10. Historias de Amor

767 75 34
                                    

Revolviéndose bajo las sábanas, Zayn miró la forma dormida de Liam en la cama y suspiró. Su hermano había llegado a casa hace un par de horas y había hablado con el castaño a solas cuando Jack lo había enviado por un vaso de jugo a la cocina. No sabía lo que habían hablado, ya que cuando volvió su hermano se limitó a vaciar el recipiente sobre su cabeza, humedeciendo su cabello con el frío líquido justo antes de informarle que iba salir. Zayn solo había desatado nuevamente a Liam e ido a bañarse, para cuando volvió el chico había encendido la televisión y no le había dirigido la palabra hasta que murmuró un "Buenas noches" hacía unas horas.

No entendía. Zayn no entendia muchas cosas, lo aceptaba, pero Liam lo había tratado bien antes, ahora eran novios y eso lo habia puesto contento. Pero luego él lo habia ignorado. Y eso lo asustaba, los cambios siempre lograban que tuviese miedo. Cuando las cosas cambiaban siempre eran para mal en su vida, él siempre terminaba pagando los platos rotos. Y había muchos de esos en su camino.

¿Y si se iba con Liam y él luego comenzaba a golpearlo? No sabía cómo funcionaban las relaciones, la única que había tenido la oportunidad de ver era la de sus padres y eso no había sido bonito. Si cerraba los ojos, aun podía ver a su mamá tirada en una cama con muchas heridas y llorando porque su papá se había enojado con ella. ¿Que pasaba si Liam hacía lo mismo luego?

Entonces recordó algo que casi había olvidado. Su padre solia traerle flores a su madre cada vez que la golpeaba. Tal vez por eso ella se quedaba, él se portaba bien luego de eso y siempre pedia perdón. Zayn sabia que si algún día Liam lo golpeaba, él lo perdonaría por el precio de un beso. ¿Eso era bueno o malo? No sabía y odiaba no hacerlo.

Quitando la sabana de su cuerpo, salió del sofá y caminó hasta la puerta, saliendo de la habitación. Si no podía averiguarlo a través de alguien, iba a tocarle buscar en los libros. Ellos siempre lo ayudaban en todo, así que esta no debía ser la excepción. Bajando las escaleras, corrió por el pasillo hacia la biblioteca y se metió dentro, encendiendo algunas luces y sonriendo al ver la gran colección de libros.

La biblioteca ocupaba dos pisos y estaba realmente llena de libros, estos se remontaban desde su bisabuela y hasta él había agregado algunos libros a la colección. Por lo general, siempre se quedaba entre los libros de estudios pero esta vez se dirigió hacia la parte de novelas y romances. Sus manos se deslizaron por los lomos, buscando algún nombre que llamara su atención.

-Romeo y Julieta. –leyó, deteniéndose en uno que tenía las letras de un brillante dorado.

Había escuchado esos nombres antes pero nunca había leído el libro. Era pequeño por lo que decidió que ese serviria. Volviendo sobre sus pasos, salió de la biblioteca, asegurándose de cerrar la puerta antes de correr a su habitación nuevamente. Una vez que estuvo en la seguridad de la misma, se acercó a su closet y sacó la pequeña linterna que Harry le había regalado antes de sentarse en el suelo con el libro sobre su regazo.

No tardó más de tres horas en leerlo y se arrepintió muchísimo de hacerlo. No le había gustado esa historia, era triste. Sus ojos comenzaron a aguarse cuando se dio cuenta de que, al igual que en la novela, su padre y el de Liam se odiaban. ¿Qué pasaba si no los dejaban estar juntos como en esa novela?

El libro cayó al suelo con un golpe seco cuando comenzó a agitarse, todo era muy confuso en su cabeza y no le gustaba. Él no quería separarse de Liam aunque este lo golpeara luego, como lo hacía su papá, porque Liam si le hacía caricias. Tampoco quería que sus familias lo separaran como en el libro, eso lo pondria muy triste. No se dio cuenta de que había estado tarareando la canción de cuna hasta que los brazos de Liam lo rodearon, levantándolo del suelo.

Rápidamente se acurruco contra el pecho del mayor, escondiendo su rostro en su cuello mientras lo escuchaba entonar su canción. Se escuchaba mejor con la voz de Liam, era mucho mejor así. La cama se sintió suave cuando el castaño los acostó a ambos en ella, rodeándolo con sus brazos mientras Zayn seguía respirando agitadamente.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora