Capítulo 6: La unión hace la fuerza

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Siento que me voy a quedar dormida en el tren. Anoche no dormí muy bien por culpa del mismo sueño de siempre y me está pasando factura ahora. Esa voz tan familiar pidiéndome perdón una y otra vez hace que mis noches sean eternas.

Apoyo mi cabeza en el hombro de Axel y cierro los ojos y le pido por favor que me despierte cuando lleguemos. Me dice que no me preocupe e intento dormir los diez minutos que dura el trayecto. Axel sabe de mis problemas para conciliar el sueño, así que siempre está atento a como estoy. Poco después, Axel me despierta y bajamos deprisa del tren antes de que cierre sus puertas. Bostezo y me desperezo para después seguir a Axel por las calles de Inazuma.

—Nunca me habías dicho que jugabas al fútbol. —Por su tono de voz parece curioso.

—¿Nunca te lo había dicho? —Niega con la cabeza—. Bueno, no es importante. Se jugar lo justo y necesario.

—¿Y que es lo justo y necesario?

—Bueno, ya sabes. Lo básico. De pequeña, la medicación que tomaba alteraba mi peso, mis padres me apuntaron a varios deportes, pero el que más me gustó fue el fútbol. Además era divertido ver a mi padre gritarle a los árbitros y amenazarlos con cualquier cosa que se le pasara por la cabeza. Siempre me salía con la mía en los partidos. Hasta que un día le prohibieron la entrada a los partidos. —La expresión que pone Axel en su cara me da a entender que no me cree—. Te juro que es cierto.

Axel niega con la cabeza y sigue caminado. Poco a poco nos vamos acercando al instituto, ya se puede ver a los alumnos llegando desde diferentes puntos de la cuidad.

—¿Por que el Raimon?, tu hermana va a la Royal.

—No pasé el examen de acceso y solo había una plaza libre y en la clases avanzadas. Mis padres siguieron buscando y encontraron este, y aquí me quede. Al principio fue complicado adaptarme, por eso de ser famosa y demás, pero finalmente la gente me dio mi espacio. Y se lo agradezco mucho.

—¿Y Mark Evans, es siempre así?

—Mark "el apasionado" le llamo yo. Así que sí, es así siempre. No para hasta conseguir lo que quiere, es muy insistente.

—Me siguió hasta el hospital.

—Lo sé, me lo dijo. Se sintió muy mal, ¿sabes?

Axel me mira por el rabillo del ojo y se adentra en el edificio para ir directo a nuestra clase. Yo iba tras él, pero Nelly Raimon, la presidenta del consejo estudiantil, me pide que la siga hasta el despacho del director. Nelly Raimon es una chica de armas tomar, dirige prácticamente este instituto ella sola, ya que el director es bastante... nulo por así decirlo. No tiene pelos en la lengua, si hay algo que no le gusta lo dice y punto. No puedo evitar compararla con mi hermana, aunque Melodía es peor. Me invita a que me siente y me ofrece algo para tomar. Le pido té de rosas y me ofrece una taza de esta exquisita bebida. Doy un sorbo y dejo que el aroma y sabor me embriaguen.

—Mmmm... adoro este té. Es mi favorito. Y dime, ¿en que puedo ayudarte?

Nelly también bebe de su taza y luego la deja en la mesita de café, para después mírame.

—Aria, necesito que me ayudes a con cierta persona.

Axel se detiene en el puente para ver al Raimon entrenar, he estado hablando con él sobre su posibilidad de volver a jugar, y lo tengo casi convencido, solo me falta una pequeña ayudita y como caída del cielo, Nelly Raimon aparece, y dándome el ap...

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Axel se detiene en el puente para ver al Raimon entrenar, he estado hablando con él sobre su posibilidad de volver a jugar, y lo tengo casi convencido, solo me falta una pequeña ayudita y como caída del cielo, Nelly Raimon aparece, y dándome el apoyo que necesitaba, vemos como Axel baja al campo de la Ribera y finamente se une al equipo.

-¡¡Dios mío, por fin!!-Grito a pleno pulmón.- Mira que eres cabezota, ¿eh?

-¿Y tu Aria?-Me pregunta Mark.

Axel sonríe después de tanto tiempo, y no puedo evitar sonreír yo también. Saco mi móvil deprisa y le saco una foto.

-¿A que a venido esa foto?

-Nada, cosas mías. -Guardo mi móvil en mi bolsillo y bajo al campo con el resto. Tiendo mi mano a Mark que la acepta.-Sera todo un placer jugar con vosotros.


«Huele raro aquí».

Nos encontramos en la minúscula caseta del club, de milagro cabemos todos. El olor es bastante insoportable, pero por respeto me callo. Ya haré algo para solucionarlo, si no me mareo antes.

—Bien y con esto, tanto Axel como Aria son miembros oficiales de nuestro club. Presentaos primero vosotros. —Nos anima con su tono de voz tan vivaz y alegre.

—¡Empiezo yo! Encantada de conoceros, mi nombre es Aria Merodi. Aparte de ser vuestra compañera de equipo, también trabajo en el teatro así que, tal vez, falte algún día a los entrenamientos. Aunque haré todo lo posible e imposible para no faltar a los partidos. Se organizarme, creo que no debe de haber problema alguno. —Miro a Axel con una sonrisa para cederle ahora a él su turno.

—Hola, me llamo Axel Blaze.

Esperamos unos segundos para ver si continua hablando pero nada. Me llevo la mano a la sien y suspiro. La verdad, no se porqué me sorprende.

—¡Bien! Ahora os toca vosotros chicos, presentaos.

El equipo de fútbol nos saluda y se presenta uno por uno, excepto Kevin que empieza a echar humo por la orejas del enfado que lleva encima. Axel le responde a sus provocaciones con un tono algo chulito y eso hace que se encienda más. Me aparto un poco mas de ellos y por lo bajo incito un poco a Kevin para cabrearlo un poco más.

—¡Aria, para! —Me regaña Axel.

—Es que me lo ha puesto taaan fácil. —Le enseño una gran sonrisa.

Silvia y Celia, las gerentes del club, entran saludando a todo el mundo y le dan su equipación Axel.

—Aria, lo siento. No tenemos de tu talla. Los que quedan son muy grandes. He pedido que te traigan uno, pero no se cuando llegará. —Me comenta con pesar Silvia

—Oh, vaya... no pasa nada. Ya llegará.

—Por cierto... —Celia llama nuestra atención—. Tengo un vídeo sobre nuestros próximos rivales. 

Inazuma eleven: La jugadora maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora