Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

58: Madre

🌨️❄️ Aquí vamos. ❄️🌨️

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Bien, él y JungKook han estado al cuidado del puma desde que fueron por él hasta la frontera con el oeste y ninguno de ellos se ha decidido a dedicarle saludo alguno al muchacho. Tampoco es que el joven se muestre entusiasmado por su constante presencia, llegando al grado de ni siquiera presentarse, pues si bien es cierto que ya se conocen entre sí de antemano las circunstancias bajo las cuales lo hicieron no son, por así decirlo, las más memorables de todas, al menos no en el buen sentido. Y esto lo único que alimenta es el terrible pesar que se acrecienta en el pecho de SeokJin cada que recuerda la primera vez en que tuvo contacto con SooBin.

Claro, SeokJin va pensando en ello mientras camina detrás del puma, quién ya mejor de salud, se sostiene en pie por propia cuenta y deambula por allí sin rumbo alguno, muy posiblemente, buscando al Rey JiMin. No hay mucho que vigilar, ya SeokJin y JungKook reconocen que el puma no tiene intenciones de hacer ninguna estupidez aunque igual deciden que no está demás ser precavidos, dándole libertad pero sin ser unos completos confiados. Así salen de la casa y pasean por los alrededores de esta, cruzando uno de los jardines que separan la casa de las caballerizas y de los establos, sólo para detenerse a mitad de la nada mientras observan a SooBin sentarse encima del césped.

JungKook se voltea a mirarlo con una inquisitiva mirada y SeokJin se limita a simplemente efectuar ese característico gesto suyo con los hombros. Entonces el puma habla.

— Ustedes fueron los que me golpearon en mi primer día aquí.

Una inesperada forma de iniciar una charla.

— Me disculpo por ello. — Dice SeokJin. — No fue nada personal.

El muchacho los mira sobre su hombro y cierra los ojos, asintiendo con la cabeza. Se abre un extenso silencio después de eso y SeokJin no evita lanzarle una mirada de reprobación a JungKook que simplemente no dice nada. El delta más joven pone los ojos en blanco y resopla, dando un paso hacia el puma.

— También me disculpo. — Dice JungKook. — Así es el trabajo.

— Si. — Suspira SooBin con la mirada puesta al frente mientras el viento vespertino acaricia el pasto. — El trabajo.

SeokJin siente un nudo en su garganta y antes de estudiar sus acciones con un mínimo de detenimiento, va, camina, y se sienta junto a SooBin. Al joven puma no parece sorprenderle su repentina disposición por hacerle compañía y lo contrario a ello le sonríe, como si de algún modo le diera permiso de estar allí a su lado. JungKook no tarda en unirseles.

A lo lejos un caballo relincha, llamando la atención de los tres. Cada uno voltea siguiendo el origen del sonido y sus miradas se posan sobre el caballo que va trotando a los alrededores y después de eso sobre su jinete. La señorita HyeJin va montada de lado con sus faldas largas y JungKook hace una mueca de disgusto. SeokJin conoce el motivo y por supuesto, lo comparte.

— ¿Quién es ella? — No tarda en preguntar el joven puma, quién no deja de mirar a la loba.

— La señorita «exigencias» Ahn. — Responde JungKook de mal modo mientras se agacha y arranca un trozo de césped para jugarlo entre sus manos.

— Es muy bonita.

— Tiene como diez años más que tú. — Reclama JungKook. — No deberías hacerte ideas con ella, niño.

SooBin se gira de inmediato y le mira confundido a JungKook. SeokJin se ríe mientras replica.

— ¿Acaso JiEun no es también más grande que tu, kook?

SeokJin mentiría al decir que no disfruta molestar a JungKook, más cuando se trata de hacerlo sonrojar a causa de mencionar a la joven sirvienta de la casa.