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Las jóvenes Suran y JiEun sostienen a los bebés mientras él sólo observa sentado desde la silla junto a la ventana. Completamente alejado. Se queda en total silencio tal como ha hecho ya por varios minutos y mira a JiMin, quien con el pecho desnudo, estira los brazos para recibir a los dos pequeños cachorritos contra sí. Las pequeñas bocas se pegan a los rosados pezones de su esposo y en instantáneo comienzan a succionar. YoonGi escucha como sus hijos maman directo de JiMin y sonríe al escuchar como sus pequeñísimos estómagos se van llenando del suave líquido blanco. JiMin también sonríe pero muy poco y lo hace con algo que YoonGi no sabe si es tristeza o algún sentimiento retorcido.
La madrugada del dos de noviembre ha sido un día de dicha con un toque de sabor amargo para el pueblo, pero sobre todo, para ellos, tal vez, más para él. Tres príncipes. Alfa, gamma y omega. El tercero demasiado pequeño y demasiado débil como para ser capaz de respirar por su propia cuenta. SooHyang, su princesa, nunca abrió los ojos. Solo dos de sus tres hijos viven.
¿Cómo debería sentirse al respecto? ¿Cómo sentirse bendecido porque sus dos pequeños estén rebosantes de vida mientras hay una urna con las cenizas de su hija en una habitación privada al fondo del pasillo? La felicidad nunca ha tenido una sensación más dolorosa para YoonGi. Y este dolor no se va de su corazón por más que ha llorado. Su familia, HoSeok, NamJoon, DongWoo, incluso la señora Shim, le han ofrecido consuelo. ¿Pero ellos que saben sobre el asunto? Nadie, nunca, por mucho que llore contra sus hombros, se hará una idea de lo horrible, roto y destrozado que se siente por dentro. Solo hay una persona en el mundo que puede comprenderlo, solo una. Pero no encuentra consuelo en ella porque tal como se ven las cosas, JiMin no comprende lo que ha pasado. O eso pretende.
Han pasado diez días y JiMin aún no habla al respecto de la prematura partida de SooHyang, ni siquiera ha llorado su muerte, no se diga pues despedirse o ya ir a visitar sus restos. Para JiMin, su hija no nació porque su hija nunca existió. Para él solo existen SooHyun y SungHoon, eso es todo.
"Dadas las pérdidas que su majestad ha sufrido a lo largo de los años es posible que este sea un mecanismo de protección" Le ha explicado la doctora. "Si no hay nadie a quien perder no hay nadie a quien sufrirle" Y YoonGi quiere entenderlo, quiere ser comprensivo con su esposo siendo consciente de lo mucho que ya ha sufrido. YoonGi jura que de verdad quisiera hacerlo, pero no puede. ¿Qué clase de madre niega a su hijo? ¿Qué clase de madre no le llora a la muerte de este? En estos momentos, YoonGi ama a JiMin, sí, pero también lo odia. Lo detesta tanto que es imposible permanecer mucho tiempo con él en la misma habitación. Si YoonGi está aquí es porque sigue siendo padre de los pequeños y como padre quiere estar con ellos.
Sabe que no debería odiar a su esposo, a quien es madre de sus hijos, a quien juró amor y protección eternos. Sabe que no debería, que no puede, pero por más que intenta evitarlo simplemente las fuerzas no le dan. Y es por esto mismo que su miseria se eleva, sintiendo que todo en él se pudre, odiándose a sí mismo también. Tan asqueado de su propio ser.
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Han sido los días más amargos que el reino haya vivido nunca. Ni siquiera la muerte de los reyes se vivió con este grado de tristeza. Es tradición, que durante la primera semana de vida de los primogénitos del Rey, todo el pueblo haga pequeñas celebraciones diarias en agradecimiento a la Luna por enviarles príncipes que a futuro han de ser sus líderes. Sin embargo estas celebraciones se han suspendido por completo en muestra de respeto a la pérdida de la princesa SooHyang.
Es un momento de suma tristeza, que un lobo o zorro adulto fallezca es doloroso, por supuesto, pero la muerte de un cachorro, es la peor pérdida que una manada pueda experimentar. No se imagina cuán horrible pues ha de ser el suceso para los padres. TaeHyung ha intentado ponerse en los zapatos de JiMin, pues sabe que aunque ha tenido más hijos anteriormente, la espera de los bebés del Rey YoonGi era por completo algo que causaba mucha ilusión a este. Porque eran bebés deseados y amados. Y le es sumamente difícil hacerlo porque TaeHyung no tiene idea de que hacer, sabiendo que JiMin ha bloqueado por completo la muerte de su tercer cachorro.
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Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~
FanfictionUn príncipe lobo prospecto a Rey y un joven zorro blanco se encuentran bajo las circunstancias más tristes, y aún así, su amor florece sobre una gruesa capa de nieve. Advertencia: Cambios en la fisionomía genital de algunos personajes. YoonGi Alfa...