- ¿Puedes apresurarte? - alzo la voz a mi amiga Estephania, mi mejor amiga desde que somos niñas, juntas decidimos que cuando fuera el momento, o mejor dicho cuando tuviéramos el dinero suficiente, viviríamos en Madrid, sin embargo, tuvimos que venir por otras razones - Lo mismo desde la prepa. - niego cuando termina de comer. Es la persona más impuntual que he conocido en mi vida, siempre tarde si no fuera por mí, no estaría temprano en eventos importantes.
- Solo fueron cinco minutos. - rechista limpiándose con una servilleta. Nuestros padres vinieron a dejarnos, los convencimos de que nos dejaran entrar solas, aunque estoy lo suficientemente segura de que debe haber alguien vigilándonos en cubierto.
- Debemos ser puntuales, debemos ser responsables, vamos a vivir solas en otro país. - suspiro y ella asiente sonriendo.
- Soy muy puntual. - ríe.
PASAJEROS CON DESTINO A MADRID, ESPAÑA ABORDAR POR LA PUERTA 8.
- Es nuestro vuelo, vamos Eva. - me jala del brazo y comienza a correr conmigo a su lado.
- Ay Esteph. - chillo emocionada. - Adiós México, hola independencia. - sonrío y ella me imita. - comenzaremos nuestra nueva vida, solo las dos y dejaremos nuestro país, todos los problemas se quedarán aquí, allá seremos libres y felices. - digo sin poder creerlo.
-Así mismo. - reímos felices.
3 meses después.
Milán, Italia
- Ay, pero que guapa. - me hace dar una vuelta Esteph. - Te queda precioso ese vestido. - me mira de pies a cabeza y yo la miro a ella, ambas usamos vestidos cortos para nuestra noche de antro, pues desde que llegamos a Madrid decidimos que haríamos un pequeño viaje a Italia y ahora ambas nos vestimos para salir a bailar en Inferno, un antro famoso en Italia y súper exclusivo por lo que vimos.
- Tú no te quedas atrás. - la señaló y ella sonrió coqueta. - Pero... ¿no crees que sería mejor algo más largo? - me mira mal. - Me encanta, no me mal entiendas, pero estamos solas, de noche y no sé...
La verdad es que vivir en México y ser mujer al mismo tiempo es todo un reto, nos mudamos a Madrid y no es como que las cosas hayan parado, el miedo constante es natural en nosotras y nos persigue a donde vayamos.
- Eva. - me toma por los hombros para que le preste atención. - No estamos en casa, tendremos mucho cuidado ¿ok? - asiento.
-Igual yo no bebo mucho. - digo y ella hace una pequeña mueca.
- Pues yo me pondré full. - ríe. - Vámonos. - ambas tomamos nuestro bolso, a pesar de estar en Italia habíamos decidido estar en un hostal, al final de cuentas en estos viajes duermes muy poco.
Tomamos un taxi hacia el antro Inferno, decían que era bueno. Tendría que ser bueno, después de todo viajamos desde Madrid a Milán sólo por una buena fiesta, aunque me gustaba ir de fiesta, para mí no era indispensable beber, mi padre había tenido varios problemas por el alcohol, as que lo evito a toda costa si no es un momento importante o no estoy en casa.
Llegamos al lujoso y famoso Inferno, el lugar es gigantesco, personas fuera fumando, y uno que otro guardaespaldas con ellos, parecía por fuera un museo, paredes blancas con detalles dorados, pero al entrar todo cambiaba, apenas veías el rostro de las personas y las luces rojas hacían verlo como su nombre lo decía.
- Por dios santo, asi que asi se ve salir de fiesta en el primer mundo. - me dice Esteph alzando la voz por la música. Es cierto, para nada se parece a un antro en México, o en Madrid no hemos visto algo así.
- Ni que lo digas, anda, vamos a disfrutar. - la arrastro conmigo a la pista de baile, la música electrónica suena por todo el lugar, pero a pesar de que los lugares son geniales, no se disfruta la misma música.
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PHOENIX
Teen FictionTodos saben lo qué pasa con el fénix. El fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo la misma ave fénix siempre única y eterna. Eso paso con Eva Carmont, la chica dulce que Dimitri Pavlovsky solía conocer tuvo que mor...