Capítulo 20: El Super plan secreto-secretísimo

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Desde donde me encuentro puedo ver a todo el mundo. Puedo ver a mi madre que está en la orquesta esperando la señal para comenzar. Puedo ver a mi hermana que esta junto con Axel, su padre, su tío abuelo y su nana. También veo a los Sharp, el cabeza de familia mantiene una charla animada con su hijo y este a su vez veo que, de vez en cuando, mira con una expresión seria a mi hermana y a Axel. Veo a Mark y su familia, su madre sonríe de forma radiante, al igual que su marido y su hijo. Me alegra haberles conseguido esas entradas. Miro al publico, sus voces llenan el teatro. Respiro profundamente, Amadeus y yo estamod a punto de hacer nuestra entrada. No he podido hablar con él desde esta tarde y sigo preocupada por él. Uno de los organizadores que Amadeus ha contratado me pide que le acompañe, las dos piezas fundamentales para el super plan secreto- secretísimo han llagado justo a tiempo. Cuando me dirijo a donde están no puedo no evitar en pensar en Julia, debería de estar aquí, conmigo, a mi lado, pero sobre todo al lado de su familia.

Compruebo que todo esta como debería y mi maestro me llama. Nos miramos fijamente durante unos segundos, sin parpadear siquiera. Amadeus suelta el aire que tenia retenido, me tiende su brazo para que me apoye en él y juntos salimos al escenario. El publico aplaude nada más vernos. Amadeus me toma de la mano, la alza un poco y caminamos hacia el publico. Ambos nos inclinamos ante la multitud para después incorporarnos. Amadeus se gira para mirarme. Me muestra su hermosa sonrisa y me da un beso en la frente.

-Buena suerte.-Me mira con sus ojos de color tormenta.

-Buena suerte.-Le contesto sin dejar de mirarlo.

Amadeus abandona el escenario para ir a su atril donde dirigirá a la orquesta. Las luces se apagan y yo me dirijo a mi posición. Amadeus da unos golpes a su atril para llamar la atención de los músicos que se ponen en posición. Con unos primeros movimientos la música comienza a sonar. El ritmo rápido y atrevido hace que la gente aplauda al compás. Una voz me presenta y cuando llega mi entrada comienzo a cantar con todas mis fuerzas. El publico estalla de emoción. Me acerco al borde del escenario junto con el micrófono, lanzado miradas y sonrisas provocadoras, incluso me atrevo a guiñarle un ojo a Mark Evans, el cual me mira boquiabierto. La primera canción se termina y todo el mundo se levanta a aplaudirme y a vitorearme. Sus voces me llaman por mi nombre y me inclino ante ellos recibiendo todos sus sentimientos por la música, por qué ahora lo que importa es eso, la música.

El resto de las canciones se suceden igual, las canto con toda mi alma, sin salirme de las notas, con los tempos justos. Baladas de amor, desamor, cantos épicos, todo se sucede de forma magistral durante la noche. Hasta que llega el momento de las 2 canciones especiales. La primera es mi "Last Stardust", la canto tan a gusto que me permito algunas libertades creativas. Solo espero que Amadeus me lo perdone. La canción termina y el publico responde de igual forma que al resto de canciones. Lo que ellos no sabe es que esta vez, eso aplausos significan mucho más para mi. Esta canción la he compuesto yo, nadie más, es cierto que me han ayudado, pero es mía. Le agradezco al publico sus halagos.

Dejo la guitarra que me ha regalado Amadeus y una melodía que me suena empieza a sornar. Le miro con los ojos muy abiertos. Ahora era la hora del Super plan, además, esta canción es la del Viejo, pero sobre todo es un dueto. Me pongo en formación rápidamente, tengo que cantar a dos voces yo sola. Estoy acostumbrada, pero no sino la ensayo y esta canción no esta ensayada. Miro a Amadeus, él muy se esta riendo. Tomo aire para cambiar a un registro grave pero de repente en las escaleras de las gradas aparece él, con caído del cielo. Máximo Omega, mi compañero y también alumno de Amadeus, baja por las escaleras poco a poco mientras canta la canción, hasta llegar a mi lado. Me alza al vuelo y después nos abrazos, todo esto mientras seguíamos cantando. Aprovecha cuando no estamos cantando para soltarme un sorpresa. Seguimos cantando la canción y miro al Viejo, veo como algunas lagrimas se escapan de sus cansados ojos. Está canción significa mucho para él, espero que le este gustando. La canción termina y no puedo evitar dar un pequeño grito y abrazar a Máximo, me alegra tanto verle aquí a mi lado. Ambos nos acercamos al escenario cogidos de las manos y nos inclinamos ante el publico que esta eufórico por el momento. Nos retiramos y antes de que el publico se vaya un voz les advierte de que aun hay otra canción.

Inazuma eleven: La jugadora maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora