Abriendo la puerta para dejar pasar al moreno, Liam salió detrás de él y lo atrapó en sus brazos, sonriendo cuando el menor soltó una risa tonta y se aferró a su cuello. Zayn, además de ser pequeño, realmente no pesaba nada por lo que Liam podía levantarlo sin un real esfuerzo. Acomodandolo contra su pecho, caminó por el pasillo, bajando las escaleras y hacia la cocina.
-¿Estás seguro de que a tu madre no le molestara que use su cocina? -musitó el moreno mientras Liam lo sentaba sobre la mesada.
-Estoy seguro de que no –su madre había estado arrepentida del modo en que había tratado a Zayn, así que no había manera de que se enojara. Liam se acerco y dejo un beso en su mejilla-. Es más, ella no ha tocado esta parte de la casa desde hace siglos. Tal vez puedas hacer que recobre su amor por la cocina.
-Mamá cocinaba todo el tiempo -comentó Zayn, mirando a su alrededor-. Siempre hacía torta de chocolate cuando sabía que Harry iría a casa, por eso él siempre la pide.
-¿Qué edad tenias cuando tus padres se divorciaron? -pregunto lo más sutil posible.
-No sé. -se encogió de hombros-. No me acuerdo, ella se fue un día hace tiempo pero no recuerdo cuanto.
-¿Qué pasó luego de que ella se fue?
Zayn se estremeció en sus brazos-. Papá se enojó. –susurró-. Aún no tenía su bastón pero también me dolió mucho.
-¿Qu-e tan pequeño eras? -presionó suavemente.
-Yo entraba de pie bajo la mesa –dijo luego de un momento, con el ceño fruncido-. Corrí por allí pero él era más rápido y me atrapo.
-¿Y luego?
La respiración del moreno comenzó a agitarse mientras miraba a su alrededor-. ¿Puedo cocinar? -susurró-. Harry vendrá, debo hacer la torta.
Liam lo apretó suavemente contra su pecho y beso su cabeza-. Soy un asco en la cocina pero puedo ayudarte si quieres.
-Si, me gustaría.
Sonriendo, bajo al chico de la mesada y lo ayudo a buscar los ingredientes. Pasaron los siguientes veinte minutos rebuscando en los armarios por las cosas necesarias, ya que Liam estaba igual de perdido que el moreno en cuanto a donde se encontraban las cosas.
-Revuelve –pidio Zayn, pasándole un bol con mezcla a Liam. El castaño comenzó a batir sin preocuparse hacia dónde, logrando que el moreno soltara un grito ahogado-. Así no.
-Estoy batiendo, me dijiste que lo mezclara. –señalo, deteniéndose.
-Te dije "revuelve" no "bate" –le quitó el bol-. Son dos cosas distintas.
-¿Que tienen de distinto? -preguntó confundido-. Los ingredientes se mezclan, ¿cual es la diferencia?
-Puse polvo de hornear allí, si lo bates hacia cualquier lado la torta quedará baja, siempre debe ser hacia el mismo lado –explico-. No sé por qué pero es así.
-Bien, lo siento, no lo sabía.
-No lo sabes porque eres un burro. -susurró, logrando que la boca de Liam se abriera en shock. Acercándose al moreno, lo abrazó apretadamente y gruño contra su cuello-. Liam, no.
-¿A quien le dijiste burro, pequeño mequetrefe? –mordisqueó la piel de su hombro suavemente, logrando que el menor riera, revolviéndose en un intento de escapar.
-Liam –rió-. Tu barba pincha.
Eso solo logró que el castaño resfregara más su rostro contra él-. Oh, ahora soy un cactus. Que feo, Zayn, que feo.
-No eres un cactus -aseguró-. Eres lindo, ya basta, me quedo sin aire. ¡Li!
-Pobre bebé -Liam besó su cuello.
Pasos de tacones se escucharon en el lugar antes de que Karen Payne entrara a la cocina y los mirara. Liam la vio sobre su hombro, logrando que Zayn también se volteara para ver quien había entrado. El moreno se estremeció en sus brazos y el mayor sabía que estaba esperando un ataque.
-Hey, mamá –dijo pasando sus manos por los costados del más pequeños-. Estamos haciendo una torta de chocolate.
-¿Tú? ¿Cocinando? -Karen elevó una ceja.
-¿Por qué te parece tan raro? -jadeo, haciéndose el ofendido-. Yo puedo cocinar.
-Cariño, yo te tuve -señalo-. Tu serias capaz de lanzarte en medio de una horda de zombies come cerebros antes de tener que acercarte a una cocina.
Una pequeña risita cantarina, hizo que el castaño bajara la mirada para mirar a Zayn quien se cubría la cara en un intento de ocultar su risa-. ¿Te estás riendo de mi, pequeño? –le hizo cosquillas, logrando que el moreno se carcajeara-. Pequeño atrevido.
-No, no me rio de ti, no lo hago –aseguró entre jadeos, intentando alejarse de las manos del más grande.
Liam se detuvo cuando vio que realmente comenzaba a quedarse sin aire. Beso su sien-. Bien, quiero creer que no estabas riéndote de mi.
-Hola, Zayn -la voz de Karen diciendo su nombre, logró que Zayn se detuviera de golpe y se inclinara un poco para poder ver a la mujer por un lado de Liam. Aun manteniendo parte de su cuerpo oculto detrás del castaño.
-Hola. -susurró con los ojos enormes.
-Siento haberte asustado más temprano -se disculpó-. Es que no he tenido muchos... encuentros amables con tu familia.
Liam observó al chico de cerca, midiendo su estado de ánimo. Zayn solo se mordió el labio y asintió suavemente-. Yo tampoco. –se movió sobre sus pies, acercándose más al pecho del mayor-. ¿Ya no está enojada conmigo?
-No estaba enojada contigo –explico con suavidad–. Estaba preocupada y reaccione mal, lo siento.
Zayn parpadeo–. Está bien -musito con el ceño levemente fruncido-. No fue tan malo, no dolió.
-¿Qué quieres decir con que no dolió? -preguntó Karen un tanto alarmada.
Eso logró que Liam la mirara confundido, preguntándose cuanto exactamente le había explicado su padre. Al parecer, el hombre se había salteado un par de detalles en su relato.
-Mamá, Zayn estaba preocupado porque te enojaras con él por usar tu cocina –intercedió Liam- ¿Verdad que no lo estas?
Karen sacudió la cabeza con suavidad-. No, por supuesto que no -aseguró-. Puedes usar la cocina cuando quieras, Zayn.
-Gracias. –susurró, volteandose para seguir haciendo lo que estaba haciendo con el bol.
La mujer aprovechó ese momento para hacerle una seña confundida a Liam. Este hizo lo único que se le ocurrió. Acercándose a Zayn, colocó una mano en su cadera y subió la tela de su propia camiseta, la cual le quedaba enorme al moreno, y dejó a la vista las feas cicatrices que cruzaban su espalda. Sin preguntarlo, Liam sabía que habían sido producidas con el bastón del que el pequeño le había comentado.
Karen se cubrio la boca cuando un jadeo escapó de sus labios, las lágrimas hicieron brillar sus ojos mientras miraba al pequeño chico, quien permanecía ajeno a lo que sucedía sus espaldas. Dando un paso al frente, le dio una sonrisa tranquilizadora a Liam.
-¿Quieres que te ayude en algo, Zayn? –preguntó con dulzura extrema.
El moreno parpadeó hacia ella, mirando a Liam brevemente, buscando la aprobación del mismo antes de volver a la mujer-. ¿Puedes derretir chocolate? -pregunto-. Siempre la cubro con chocolate.
-Puedo hacer eso. -aseguró, apresurándose a realizar la tarea.
Liam sonrió contra el cabello de Zayn, observando a su madre arrojar su fina chaqueta a un lado para ponerse a cocinar. Oh si, miss Karen Payne habia adoptado un nuevo polluelo y tenía la impresión de que seria una fiera con él en poco tiempo.
Zayn conocería lo que era el verdadero amor de familia pronto.
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Stockholm Syndrome |Ziam|
FanfictionAutora: @Always_nina Quiero aclarar que esta historia NO es mía, es de Always_nina así que todos los créditos son para ella. Me comuniqué con ella y me autorizó subir sus anteriores historias, l@s invito a que vayan a su perfil y lean sus nuevas his...