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OCTUBRE AÑO PASADO

Mi festejo de cumpleaños familiar había terminado, pero mañana habrá una fiesta en una hacienda de uno de nuestros viejos vecinos de la colonia militar en donde vivíamos antes de la tragedia familiar que tuve.

Mi padre era Mayor de la armada de México, junto al padre de Esteph trabajaban juntos, es de ahí que la conozco, además que éramos vecinas en la colonia militar, la colonia se divide en dos, una parte en donde están los altos mandos del ejército, tiene mucha seguridad y las casas son mejores que el otro lado, nuestras madres también son amigas, así es como conocí a Esteph, su hermano y a Carlos su mejor amigo. Cuando yo tenía 10 años papá tuvo un accidente en una de las misiones contra el cártel mexicano donde perdió movilidad de una pierna y entró en depresión y en el alcohol, tomo malas decisiones entre ellas salir de la colonia militar pues se sentía la burla, así que nos mudamos y perdimos muchos de los privilegios que teníamos, entró en las apuestas, etc.

- Papá accedió a dejarme ir solo si Christian iba conmigo, y ya lo he convencido. - dice Esteph con emoción, a pesar de ser mayo de edad su padre seguía privandola de muchas cosas.

- Nos quedaremos por la noche, Carlos vendrá por mi a casa así que allá nos veremos. - sonrío muy entusiasmada. La madre de Esteph me ha invitado a almorzar así que ambas nos dirigimos a su casa, pasamos por la central en donde Christian y Carlos entrenan pues ambos ahora son tenientes del ejército.

- ¡Niñas! - gritan detrás de nosotras, ambos trotan sudados hasta llegar a nuestro lado.

- No somos niñas. - digo molesta por su costumbre. - Si te diste cuenta acabo de cumplir 22.

- Me di cuenta, gracias. - sonríe Carlos. Carlos es la persona más dulce, comprensiva y alegre que he conocido, siempre está ahí para ayudarnos.

- Mañana será un gran día. - chilla Esteph y su hermano pasa su brazo sobre sus hombros. - Me pondré súper ebria.

- No, no lo harás. - Chris se pone serio.

- Si, lo haré. - sonríe. Todos llegamos a casa de la familia de Esteph.

- ¿ Cómo están? - llega la madre de Esteph con una sonrisa, una mujer bien vestida. - Espero que tengan hambre, venga hice lasaña.

- Mi favorita. - Christian besa la frente de su madre quien se queja por el sudor.

Comemos entre risas pero todo se detiene en cuanto el padre de Esteph entra a casa. - Hola papá. - saluda Esteph y él le sonríe.

- Hola, sigan comiendo. - mira a su esposa y ella se levanta de la mesa disculpándose. - Christian, el capital Sosa me informó que has estado faltando a las juntas.

- Seguro es un error. - rueda los ojos Christian.

- Cariño. - la mujer besa la mejilla de su esposo y ambos se retiran.

- Christian. - Carlos exagera una voz grave haciéndonos reír en la mesa. - Tu madre es una santa por estar con ese hombre.

- Mjm. - Esteph no se lleva de lo mejor con su madre, pues para ella no es un ejemplo a seguir. - Una santa. - ríe negando.

Al día siguiente estaba muy emocionada porque llegará Carlos para irnos a la fiesta, apenas llegamos a la hacienda corrí a buscar a mis amigos, la hacienda es gigante con muchas habitaciones y una alberca grande. Este tipo de fiestas grandes no son mis favoritas siempre, sin embargo estoy festejando mi cumpleaños atrasado así que me enfoco en divertirme.

- Shot, shot, shot. - todos dicen en coro mientras Esteph y una chica compiten en quien termina los shots más rápido a lo cual mi amiga la vence.

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