🌨️❄️ Me gusta consentirlas...❄️🌨️
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Escucha el llanto de un bebé rompiendo el inmenso silencio de su mente antes de enfrentar la angustiante sensación de caer al vacío. Su cuerpo da un respingo sobre la blandura de la cama y sus ojos se abren en conjunto a su boca que jala aire. Agitado, mira al fondo de la habitación y toma consciencia del mal sueño que parece haber tenido un segundo atrás. Tiembla bajo la fina capa de sudor de su frente y espalda, y se remueve entre las sábanas blancas.
Ve dormir a YoonGi al lado suyo y exhala en medio de sus temblores nocturnos. Con dificultad alcanza a sentarse y tiene que hacer un sobreesfuerzo mayor para poder llenar su pecho entre cada respiración, cuidadoso de no despertar a su esposo. Oh, su estómago es tan grande que incluso ya no puede dormir recostado. JiMin se da cuenta que ha llegado a ese punto en el que ha de conciliar el sueño únicamente sentado. Noches largas le esperan a partir de hoy hasta que dé a luz.
Dar a luz. ¿Cuándo será eso? Nueve meses es la regla pero si bien recuerda nunca ha llegado a tales fechas. Aunque tal vez es su memoria la que falla pues nunca estuvo interesado en llevar la cuenta, no, porque SooHyun era quien lo hacía a su nombre. Oh su querida amiga, siempre tan entusiasmada por la llegada de los bebés. Jamás fue capaz de comprenderla, no hasta hace poco que se ha encontrado pensando en el día que al fin pueda ver a sus bebés.
Frota su estómago de más de cinco meses y sonríe a pesar de lo incómodo de la posición. Sus caderas duelen y su espalda da un pequeño tirón. JiMin al fin cede ante el dolor corporal y se gira sobre sí mismo para poner los pies en el suelo, con intenciones de caminar mientras busca un vaso de agua. Pero claro, durmiendo en la misma habitación y cama con YoonGi eso no figura en las posibilidades, no, porque el lobo se despierta al momento siguiente en que intenta ponerse en pie.
— ¿Te encuentras bien? — pregunta YoonGi apenas se despierta, ya arrastrándose por la cama hasta sentarse a su lado. — Iré por los doctores.
JiMin cierra los ojos y ríe ante la exageración ya más que usual de su esposo, siempre alarmado por cualquier pequeño indicio de posible malestar.
— Estoy bien. — Responde tomando a su amado rey de la mano, sonriéndole amable. — Es solo que los bebés ya no me dejan dormir como antes.
YoonGi le sonríe aliviado y JiMin le responde el gesto acariciando su bonito rostro bronceado. Tan guapo.
— Ya creía que era otro de esos antojos nocturnos. — Le bromea YoonGi y JiMin se sonroja de la vergüenza.
No es su culpa que de repente tenga la imperante necesidad de comer algo extremadamente dulce o extremadamente salado. Para ser sincero, JiMin nunca experimentó algo así, tal vez es que jamás tuvo la oportunidad en primer lugar. Pero ahora los bebés mandan y él no puede hacer otra cosa que demandar en pos de sus deseos. Y YoonGi lo sabe, claro que sí pero JiMin también se ha dado cuenta que le encanta molestarlo con esas pequeñas cosas pues tal parece disfruta de sus reacciones y sonrojos. Por eso mismo golpea el hombro de YoonGi antes de pedirle que se deje de sus bromas y le de un beso.
Sin embargo JiMin no puede quejarse de su esposo cuando este se inclina y toma sus labios entre los suyos, tan complaciente como siempre. Si algo deben reconocerle a YoonGi es que este jamás le ha negado nada, ni siquiera las veces que pasando de las tres de la mañana ha tenido que ir hasta la cocina y preparar por mano propia lo que sea que JiMin pida. Y por esta misma razón JiMin besa con mayor anhelo a su alfa, porque es tan bueno con él que se merece todos los besos, mimos y cariños del mundo.
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Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~
FanfictionUn príncipe lobo prospecto a Rey y un joven zorro blanco se encuentran bajo las circunstancias más tristes, y aún así, su amor florece sobre una gruesa capa de nieve. Advertencia: Cambios en la fisionomía genital de algunos personajes. YoonGi Alfa...