Llego a clase en el intercambio a segunda hora. Me siento en mi silla y me dejo caer sobre el escritorio.
-¿Todo bien?-Asiento levemente.-¿Te has disculpado?-Vuelvo a asentir.-Bien, ahora a quien le tienes que pedir perdón es a mi. Me han castigado, Aria. A mi nunca me han castigado.
-Perdón.-Digo sin levanta la cabeza del escritorio.
-Eso no me vale.-Axel da golpecitos con sus dedos en mi mesa, haciendo que me ponga nerviosa.
-Lo siento mucho, Axel. Siento haberte metido en problemas. No volveré a hacerlo.-Alzo la cabeza lo suficiente para mirarle.
-Sigue sin ser suficiente.-Se gira para no verme y yo gruño de frustración.
-¿Quieres que me arrodille ante ti también?
-¿Te has arrodillado ante mi padre?-Vuelve a girarse y me mira con una de sus cejas alzadas.
-Sí... si mi padre Ame se entera me mata. Un Merodi nunca se postra ante nadie.
-Muy orgulloso tu padre.
"No sabes hasta que punto".
Vuelvo a clavar mi cabeza en la mesa pero la levanto al oír a Mark a mi lado.
-Aria, hola. ¿Estas bien?, ¿por qué no has venido a primera hora?
Resoplo de frustración y vuelvo a poner la cabeza en la mesa. El profesor entra y todo el mundo se va a su pupitre. Durante la clase no puedo deja de pensar en lo ocurrido en estas horas. La cara de decepción de mi madre y las palabras de señor Blaze diciendo que no me meta en su vida privada.
"Su vida privada..."
Sigo pensado en esas palabras y de repente algo hace click en mi cabeza. ¿Qué tiene él que ver con su tío y Elizabeth? A ver, su tío es su tío, pero ¿y Elizabeth?, ¿Qué pinta ella con el señor Blaze? El Viejo y Elizabeth eran amantes y no acabaron juntos porque esta se caso con otro hombre.
"Hombre que la acabo matando".
Sigo buscando conexiones pero no hallo nada más. Hasta que me acuerdo de la foto. La foto que tenia el Viejo en su despacho. En ella aparecían... ¿Tres personas? Sí, estoy segura. Eran... ¿un niño y dos adultos?
"El padre de Axel y... Elizabeth...".
Me quedo un rato pensando en mi descubrimiento, por eso me dijo que no me metiera en su vida privada, porque Elizabeth es su madre y entonces el que esta tachado es...
-¡¡No me lo puedo creer!!-Doy un golpe en la mesa y acto seguido oigo al profesor de matemáticas llamarme la atención.
-¡Señorita Merodi! ¿se puede saber que le pasa?-El profeso se cruza de brazos y veo como se le hincha la vena del cuello.
-Yo... lo siento, yo...-No se que escusa poner.
-Veo que está tan interesada por las ecuaciones de segundo grado, venga y resuelva esta. Ahora.
Salgo disparada de mi pupitre sin pensarlo, tomo la tiza y sin saber como empiezo a resolverla. Siento como si estuviera fuera de mi cuerpo. Termino de resolverla y miro la pizarra y después miro al profesor. Este me mira a mi y luego a la pizarra.
-Muy bien resuelto, Aria Merodi.-Me vuelve a mirar.-¿Se encuentra bien? Tienes los ojos como irritados, rojos.
-Ah, estoy bien.-Bajo la cabeza para que no me vea.-¿Puedo volver a mi sitio?
El profesor asiente y vuelvo a mi pupitre bajo la atenta mirada de mis compañeros. Me siento y veo mi libreta esta llena de rayajos.
"Los habré hecho sin darme cuenta".
Sigo con la mirada clavada en la libreta y durante unos minutos no soy capaz de pensare en nada. Me obligo a mi misma a prestar atención a la clase, pero al ver la espalda de Axel vuelvo a pensar en lo de antes. Elizabeth es su abuela y el hombre que aparecía con ella y el señor Blaze es su abuelo y además es el asesino de Elizabeth.
"Por eso el Viejo crió al señor Blaze".
Además, ahora esta la casa. La casa en la que ahora estamos viviendo. La casa la heredo el señor Blaze de sus padres y Elizabeth murió en esa casa. En la casa principal. Por eso él no quiere que entremos en esa zona y hay candados por todas partes. ¿Y los rosales? gran parte de ellos cubren casi todo el patio, pero estaban quemados. ¿Quién los quemo y por qué? Solo son rosas, ¿Qué daño pueden hacer? Tal vez eran de Elizabeth y su marido los quemo... aunque ahora que lo recuerdo, en su tumba no habían rosas, habían lycoris radiata. ¿Por qué regalarle esa flor si le gustaban las rosas?
"Al menos que no fueran suyas las rosas".
Claro, eso tiene sentido. Entonces las rosas son de... El timbre suena y mis pensamientos se rompen. El profesor se marcha y Axel se gira como un resorte.
-¿A qué ha venido ese grito?- Me mira con el ceño fruncido.
-Ah, bueno... estaba pensando en una cosa que me ha dicho Melodía, nada más.-Miento lo mejor que puedo. Veo como entrecierra los ojos, cómo si estuviera analizándome.
-No tienes los ojos irritados.-Me suelta sin más.
-¿Qué?-Le miro a los ojos.
-Tus ojos no están irritados. Apare de esos puntitos rojos que tienes, no hay nada más.
-A mi me gustan tus ojos, Aria.-Miro a Mark sorprendida, no me esperaba ese comentario de él.-Qui-Quiero decir que... bueno, me recuerdan a las manzanas.-Su rostro se tiñe de rojo y se pone nervioso.
"Él si que parece una manzana ahora mismo".
-¿A las manzanas?-Le pregunta Axel intentando no reírse.
-Sí.-Suelta de forma precipitada.-Son verdes y rojos, como las manzanas.
-Gracias, supongo.-Me río nerviosa por la situación.
La conversación termina cuando Mark cambia de tema y hablamos sobre los próximos entrenamientos.
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Inazuma eleven: La jugadora maldita.
FanfictionAria Merodi es una cantante de ópera de renombre. A su corta edad ha cantado en las más importantes óperas del mundo para la gente más importante del mundo. Con su llegada a Japón decide unirse al equipo de fútbol del Raimon. En el mundo de la ópera...