14. Mio

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Una vez que llegaron al hospital, Liam saltó de la camioneta aún acunando a Zayn en sus brazos y se dirigió a la puerta principal. Su padre, quien no habia hecho muchos comentarios luego de que le dijera el nombre completo del moreno, llegó detrás de él justo cuando daba un paso dentro de la sala principal.

Liam miró hacia todos lados, buscando a alguien que pudiese ayudarlo hasta que vio a una delgada rubia correr en su dirección. La chica ni siquiera le llegaba al hombro, llevaba un traje blanco que parecia demasiado grande para su cuerpo y una expresión preocupada mientras se apresuraba hacia ellos. Su coleta de rubios rizos se meció a los lados cuando se detuvo frente a ellos.

-¿Zayn? -jadeo, llegando al chico y tocando su frente antes de soltar una maldición. Volteandose, llamo la atención de otra enfermera detrás del mostrador -¡Jade, llama al doctor Niall Horan y haz que traigan una camilla!

-Estoy en ello -aseguró la chica con el teléfono pegado al oido.

La rubia dirigió sus ojos azules hacia Liam- ¿Tu quien eres? -parpadeó-. Lo siento, mala pronunciación, ¿que jodidos haces con Zayn?

-No creo que esa sea la forma de hablarle a alguien, señorita. -Geoff siseo hacia la chica.

-Luego de todas las cosas que he escuchado sobre sus familias, no voy a arriesgarme a dejar a Zayn cerca de alguno de ustedes. -aseguró, volteandose cuando vio la camilla ser traída y a Niall corriendo por el pasillo.

-Mierda, Zayn -jadeo cuando lo vio-. Ponlo en la camilla.

-Ha tenido fiebre por varias horas -informó Liam mientras dejaba al inconsciente moreno sobre la camilla. Niall lo miró alarmado-. Le quitaron su teléfono, no lo dejaban llamarlo.

-Ese hijo de perra. -masculló, palmeando el rostro del más joven suavemente- Vamos, Zy, despierta, cariño, no es hora de la siesta.

Liam observó como el rubio tomaba el estetoscopio colgado en su cuello y subía la camiseta de Zayn, apoyándolo sobre su piel mientras este despertaba lentamente-. ¿Ni?

-Hey, enano -saludo- ¿Qué sucede contigo ahora?

-Mi piel quema –susurró-. Creo que estoy por convertirme en la Antorcha Humana.

Eso logró que el rubio sonriera-. No quemes mi camilla, la necesito para los demás pacientes.

Zayn lo miró un segundo antes de apartar la mirada, buscando entre los rostros a su alrededor antes de detenerse en Liam y alzar la mano hacia él. El castaño la tomó rápidamente, sonriendo cuando el chico suspiró aliviado ante su toque.

-Debemos movernos a una habitación, quiero hacerte unos estudios rápidos, ¿si? –Niall habló y se movió con calma pero podía verse su nerviosismo en cómo sus manos temblaban cuando apartó el estetoscopio del pecho del más pequeño y lo devolvió a su cuello.

-¿Puede ir Liam? -musito, aferrándose a la mano de este.

-¿Estás seguro, cariño? –la rubia miró desconfiada al castaño antes de volver a Zayn.

Este le dedicó una ligera sonrisa- Está bien, Pezza, él no es malo como papá dice, en serio.

Ella no parecía muy confiada en ello pero dio un paso atrás y dejó que fuera Niall quien decidiera. El mismo asintió con la cabeza, haciéndole un gesto al castaño para que fuera con ellos mientras movía la camilla hacia una de las habitaciones privadas del hospital. Una vez dentro de la misma, el rubio comenzó a dictar órdenes a las dos enfermeras que estaban allí.

Zayn no tardo mucho en dormirse luego de que le quitaran sangre y lo conectaran a una máquina. Su mano siguió aferrada a la de Liam hasta después de que perdio la consciencia. El mismo miró preocupado a Niall quien le dio una sonrisa suave.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora