LXVIII. La más profunda de las oscuridades.

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Minutos después de que Turner abandona la casa, me siento un poco abrumada por mis pensamientos, se me hace un poco difícil concentrarme en la lectura que estaba haciendo por lo que decido tomar mi teléfono y salir a dar una caminata a la playa.

Bajo las escaleras del acantilado hacia la costa. Siempre lo he dicho, no hay lugar que me anime más que el mar.

Es una vista hermosa, la anaranjada piedra del acantilado manchada con unos tonos de verde gracias a la vegetación costera, más abajo la arena lisa bañada por el turquesa océano Pacífico. El aroma a salitre inunda mis pulmones, escucho los graznidos de un grupo de gaviotas que sobrevuelan mi cabeza, el inconfundible rugir del mar. Es casi como volver a nacer.

No pretendo alejarme ni tardar demasiado, por lo que pongo un timer en mi teléfono

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No pretendo alejarme ni tardar demasiado, por lo que pongo un timer en mi teléfono. Asumo que 40 minutos serán más que suficientes.

Llego hasta abajo, me quito los zapatos e inmediatamente mi piel se eriza con la sensación de la fría agua del mar. Suelto una risa espontánea.

Mantengo mi mente en blanco, me centro en lo que perciben mis sentidos... Olor a sal, arena húmeda y fría bajo los dedos de mis pies, gaviotas volando, una brisa costera refrescante.

De pronto mi teléfono empieza a sonar, lo saco de mi bolsillo para mirar la pantalla.

"Llamada entrante de Hal Flender"

Recuerdo mi estúpida paranoia sobre que la policía tiene intervenidos nuestros teléfonos, por lo que decido no responder. Me tomaré estos minutos para mí misma y después me preocuparé por los desastres del resto del mundo.

Después de varios minutos contemplando las maravillas de la naturaleza, decido regresar a la casa con ánimos renovados

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Después de varios minutos contemplando las maravillas de la naturaleza, decido regresar a la casa con ánimos renovados.

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Siento una mano acomodar el cabello que cae sobre mi frente, abro los ojos con rapidez, algo exaltada. 

-Tranquila, soy yo, lo siento, no quería asustarte.- Menciona Alex Turner con una cálida sonrisa en los labios.

La habitación está bañada por una hermosa luz dorada de los rayos de sol que atraviesan la ventana, una ráfaga de aire proveniente del exterior refresca todo el lugar; el clima es muy agradable, diría que es una tarde perfecta, claro, si no estuviésemos prácticamente jugando a los detectives para resolver el intento de homicidio del que fui víctima.

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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