21. Acosador

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Harry se agacho detrás de unos arbustos, flexionando sus piernas en un intento de parecer pequeño aunque no podia evitar que sus disparatados rizos sobresalieran sobre las ramas de la planta. Haciendo un hueco con sus manos a través del follaje, colocó su cámara en el mismo y espero. Según su reloj, la campana sonaria en diez minutos pero como no tenia nada importante que hacer decidio que podia esperar.

Varias personas que pasaron por allí y lo vieron, se limitaron a saludarlo o sacudir la cabeza en su dirección. Harry no era el tipo de persona que pasara desapercibido exactamente. No solo porque era alto y bastante llamativo fisicamente, sino que su extraña personalidad era dificil de pasar por alto. Desde haberse colado en los vestuarios del equipo de basquetbol a correr desnudo por los pasillos, el chico se habia encargado de volverse conocido entre los estudiantes.

Una sombra cayendo a su lado, logró que volteara la mirada en esa dirección y rodara los ojos. Camila Cabello, su prima o algo asi, se dejo caer a su lado y lo miró. Ellos no tenian una buena relación, no desde que la morena lo habia delatado con su madre cuando encontró a Harry besando un chico. En su defensa, tenia ocho años y habia besado al muñeco con el que se realizaban los ejercicios de primeros auxilios, ya que el otro niño habia huido antes de que Harry pudiese terminar con su experimento.

Harry habia pasado los últimos doce años vengandose de ello pero aun le picaba que su madre se hubiese dado cuenta de su gusto por el mismo sexo de ese modo. De igual manera, Anne lo habia aceptado sin chistar. Eso no le quitaba lo chismosa a Camila.

La morena giró un rizo oscuro en su dedo indice y lo miró- ¿Qué haces?

-Buscando caracoles. -ironizo.

-Perdón, hice la pregunta incorrecta –rectifico-. ¿Por qué haces esto de nuevo? Pareces un maldito acosador.

-No digas "maldito" queda feo que una chica lo diga.

-Tu lo dices.

La miró como si fuese tonta-. Yo no soy una chica.

-Casi me engañas –explotó el globo de su chicle antes de suspirar-. En fin, deberias dejar de hacer esto. Pareces una novia obsesionada, comienzas a asustarme.

-No te preocupes, si llego al punto del asesinato te daré cinco minutos de ventaja antes de seguirte.

-Oh gracias, que amable de tu parte bufó–. Ahora, hablando en serio...

-Yo estaba hablando muy en serio –aseguro-. Hasta afile las cuchillas de mamá.

-Comienzas a hablar como el tipo de Psicosis.

-Dime Norman Styles desde ahora. –soltó una risita que intento ser malévola y termino pareciendo la de un perro ahogándose.

Camila hizo un gesto fastidiado, alejando el cabello de su rostro-. ¿A quién esperas? -cambio de tema-. Por favor, no me digas que a Louis.

-Por supuesto que espero a Louis -dijo obvio–. Hoy trajo jeans rojos.

-¿Y?

-Que se le marca el trasero de forma increible. -comentó-. Casi caigo de cabeza en el medio del pasillo cuando lo cruce, necesito una foto de eso.

-¿En serio, Harry? ¿No te basto que llamara a la policía, tienes que seguirme hasta aquí?

La aguda voz a su espalda hizo que el rizado cerrara los ojos por un momento antes de voltearse, observando la expresion enojada de Louis. El castaño estaba inclinado hacia él, la luz dando en sus ojos azules lo hacia parecer aún más furioso aunque por la forma en que su mandibula se apretaba se veia que estaba lo suficientemente molesto para golpear a alguien.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora