capitulo 44:juego perdido

60 43 20
                                    

Noah:

Al día siguiente de decirle la verdad a Elina fui a casa, tenía que enfrentar también a mí madre,ella también había sufrido mi ausencia.

Toque el timbre y abrió Maisy.

—¿Donde está?—pregunté por mi madre.

—Está en la cocina—entre con un ramo de rosas y me pare frente de ella,la cual estaba en shock y no era para menos,ella le había llorado a su hijo muerto. El problema es que no lo estaba y ella no lo sabía.

—Noah,querido—su voz era dulce y se acercó a mí.—Eres un hijo de puta,¿Como te atreves a hacernos ésto,a mi,a Elina y a tu hermana?—me dio una cachetada,una merecida.

—Oh no madre, Maisy lo sabía—y mi madre la fulminó con la mirada mientras yo me reía en su cara de asustada de mi pequeña hermana. Si mi madre odiaría a alguien por ésto tendría que ser a los dos.

—Él me obligó—me apunto con el dedo queriendo se limpiar las manos ante está situación.

—Contigo hablaré más al rato Maisy—¿Por qué lo hiciste Noah?,ésto no tenía que ser así—mi madre quería explicaciones.

—Ok te explicaré pero ahora necesito su ayuda—Maisy levantó las manos.

—Oh no, ni me mires,yo ya no te voy a ayudar—nos reímos ante el supuesto miedo que tenía por la chancla de mi madre.

—Vamos Maisy, ayuda a tu pobre hermano—intenté convencerla.

—!Agh! ¿A qué quieres que te ayudemos Noah?

—A recuperarla—estaba de sobra el decir porque y mis dos hermosas compañeras me ayudaron.

—Primero te irás a bañar porque hueles a muerto—mi madre se rió ante su intento de broma,Maisy y yo solo negamos con la cabeza y suspiramos.—Nadie tiene humor en esta casa—se quejo ella

Subí al cuarto y lo primero que vi fue la pijama de Elina que estaba bien doblada encima de la cama,me senté y la olí.

El aroma a rosas y jabón era tranquilizador y exquisito. Elina olía a flores y su ropa lo comprobaba.

Me di un baño,me puse un traje y baje las escaleras.

—Bien ¿Y ahora? ¿cual es el siguiente pasó?—pregunté con desesperación.

—Vámonos, iremos a la casa de Elina y le vas a pedir perdón—ante eso apareció una sonrisa.

Elina me había hechizado en cuerpo y alma y de eso ya no había remedio (tampoco quería uno).

Íbamos en camino cuando mi madre me ordenó parar en una tienda de regalos.

—¿Por qué paramos?

—Le llevarás rosas o chocolates no sé yo,es tu novia—asentí ante el apelativo.

—No le gusta el chocolate amargo ni el blanco,no le gustan las rosas blancas solo las rojas ¿Que tal si le compro un libro?—sugerí.

—¿Un libro?—me miro mi madre con curiosidad.

—Si,a ella le encantan los libros tanto como a mí—era algo más que teníamos en común. Cuando a Elina le gustaba un libro ella lo leía mientras me acostaba en sus piernas y cada que veíamos una frase o una parte del libro que decía lo que nosotros teníamos o que completaba nuestra personalidad,lo decíamos.

—Ok yo y Maisy escogemos las rosas, tú busca el libró—y entre a la librería de a lado de la tienda de regalos.

Las librerías son pasajes a nuestra realidad deseada,cada libro que esta en un estante es un mundo diferente con el cual al abrir la página nos transporta de aquí a un Reyno o a una batalla.

Ese es el poder de un buen libro.

—Bien ¿cuántas rosas compraron madre?—la cuestioné.

—Una docena querido—y negué con la cabeza mientras las dos mujeres me miraban.

—No no madre,ella merece más.

—Oh claro que lo sabemos pero primero tiene que perdonarte, después puedes llevarle toda la florería si quieres—se que tenían razón esas palabras llenas de sarcasmo.

Conduje hasta la casa de los padres de Elina y entre más me acercaba más nervioso me ponía.

—¿Y si no me perdona?—empecé a cuestionarme.

—Lo hará—me aseguraron.

—Pero ¿Y si no?

—Vamos hijo, esa mujer te ama más de lo que puedo imaginar—mi madre intentaba calmarme.

—Ah madre,tengo miedo de que no lo haga—me estacioné enfrente de su casa.

—Nunca había visto ese sentido de debilidad e inseguridad en ti—la miré.

—Bueno tampoco estuviste muchos años conmigo como para ver cómo era antes de ella—y en cuanto acabé me arrepentí de haber mencionado esas palabras,mi madre no dijo nada—Lo siento,no pensé en decirlas—me corregí.

—No ahora pero las querías decir y está bien,tienes razón, apenas llevo unos 4 años conociéndote y lo lamento—sus palabras me dolieron de alguna forma y baje del coche.

Mis manos sudaban de una manera impresionante.

¿Cómo pude llegar a este punto?.

Toque el timbre y ahí estaba,esa mujer tan hermosa vestida con un pantalón y una blusa azul holgada,con el pelo recogido en un moño desordenado.

En cuanto me vio cerro la puerta en mi cara y eso me llevo al día que vine a pedirle perdón,. Y si,no lo hice pero me cerró la puerta en la cara.

—Maleducada—grité mientras se iba todo rastro de nerviosismo.

Subí al coche y me senté en silencio unos minutos,tome las rosas y volví otra vez a la puerta.

—¡Vete al infierno!—me grito volviendo a cerrar la puerta sin siquiera tomar las rosas.

—Oh querida ¿De donde crees que provengo?—susurré y volví al carro. Mi madre me miró confundida y Maisy solo se reía viendo como si esto fuera un show.

—Debe ser la cantidad de rosas,les dije que trajeran más—dije ya rendido.

—Enserio que eres un idiota sin sentido común—dijo Maisy mientras me pasaba el libro que había comprado.

—Vuelve ahí,no te rindas—me alentó mi madre.

Salí del auto y leí la frase que estaba subrayada,era perfecta.

—No vuelvas a cerrar esa puerta—le ordené poniendo mi pie en la está.

—¿No me dejarás cierto?—preguntó.

—No quiero ni puedo hacerlo.

—De verdad creí que estabas muerto,iba todos los días a tu tumba pidiendo que vinieras aunque sea cinco minutos para que me ayudarás a reparar mis heridas porque eres el único que puede hacerlo, sin embargo estaba tan mal que no me pare a pensar en que tú las provocabas estando consciente—sus ojos se ponían llorosos.

—Es al separarse cuando se siente y comprende la fuerza con que se ama—le recite la frase de aquel libró (crimen y castigo).

—Citando frases de un libro no lograrás mi perdón—eso lo sabía pero tenía que intentarlo.

—Perdóname Elina,te amo—y tomé su mano,siempre tan suave como ella misma.

—No deberías—comentó.

—No entiendo.

—Yo sabía que era tu padre quién había abusado de mí—estaba confundido.

—¿Eso que mierda significa?—le solté la mano,la cual se volvió fría.

—Quiere decir que nunca te amé—sus palabras me rompieron.

El amor es veneno,un dulce veneno sí; pero te matará igualmente.

Insensible © +18 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora