02. Secreto

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-Oh por dios, no.

Zayn miró con los ojos enormes como su hermano jalaba la puerta de la furgoneta, por su riel, para enseñarle lo que habia hecho. Un jadeo seguido por un maldición fue todo lo que pudo concebir deslizandola mientras observaba la forma masculina tendida sobre el suelo de la misma. Una cinta gruesa de color plateado cubria la mitad de su rostro mientras que sus manos habian sido forzadas a su espalda baja gracias a unas gruesas cuerdas que parecian estar lastimando la delicada piel de sus muñecas.

Su hermano habia dicho que lo haria pero Zayn habia ignorado completamente sus amenazas, creyendo imposible que su propio hermano fuese capaz de una cosa así. Pues, al parecer, si lo era ya que tenia a un joven maniatado en la parte interior de su vehiculo. Y no a cualquier joven, no. Al mismisimo Liam Payne. El mundialmente conocido cantante, sex simbol, modelo y lo más importante... el hijo mayor de la competencia.

Sacudiendo la cabeza, dio un paso atrás y se paso la mano por el cabello. Esto, simplemente no podia estar sucediendo.

-No puedo creer que hayas hecho una cosa así –murmuró, ¿en que estabas pensando?

Jack rodó los ojos, en un gesto exasperado Estaba pensando en la forma de solucionar nuestros problemas –lo miró- ¿Acaso piensas que ellos no hubiesen hecho lo mismo con alguno de nosotros si hubiesen tenido la posibilidad?

-Hace diez años que las familias Payne y Malik se han estado enfrentando y nunca nos sucedió nada. ¿Por qué tendria siquiera que pensar en algo asi? –replicó–. ¡Secuestraste a una persona, Jack! Esto es un delito.

-Cierra la boca, ¿quieres? –siseo el mayor-. Tu manten esa boquita cerrada y nada sucedera, ¿si?

-Oh claro, nadie se dará cuenta que el super famosisimo Liam Payne ya no esta a la vista -ironizo- ¿Tu eres tonto?

-Baja la voz, ¿quieres que todos nos escuchen?

-Yo... no lo sé. Esto sobrepasa los limites.

-Esto -apunto a la furgoneta-, ya esta hecho y tu eres mi complice, así que vas a tener que ayudarme.

-No -elevo la mirada en shock-. No, no, no. No puedes mezclarme en esto, Jack, no quiero entrar...

-O es eso o lo dejo pudrirse en el primer edificio abandonado que encuentre -elevo una ceja-. Tu no quieres eso, ¿verdad, hermanito?

Zayn se tambaleo, alcanzando la mesa de herramientas detrás de su espalda justo a tiempo para equilibrarse. No podia creer que su propio hermano fuese capaz de jugar con una vida de esa manera. No queria creer que su hermano era malo si lo pensaba, Jack siempre habia pero sido igual a su padre. Duro, egocentrico y violento, Jacob Malik se habia convertido en el hijo de puta más grande que habia pisado la tierra. Y Jack era exactamente igual.

-No –susurró-. No quiero que eso suceda.

-Entonces deja de hablar y ayudame. –hizo un gesto hacia la camioneta, hacia el inconsciente Liam-. Lo pondremos en tu habitación.

-¿Que? -chilló- ¿Por qué?

-Porque no tenemos sotano y no pienso ponerlo en la mía.

-Pero...

-¡Callate y ayudame!

La voz de su hermano logro que un escalofrio recorriera su cuerpo y antes de darse cuenta estaba corriendo para ayudarlo. No le convenia enojar a Jack o la pasaria mal, siempre sucedia. Tomando los pies de Liam, ayudo a su hermano a sacarlo de la furgoneta y a entrar a la casa por la puerta de la cocina que conectaba con la cochera.

La casa estaba totalmente en silencio, casi nunca habia nadie allí más que el propio Zayn. Su padre era tan dificil que tuvieron que renunciar a los empleados con cama para optar por un par de personas que venian una vez por semana para limpiar el lugar. Algo que les convenia a ambos ya que nadie los podia ver cargando el cuerpo de Liam por las escaleras hacia la habitación de Zayn.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora