-¿Te encuentras mejor?-Mi madre me mira con preocupación al igual que las algo más de 10 personas que me rodean.
-Estoy mejor.-Me doy cuenta de que he recuperado mi voz. Empiezo a pensar en todo lo que ha ocurrido está noche.- Ha sido increíble.- Comienzo a reírme.
-Estas loca, Aria.- Máximo pone los ojos en blanco.
-No sé cómo lo has hecho, Aria.-Axel me mira anonadado.
-Ah, bueno. Julia me iba pasando vuestro videos caseros. Así pille la voz de tu madre. Luego fue solo ir copiándola y admito que pensaba que no lo conseguiría. Y luego estaban Rem y Noah, me lo pusieron aún más difícil. No querían ayudar.
-Entiende que llevábamos años sin tocar ante nadie.-Comenta Rem.
-Y el hecho de que vinieras con esa canción no ayudaba.
-Fue Julia quien la escogió.-Recuerdo con una sonrisa.
-¿Quién es Julia?-Pregunta Máximo mientras guarda su móvil.
-Luego te lo digo. En fin... ¿Vamos a la fiesta a qué?
-Primero dígame cómo se encuentra.
-Estoy bien. Respiro con normalidad y no me duele nada... ¡Ay!-Máximo me toca el costado y veo las estrellas. Le veo escabullirse mientras se ríe.
-A ver, déjeme ver. Pero primero todo el mundo fuera. Los padres pueden quedarse.- Una vez todos fuera, el doctor Blaze vuelve a examinarme. Comienza a palparme los costados.- Que raro...
-¿Pasa algo?-Pregunta mi madre preocupada.
-Necesito que te quites el vestido. Ponte por ahora un albornoz.-Me voy detrás de biombo y me quito el vestido y al mirarme al espejo y ver mi cuerpo grito por inercia.
-¿¡Qué pasa!?- Mi madre y el doctor Blaze van a mi encuentro y observan mi cuerpo. Mi madre no puede evitar llevarse las manos a la boca.
-Hay que llevarla al hospital ya.-Sentencia el señor Blaze.
-No. Estoy bien.-Me tapo con el albornoz.
-Puede tener una rotura en las costillas o alguna otra contusión. Hay que ir al hospital.
-Iré después, cuando termine todo esto. Ya casi ni me duele.-Miro a mi madre para que me ayude. Y ella mira a Blaze.
-Es muy peligrosos. Tiene que ir al hospital. Solo será una radiografía, para ver qué es lo que le ocurre.
-Pues vamos.- Mi madre no da lugar a discusiones. Me ayuda a vestirme y junto con el doctor Blaze salimos de mi camerino.
-Tardaremos como mucho dos horas.-Comenta Blaze
-Swat, Máximo ocuparos de todo, por favor.-Pide mi madre.
En el hospital me hacen varias pruebas y en ninguna de ellas han detectado nada raro. Es más, al llegar al hospital ya no tenía los cardenales.
-Se lo que he visto.- El doctor Blaze intenta explicar lo que ha pasado a sus compañeros. Mientras mi madre lo respalda.
-Pues yo no veo nada.-El médico me examina otra vez. El dolor sigue pero los moratones no.
-Lo que no me gustaba era la forma.-Les explico- Eran como manos.
Los médicos siguen examinándome durante unos minutos más y tras hablarlo con mi madre me dan el alta.
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Inazuma eleven: La jugadora maldita.
أدب الهواةAria Merodi es una cantante de ópera de renombre. A su corta edad ha cantado en las más importantes óperas del mundo para la gente más importante del mundo. Con su llegada a Japón decide unirse al equipo de fútbol del Raimon. En el mundo de la ópera...