Tan azul como la nieve ~ Adaptación al YoonMin~

65:HyunAh

El peligro se acerca ya...

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Choi SooBin no mintió cuando al volver de su apresurada búsqueda dijo que Kim HyunAh llegaría muy pronto a Luperca. Aunque definitivamente a NamJoon le habría gustado que por un mínimo de amabilidad le hubiesen avisado que traería tanta gente con ella y no ponerlo de nervios apenas escuchar el número de gente que traía la emperatriz consigo por los reportes de los habitantes de Luperca.

Así dos carruajes de fina construcción seguidos de varias carretas con hombres y mujeres en ellos cruzaron medio bosque desde el norte antes de plantarse delante de la mansión a eso de la medianoche, dejando la marca de sus ruedas sobre la nieve fresca.

Ahora es NamJoon quien los espera con porte seguro, parado en la escalinata del frente de la mansión. Al lado suyo YoonGi, HoSeok, SooBin y varios sirvientes lo imitan y esperan imperturbables el momento justo para dar la bienvenida a la mujer. Todos enfundados bajo gruesos abrigos

Soldados Feliformes bajan de las carretas y anuncian con orgullo la llegada de su matriarca. Ambos carruajes son abiertos de sus puertas y de cada uno sale una persona de evidente procedencia real. Del primero baja una mujer de contextura delgada y facciones duras. Del segundo se asoma un hombre de rostro suave y cuyo cuerpo a pesar de ir cubierto hasta el cuello con una mullida capa de lana, denota el estado de gravidez del que goza. NamJoon asume de inmediato los nombres de tan distinguidas personalidades.

Pronto sabe que no se equivoca al acercarse YoonGi a la pareja y reverenciarlos en un saludo cordial y amistoso, por sobre todo respetuoso.

— Rey Min. — Saluda la mujer con sonrisa forzada y mirada atenta.

Dos ojos felinos delineados por tinta negra que no hacen más que resaltar su bien evidente innata belleza. NamJoon la observa atento y sigue los movimientos de su Rey.

— Emperatriz Kim. — Responde YoonGi con ese aire de superioridad que apenas parece recuperar desde aquella pérdida.

La mujer sonríe aún más.

— Qué halago es que me llame de tal modo pero me avergüenza aclarar que aún no soy Emperatriz. No como yo quisiera serlo. Aunque por supuesto, con mi visita dejo en evidencia que espero que usted me ayude en eso.

— Tenga por seguro que mi intención es la misma.

No solo de YoonGi, sino de todos en realidad. Y NamJoon le reza a La Luna que su idea sea la correcta.

~*~

— Su esposo no nos acompaña esta noche, veo.

Murmura la mujer al quitarse su abrigo y tomar asiento en el despacho de su hermano, justo a lado de la chimenea recién encendida, mientras toma de la mano a su emperador consorte. YoonGi baja la cabeza sin ocultar demasiado su pena. HoSeok los observa.

— Está un poco indispuesto. — Dice su hermano. — Recién hemos recibido a nuestros primeros hijos.

HoSeok huele el dolor que emana de la fragancia de su hermano al pronunciar esas últimas palabras y no es el único que lo percibe. La emperatriz HyunAh hace un gesto indescifrable y después mira al estómago de su esposo, mientras ambos se toman de la mano. Luego ella sonríe sin fines despreciables.

— Sepa Su Majestad que estoy al tanto de las calamidades que recién han azotado el Reino de Canidae y que en nuestro viaje he escuchado un rumor. De ser ello cierto tenga en cuenta que me lamento profundamente de vuestra pérdida. — La mujer aprieta el agarre sobre su pareja. — Mi esposo y yo hemos atravesado por la misma desdicha hace ya años y comprendo lo amargo de su estado. Espero que su esposo y usted se recuperen.