Stockholm Syndrome |Ziam|

29. El Proyecto de Lucy

-¿Que tú hiciste que?

Liam se aferró a la silla para no cruzar la habitación y estrangular a su pequeña hermana. Lucy por su parte, no pareció afectada por el tono de reprimenda, en vez de eso solo sonrió como solo ella podía hacerlo luego de una travesura y se dejó caer en el sofá.

-Hice que cerraran el shopping para poder ir de compras. -repitió con simpleza.

-¿Por qué? -casi chilló-. Podrías haber ido de compras como la gente normal, es más, hiciste eso ayer.

-Pero esto es algo importante, no puedo cambiar el estilo de una persona con gente alrededor, me desconcentro.

Masajeandose las sienes, suspiró-. Harry no es uno de tus proyectos, Lucy, no comiences una bola con todo esto.

-No seas amargado, hermanito –pidió-. Me aseguré de llamar a Marcus para esto, sabes que él es muy discreto. Nadie ha podido fotografiarnos antes cuando es él quien se encarga de ello.

-Antes no estaba Zayn. No puedo ponerlo en riesgo, Lucy, no puedo perderlo.

Ella sonrió comprensivamente-. Y no lo harás -aseguró-. Marcus dijo que había una fuga de gas, por ello cerró, nadie sabrá que estamos allí dentro.

Liam se pasó las manos por el rostro-. ¿Tenemos que ir?

-Por supuesto -dijo como si fuese obvio- Necesito una segunda y tercera opinión.

-¿Y la opinión de Harry no cuenta?

-¿Has visto cómo se viste? -preguntó- Ese niño necesita una intervención urgente.

-Tiene tu edad y yo no lo veo mal vestido.

Lucy hizo un gesto vago hacia él-. Claro, porque tú vas al último grito de la moda -asintió–. La moda te vio y gritó, le dio un síncope y la quedo.

-No tenias que ser tan dura. –se quejo.

Arrojando un beso en su dirección, se puso de pie-. Sabes que te quiero pero eres un asco en esto de la moda –trotó hacia la salida-. Voy por Harry, salimos en veinte minutos, apúrate.

Sabiendo de sobra que su hermana era capaz de ir a fastidiar a su bebé, Liam corrió escaleras arriba y fue a su habitación. Zayn estaba acurrucado en el centro de la cama, llevando solo una de sus camisetas que le quedaban enormes y con un libro apretado entre sus manos. Su ceño estaba fruncido hacia el mismo, lo que hizo a Liam preguntarse si el chico veía bien.

-¿Bebé? –lo llamo, deteniéndose en la puerta. Zayn levantó la mirada y le sonrió-. ¿Puedes decirme lo que dice mi camiseta?

-¿Uh?

Liam pasó su dedo sobre el estampado en la misma-. ¿Qué dice?

-B... -sus ojos se estrecharon antes de suspirar y negar con la cabeza-. No veo, debes acercarte.

-Creo que necesitas lentes, bebé. -entró al lugar, acercándose y sentándose en la cama- ¿Alguna vez alguien revisó tu visión?

-No, no creo -negó-. Yo puedo leer cuando estás cerca, a veces las cosas se tornan borrosas si están lejos.

-Mmm –lo tomó de un pie y lo arrastró en su dirección- ¿Hace cuánto no ves bien?

-No sé -se encogió de hombros-. Hace unos años.

Asintió–. Debemos revisar eso. -dejo un beso en sus labios antes de palmear suavemente su trasero-. Levántate. Lucy quiere que vayamos con ellos de compras.

-¿Otra vez? Fuimos ayer.

-Acostumbrate, Lucy es una adicta a las compras -sonrió-. Además, será divertido ver cómo disfraza a Harry.