Capítulo 13: ¿Salimos?

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Hace ya unos minutos que he salido de casa de los Evans. Iba a ir directamente a mi casa pero he optado por ir antes al teatro a pedir las entradas que siempre me dan para amigos y familiares. Cuando llego esta todo a oscuras y no parece haber nadie.

"Pero la puerta esta abierta, debe de haber alguien".

Decido buscar por todo el teatro al señor Hiro o a alguien de mantenimiento. Al no encontrar nadie decido buscar donde no he mirado antes.

"El despacho del viejo".

Subo por las escaleras y voy directa hacia ahí. Le oigo refunfuñar y maldecir. Toco la puerta y se hace el silencio. Vuelvo a tocar y esta vez digo que soy yo. No me contesta. Extrañada le pregunto si esta bien. Sigo sin contestación alguna. Decido abrir la puerta pero esta esta cerrada. Vuelvo a insistir, se que esta ahí y no me voy a ir hasta que me abra la puerta.

-¡Se que estas ahí dentro. Por favor, abra la puerta! Esta empezando a preocuparme.

¿Y si se ha caído y esta inconsciente en el suelo o le ha dado algo y esta ahí dentro muriéndose? Aporreo la puerta con ansiedad. Me estoy poniendo tan nerviosa que he empezado a rascarme la muñeca izquierda.

"Le he oído. Se que esta dentro del despacho".

-¡¡Viejo, quieres abrirme de una vez!!

De repente, noto que alguien me toca el hombro y respondo dando un salto y gritando tan alto como puedo. Cuando me doy la vuelta me encuentro con el padre de Axel.

-Lo siento, señorita Merodi. No era mi intención asustarla.

Noto como mi corazón va a mil por hora. Katsuya Blaze siempre me pone nerviosa, el hecho que nunca pueda oír ni sentir por donde viene me pone histérica. No es un mal hombre, todo lo contrario, pero que pueda ocultar su presencia de ese modo hace que me plantee el que sentirá la gente cuando yo se lo hago a ellos. Además, siempre que le miro a los ojos siento un pinchazo en el corazón.

"Tal vez sea por que sus ojos reflejan el dolor que siente".

-¿Qué hace aquí, señorita?

Salgo de mis pensamiento y vuelvo a recordar que el viejo sigue encerrado en su despacho.

- El vie... el señor Blaze esta encerrado en su despacho y no me abre la puerta.

-¿Qué? A ver, déjeme probar.- Intenta abrirla y no puede. Golpea la puerta y lo llama por su nombre. A los pocos segundos la puerta se abre, dejando se ver a un señor Blaze en silla de ruedas y con la mirada algo perdida. Esa mirada nos recorre a los dos y después rompe en llanto y nos pide disculpas.- Vas a acabar conmigo. No crees que bastante tengo ya con ella. No puedo estar pendiente de todos.

-Lo siento, de verdad que lo siento.

-Lo se. Tranquilo. Vamos, te llevare al hospital. Señorita Merodi, usted vaya a su casa. Le tendré informada, se lo prometo.- El señor Blaze me mira y se despide, pero antes el viejo me dice algo.

-Aria, ¿querías algo?

-N-no.- Carraspeo. Me empieza a doler la garganta.

-Vaya, veo que te has hecho daño en la garganta con ese grito. Sera mejor que te vayas a casa y que te cuides. Recuerda que el sábado...

-Lo se. Este usted tranquilo. Estaré bien para ese día. Lo prometo.

Se despide de mi con una sonrisa triste. Yo me quedo donde estaba unos minutos para procesar todo lo que ha pasado.

"Pensaba que se moría ahí solo y que no podría hacer nada por él".

Suelto el aire que tenia retenido y decido echar un vistazo al interior del despacho. Esta todo bien excepto su escritorio el cual esta todo desordeno. Me debato entre ordenarlo o no, pero finalmente decido hacerlo, así cuando él venga no se cansara ordenándolo. Me siento en la silla de escritorio que tiene y comienzo ordenando los papeles que hay esparcidos, son facturas por lo que leo por encima. Las guardo en el cajón y sigo. Sigo ordenando la mesa cuando veo algo que me llama la atención. Es una foto bastante antigua en ella se ven a tres personas: dos adultos, un hombre, cuya cara esta totalmente tachada hasta el punto de que es irreconocible; una mujer muy hermosa y un niño que se parece a Axel de pequeño. Le doy la vuelta a la foto y dos nombre escritos y algo tachado. Reconozco el nombre del padre de Axel. El otro pertenece a la mujer llamada Elizabeth.

Inazuma eleven: La jugadora maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora