59: La Llegada

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Es el primero de noviembre y TaeHyung aún no puede creer que ya es un muchacho de diecinueve años. Su cumpleaños fue hace poco, no más de un mes, y ni siquiera ha podido visitar a su familia. No es que no le hayan dado el día libre, por supuesto que JiMin insistió para que se fuera a pasar un par de días en Kitsune, pero TaeHyung se negó varias veces bajo excusas tontas que ni él mismo se creyó. JiMin no hizo preguntas al respecto y respeto su decisión, y que bueno que fue así pues TaeHyung no le habría sabido explicar que no se iba justamente por él, porque le preocupaba (y aun le preocupa) su estado de ánimo.

El mes ha pasado bastante rápido para todos en la casa, más no lo suficiente como para que los sirvientes ni los nobles que viven allí se olviden del incidente de aquel día con la familia de su majestad. Ni tampoco es que sea posible hacerlo al notar lo mal que parece haberlo estado pasando JiMin a lo largo de este tiempo. Por supuesto no es que el señor JiMin diga o se queje al respecto, simplemente se ve en su semblante, en sus ojos distraídos y en sus sonrisas apagadas. JiMin está triste y aunque nadie ignora ese hecho sí que se esfuerzan en no picar demasiado la herida, menos cuando es JiMin quien esquiva constantemente cualquier pregunta relacionada a su humor. TaeHyung ha notado que, lo único que es capaz de distraer lo suficiente a JiMin para que sonría genuinamente, es mencionar la próxima llegada de los príncipes.

El Rey Park está a unos días de cumplir los ocho meses de embarazo con un vientre enorme e inmenso y que logra que a estas alturas ya todo el mundo esté esperando que su majestad entre en labor de parto en cualquiera de los días siguientes. Según los doctores los bebés habrán de nacer en los primeros días de la segunda quincena de noviembre, por ahí de los días veinte a veinticinco y está alerta provoca que más de la mitad de todos los sirvientes estén atentos constantemente a la salud de su majestad. Por ello mismo es que TaeHyung ya no se separa de JiMin un solo segundo, ni siquiera lo hace cuando HoSeok le invita a dar un paseo por las cercanías de la casa.

Y de tal motivo se desprende por supuesto la causa de que TaeHyung esté aquí justo en estos momentos, en el invernadero, lugar en el que JiMin ha pasado toda su mañana desde muy temprano después de acabar el desayuno. Pasan tanto tiempo aquí que incluso la señora Shim envía a Suran con una bandeja de bocadillos cuando no aparecen en el comedor para tomar el almuerzo. La joven les deja la comida y les sonríe a ambos. JiMin agradece y aunque mira la comida la pasa de largo, aun haciendo apuntes en sus cuadernos.

— ¿No comerás? — Pregunta, siendo informal tal como siempre que están ellos dos a solas.

— No tengo hambre, puedes comer tu si quieres.

— Haz pasado así toda la mañana, es mejor si comes aunque sea un poco. Si te desmayas no podre levantarte siendo tan pesado.

El comentario le saca una risilla a JiMin a pesar de que sigue sin verse muy animado y aunque ya no responde nada si que va hasta la bandeja y toma un pequeño emparedado de verduras. TaeHyung se une a él y come a su lado, sirviendole a ambos un vaso de agua de frutas. Es gracioso que al final sea JiMin quien se come más de la mitad de los bocadillos, TaeHyung por supuesto lo nota pero no hace alboroto sobre ello, con que JiMin se alimente le basta. Y después de eso, vuelven a lo mismo. JiMin se aparta revisando sus libros mientras estudia sus plantas y TaeHyung simplemente le observa mientras riega las plantas a petición de su majestad.

No hay ruido en el lugar, solo ellos moviendo cosas, el viento que silba a través de las ventanillas del techo y las risas distantes de algunos sirvientes que pasan por ahí. TaeHyung deja caer la última gota del balde de agua y cuando camina hasta el pequeño tanque para rellenarlo otra vez, escucha el ruido sordo de un cristal rompiéndose al mismo tiempo que JiMin se queja. Preocupado corre hasta el Rey y que alivio es ver que este no se ha hecho corte alguno, aunque claro se lleva una mayor sorpresa. Tanto él como JiMin miran a los pies de este último y observan como un charco se va formando en el suelo, lento y fluido. TaeHyung mira a JiMin y este se ve tan o incluso más emocionado que él.

Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora