11. Silencio

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Zayn despertó gracias al sonido de su celular sobre la mesa de luz. Frunciendo el ceño, parpadeo rápidamente e intento ver algo a pesar de la luz de la ventana que golpeaba su rostro. Una vez que su vista se aclaró, se encontró con el rostro dormido de Liam a pocos centímetros del suyo propio. El castaño se veía sereno, uno de sus brazos enroscado alrededor de su cintura manteniéndolo cerca mientras su respiración golpeaba su rostro con suavidad.

Por una vez en su vida, Zayn no quiso saltar de la cama tan temprano. Quería acurrucarse más cerca y quedarse allí hasta que el sol volviese a esconderse. Pero sabia que no podia hacerlo. Un vistazo sobre el hombro de Liam logró que se congelara mientras aceptaba que su felicidad mañanera había acabado.

Jack dobló su dedo en su dirección, diciéndole sin palabras que fuera hasta a él antes de hacer un gesto de silencio. Zayn asintió, entendiendo a su hermano mientras se deslizaba con cuidado fuera de los brazos de Liam, sin despertarlo y bajando de la cama, arrastrando los pies en dirección a la puerta.

Le faltaban solo un par pasos para llegar a ella cuando Jack lo atrapó de un brazo y lo sacó de la habitación con un jalón. Sus labios se apretaron en una linea recta para evitar chillar ante el maltrato mientras se paraba a mitad del pasillo y bajaba la cabeza en señal de sumisión, observando a su hermano por el borde de su cabello.

-¿Qué jodidos piensas que estás haciendo, imbécil? -gruño una vez que la puerta se había cerrado-. Mirame cuando te hablo.

Un sonido de dolor escapo de sus labios cuando la mano de Jack se enredó en su cabello, obligandolo a levantar la mirada-. Duele.

-Me importa una mierda si te duele, te tendría que dar una buena paliza para que aprendieras de una puta vez cual es tu lugar -el agarre se apretó, logrando que sus ojos se llenaran de lagrimas-. No llores o te daré reales razones para hacerlo.

-Lo siento. –susurró.

-No, no lo haces -negó-. Pero como soy un buen hermano, te voy a dar solo una advertencia esta vez: Mantente alejado del imbécil de Liam o voy a tener que golpearte, Zayn. Y tú no quieres eso, ¿verdad?

-No. -musitó.

-Entonces no quiero volver a encontrarte durmiendo con ese tipo -su rostro era una máscara de asco mientras lo miraba-. Es más, no quiero que estés en la misma habitación más de dos segundos o me voy a enojar.

-Pero es mi habitación. –su voz fue debil, las palabras muriendo antes de abandonar completamente sus labios.

-Duerme en el suelo si es necesario, no me importa –lo soltó con un empujón -Pero no te quiero con él, no quiero siquiera que le hables.

Zayn sintió sus ojos arder pero se forzó a no llorar mientras asentía suavemente-. Está bien.

-Ve abajo, el pequeño maricon que llamas amigo te está esperando -Zayn se volteo, dispuesto a irse pero la voz de Jack diciendo su nombre lo detuvo mientras giraba para mirarlo. Ni siquiera vio venir el golpe hacia su rostro hasta que fue demasiado tarde, la sangre brotó de su labio en donde la sortija que su hermano siempre llevaba impactó-. Eso es por haberlo soltado, ni se te ocurra volver a hacerlo.

-No lo haré. –la sangre brotaba de su labio a borbotones mientras apretaba la mano sobre la herida.

-Ahora vete antes de que se me acabe la bondad.

Poniéndose de pie con apuro, corrió a las escaleras y se apresuró a la cocina. Sus movimientos fueron automáticos mientras buscaba un paño y lo presionaba sobre la herida, una vez que la hemorragia se detuvo limpio la herida y envolvió hielo en otro paño, apoyándolo sobre el corte. Una vez que la herida estaba bajo control, se permitió entrar en pánico mientras las lagrimas corrían por su rostro con libertad.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora