Aria Merodi es una cantante de ópera de renombre. A su corta edad ha cantado en las más importantes óperas del mundo para la gente más importante del mundo. Con su llegada a Japón decide unirse al equipo de fútbol del Raimon.
En el mundo de la ópera...
-¡Llegamos tarde! Siempre que voy contigo llego tarde a todos lados.-Regaño a Axel bastante irritada.
-Tranquila, vamos bien de tiempo, señorita irritada.
-Uff, no pegue ojo anoche y no, no vamos bien. Y para mayor colmo de males, el tren se retrasa. Voy a llamar a mi madre para que nos lleve.-Digo bastante alterada. Axel en cambio es un remanso de paz.
-¿Y aun no te has dado cuenta?
-¿¡Cuenta de que!?-Le contesto de mala forma.
Axel levanta su bolsa de deporte y me quedo mirándola. Intento averiguar que quiere decirme con eso, hasta que caigo y busco la mía.
-¡No!-Le miro y el se ríe.-¡¡No!!, me he dejado la mía en casa.
Corriendo llamo a mi madre y le explico nuestra situación. En menos de diez minutos ya nos ha recogido de la estación de tren y nos lleva al Instituto Wild, donde nos enfrentaremos su equipo de fútbol.
-¿Crees que todo saldrá bien?-Le pegunto a Axel.
-Es espero, Aria. Sí o sí, ganaremos este partido.
Cuando llegamos Mark nos llama la atención por la hora la que hemos llegado. Pido disculpas y Mark las acepta y me dice que no me preocupe.
-Bueno, veo que ya estáis todos.
Mark y yo abrimos los ojos extrañados y nos giramos para ver quien era quién nos hablaba. Nelly Raimon estaba con los brazos cruzados frente a nosotros y junto a ella, había un hombre vestido con traje que sostenía un parasol sobre la cabeza de la castaña.
"Toma tú, que bien montado se lo tiene esta".
-Espero que hagas un buen partido. El uniforme que llevas se ha confeccionado especialmente para ti. Por lo cual, es bastante caro. Más te vale darle buen uso. ¡Ah! Y por supuesto nada de dejar al instituto en mal lugar. Debéis de ganar.
Eso último lo dijo mirándonos tanto a Mark como a mi.
-Sí quieres te lo puedo pagar, ¿sabes? No sea que el Instituto se arruine...
-No hace falta.- Muestra una risa de suficiencia.
Y dicho esto se dio la vuelta y desapareció.
-Lo mismo que la pillo de buenas, que la pillo de malas. No la entiendo, de verdad que no.
-Déjala Aria, vayámonos, el partido está a punto de comenzar.
Mark llama a todo el equipo para reunirse en la banca. Se muestra optimista como siempre, para él la derrota no es una posibilidad, y anima a todo el equipo a darlo todo en este partido. También nos menciona que debemos darlo todo por nuestro admiradores, que básicamente son el hermano de Jack y su pandilla de amigos, mis padres y mi hermano pequeño, los cuales estaban más atentos al picnic improvisado que se había montado que en nosotros. Hasta Nelly está con ellos tomando un te bajo la sobra de su parasol. Veo como mi padrastro ajusta la gorra al peque y como mi madre sirve zumo de frutas e invita a resto de nuestros admiradores a unirse a ellos. En menos de un momento están todos sentados en el gran mantel a cuadros amarillos y azules animándonos.
Mark da la alineación del partido. Jugaré la segunda parte junto con Bobby, así que por ahora observare desde el banquillo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
