGi los ve hacer una expresión de profundo dolor por lo que se compadece de ellos y les excusa de las formalidades, pidiéndoles se queden acostados. No hay demasiado que pueda hablar con ellos, solo quiere confirmar una cosa, no por desconfianza con su primo sino porque entiende que cualquiera, incluso el soldado más experimentado, puede cometer un error. Hace la cuestión y los dos muchachos dan la misma respuesta: aún estaban lejos de la frontera, estrictamente dentro de su territorio.

YoonGi acepta y no le quedan dudas, ahora puede tomar una decisión consciente que vaya acorde a la situación, un plan que lo único que necesita es que su padre lo apruebe y no duda que estará de su lado, no cuando las pruebas son irrefutables y los ataques al Este siguen sumándose. Sin más que pueda requerir, YoonGi se despide de los jóvenes Delta, no sin dejar de agradecer su esfuerzo y el sacrificio que han hecho para mantener con vida a NamJoon a cuesta de la salud de sus propios cuerpos y les asegura que sus familias y ellos se verán recompensados con ropas y alimentos apenas salga el sol. Los muchachos se niegan pero YoonGi siendo Alfa no les acepta su opinion. Les pide que se duerman y repongan fuerzas pues como soldados aún tienen deberes que cumplir.

Pide a las enfermeras los cuiden bien y con eso da por terminada su visita, retirándose a su dormitorio, esperando descansar aunque sea un poco.

Ya casi entran en el mes de agosto cuando finalmente el doctor dice que le dará su último chequeo diario y JiMin no puede sentirse más aliviado porque, a pesar de que entiende que seguirán a su cuidado regularmente cada semana, es suficiente para él que dejen de hurgar su cuerpo con menos frecuencia.

Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora