Giorgio.
- Dormiré con Eva. - avisa Esteph tomando su pijama de la maleta. - Nos vemos en el desayuno. - besa castamente mis labios.
- Nos vemos. - asiento. - ¿Crees que debería llamar a Dimitri?
- A Dimitri ni siquiera le interesa. - alza los hombros. - Si de verdad le importara Eva, hubiera cancelado sus planes o lo que sea que tuviera, esto es importante. - se que le molesta, por que me lo ha dicho.
- Son asuntos importantes. - recalco, ella me asesina con la mirada.
- Esos no son asuntos importantes, estas hablando de los sentimientos de Eva, su novia, ella es importante, no está bien, ha perdido a una de las personas mas importantes en su vida. - suelta enojada. - si la situación fuera al revés, si Dimitri hubiera perdido a alguien importante, ella estaría ahí con él, no importa que, pero como lo he venido diciendo, él no la merece.
- Lo llamaré.
- Como sea, me voy, buenas noches. - me toma de los hombros y besa mi mejilla. - Te amo.
-Te amo. - le guiño antes de que salga de la habitación. Tomo mi celular para llamarlo, pero hasta la tercera llamada contesta.
- ¿Qué?
- ¿Por qué mierda sigues en Italia? - lo pongo en altavoz mientras me pongo mi pijama. - Su abuela murió, Dimitri, ella está muy mal.
- Creí que solo estaba enferma.
- Pues ahora no, Dimitri, asi que si ella de verdad te interesa, ven, coglione (idiota). - cuelgo lanzándome a la cama para dormir.
Esteph.
- Papá ya sabe que estás aquí- habla Chris en cuanto salgo dejando a Eva sola en su habitación del hotel mientras toma un baño. - Le he dicho que has venido con ese chico y los ha invitado a comer. - lo miro mal de inmediato. - ¿Qué?
- No podemos. - me niego con nerviosismo. - estaré con Eva.
- Llámalo y díselo tú misma. - ríe. No puedo presentarle a papá a Giorgio, imposible, pero tampoco puedo decirle a papá que no. - Entonces después del funeral los vemos en Mugaritz. - se va sin más, me doy la vuelta entrando a la habitación donde Gio descansa sobre la cama.
- Giorgio... - me siento a su lado. - Papá sabe que estoy aquí contigo, quiere invitarnos a comer. - susurro, porque para mí esto es algo grande, jamás he presentado a un chico con mis padres. - Si no quieres está bien...
- ¿No quieres que vaya? - se sienta mirándome, niego.
- No es eso... es peligroso. - niega.
- Estará bien. - asiento indecisa.
Apenas llegamos al funeral mi a mis padres acercándose a lo lejos llevan en mano unas flores para entregar, mamá me sonrió con emoción y yo le respondí con una pequeña mueca, me muero de nervios, papá hacía unas llamadas al parecer importantes, en cuanto me vio tomó a mi madre de la mano y se acercó.
- No llegaste a casa. - es lo primero que me dice, examina a Giorgio de pies a cabeza, pero este ni se inmuta. - ¿Este es tu novio?
- Giorgio Caruso. - Gio extiende su mano cortésmente haciendo que él y mi padre se saluden.
- Mayor Santiago Reed. - dejan de agitar sus manos y Gio saluda a mi madre.
- Catalina Ferrer. - ambos sonríen. - Hija. - mi madre no se contiene y me abraza. - te extrañamos mucho, me alegra que ya estés en casa. - se separa de mí y besa mi mejilla haciéndome sonreír. - Tu padre ha reservado en Mugaritz. - asiento.
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PHOENIX
Teen FictionTodos saben lo qué pasa con el fénix. El fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave fénix siempre única y eterna. Eso paso con Eva Carmont, la chica dulce que Dimitri Pavlovsky solía conocer tuvo que mor...