25. Placer

859 66 14
                                    

Liam apretó a Zayn contra su pecho mientras salía de la piscina. La misma era climatizada pero no le parecía buena idea que el niño estuviera mojado, podría enfermarse rápidamente. Haciéndole un gesto con la mano a Bubba para que los siguiera, se dirigió a las escaleras internas y subió por las mismas a la segunda planta. Era un camino más largo pero tenía la impresión de que se acostumbraria a él rápido si seguía con la costumbre de cargar al moreno.

Una vez dentro de su dormitorio, se dirigió directamente al baño y abrió el grifo para que la bañera se llenara. La misma tenía un tamaño considerable, en ella podían entrar cinco personas sin problemas, era una de las cosas que más amaba de su casa. Solía meterse allí después del trabajo cuando estaba muy cansado, lo ayudaba a relajarse.

Sentándose en el borde de la misma, acomodó a Zayn a horcajadas sobre sus piernas y tomó los bordes de la mojada sudadera. Estaba a punto de quitarla cuando el moreno bajo los brazos y la apretó contra su cuerpo.

-¿Qué pasa? –preguntó extrañado ante esa reacción.

-La sudadera se queda. -decretó.

Liam sonrió- No puedes bañarte con la sudadera puesta, bebé.

-Si puedo –aseguró con un gesto obstinado-. Solo debo meter jabón dentro y hasta estaría lavando en el proceso, así que serian dos cosas de una sola vez.

-Eso se complicaria un poco –intentó levantar la tela nuevamente, logrando que el moreno la apretara más-. Zayn, no puedes meterte a la bañera con esta cosa. Además, está mojada y podrías enfermarte si te la quedas.

-Estoy bien.

-No -negó–. Un leve resfriado te envió al hospital, no voy a arriesgarme a que suceda de nuevo. Así que la sudadera se va.

-Pero... -intentó protestar con un puchero pero antes de que pudiese hacer nada, Liam le había quitado la tela sobre la cabeza.

Las pequeñas manos de Zayn cubrieron el centro de su pecho con rapidez. Su cabeza bajo, su cabello negro cubriendo su rostro. Liam lo examinó por un momento antes de levantar su cabeza con sus dedos, obligándolo a reunir sus ojos con él.

-¿Me dices que te pasa?

-Soy feo. -decreto con voz pequeña.

-¿De qué hablas, bebé? -preguntó con una sonrisa–. Tu eres la criatura más hermosa que he tenido la oportunidad de ver.

-No –su ceño se frunció con obstinación-. Soy feo.

-No lo eres -beso su nariz-. Eres precioso.

Zayn lo miró frustrado antes de apartar las manos, dejando a la vista la larga cicatriz en su pecho. Sus ojos estaban llenos de lágrimas cuando miró a Liam a los ojos- ¿Lo ves? Soy horrible.

La sonrisa de Liam no pudo ser evitada por más que lo intento. Simplemente no podía creer que una cosita tan hermosa como Zayn pudiese creer que era feo solo porque tenía una cicatriz. ¿Acaso no veia que eso lo hacía aún más lindo? Zayn era un luchador y la línea que marcaba su pecho era la prueba de ello.

Tomando al moreno de la cadera para evitar que cayera, Liam bajó la cabeza y apoyó los labios con suavidad sobre la cicatriz. Zayn jadeo e intentó alejarse pero el mayor lo mantuvo firme en su regazo mientras subía pequeños besos, asegurándose de cubrir la línea completa con ellos. Las pequeñas manos de Zayn se aferraron a su cabello, sus labios lo esperaban preparados cuando Liam terminó y subió la mirada para verlo. El beso que compartieron fue suave pero logró dejar sin aliento a ambos.

-Eres precioso y no voy a admitir discusión. -declaro.

Zayn lo miró con confusión pero como un niño obediente no discutió. Levantandolo de su regazo, Liam lo dejó en el suelo y alcanzó el elástico de los boxers del menor. El moreno se aferró a sus hombros y lo miró con temor mientras la tela se deslizaba por sus piernas. Su rostro estaba totalmente sonrojado para cuando los mismos tocaron el suelo, sus manos volaron a cubrir su entrepierna.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora