Han pasado ya dos días desde mi secuestro y hoy, si que si, iré al instituto. Me niego a seguir encerrada en casa y bajo la estricta vigilancia de mis padres, les quiero mucho, pero a sobreprotectores no hay quien les gane. Tras salir de la ducha, me visto con el uniforme escolar y salgo a desayunar. Mis padres al verme intentan convencerme de que me quede en casa unos días más, pero mi decisión esta tomada desde ayer por la tarde. Mi madre es la que me lleva al instituto, aparca cerca de la entrada y me acompaña hasta el club de fútbol, esta decidida a decirles que me tenga vigilada y que no me dejen sola bajo ninguna circunstancia. Le diría que no se moleste, pero mi madre enfadada da más miedo que mi padre y él da mucho miedo. Al llegar al club solo los de segundo se encuentran ahí. Todos se levantan de golpe al verme entrar por la puerta, y me reciben como al hijo prodigo. Mi madre pasa también a la vieja caseta y no puede evitar llevarse las manos a la nariz.
"Y yo sin saber donde están mis inciensos aun".
Mi madre les explica el acuerdo al que hemos llegado en mi casa y que si pueden ayudarnos, Mark salta diciendo que por supuesto esta encantados de ayudarme. Mi madre se va poco después con una sonrisa de victoria en la cara y yo me quedo ahí parada sin saber qué hacer. Es como si nunca hubiera estado en este club. Axel me dice que siente entre él y Nathan y me cuentan lo que pasa ahora que no tienen entrenador, y por lo que me cuentan, si no hay nuevo entrenador antes del siguiente partido, quedarán descalificados. Así que la misión más importante que tiene ahora el equipo es buscar un nuevo entrenador.
-¿Y sabéis ya quién os puede ayudar?
-Pues pensamos en el dueño del restaurante Rai Rai, el señor Hillman.-Mark se sienta en el suelo con nosotros.
-Ammm, ¿Y por qué él?
-Por lo que me han dicho era un jugador del Inazuma Eleven, su posición era la de portero, igual que yo. Aprovechare que ambos somos porteros para convencerle.
-Ya veo. ¿Cuándo irás a preguntarle?
-Al final de las clases. ¿Te vienes?
-Mmmm, vale, de todas maneras eres unos de mis guardaespaldas.- Me río por mi comentario. Cambio de expresión al acordarme de él.-Y Bobby... ¿Dónde está?, ¿Cómo está?
-Él está bien, sigue siendo uno de los nuestros. Aunque la verdad aún está un poco afectado por lo que paso, se culpa por todo.
-Ya... pero no es culpa suya.
Mark niega con la cabeza y después sonríe. Nos explica su plan para convencer al señor Hilman de que sea el entrenador.
-Por cierto Aria, ¿Por que no te vuelves a unir al equipo?- Nathan me hace la pregunta que estaba esperando que me hicieran
-¡Sí, claro!, vuelve a unirte Aria. Nos lo pasaremos genial jugando al fútbol.-Iba decirle a Mark que no puedo jugar, pero él me dice que puedo unirme como gerente. Medito un tiempo antes de ceder.
-Vale, pero como gerente.
-¡Sí!, ya está todo el equipo al completo.-Mark salta de alegría al oír mi respuesta. Hasta le brillan los ojos.
-Que pesado...
-Me lo dices a me lo cuentas.-Axel se levanta del suelo para tomar su mochila. Nos comunica que las clases están a punto de terminar y que tienen que escoltarme hasta clase.
Llego a clase bien escoltada por tres de mis compañeros de equipo. Cuando el resto de alumnos me ven empiezan a cuchichear de lo que pasó el otro día, y por lo que oigo no saben toda la verdad. Las clases comienzan y los profesores me dan la tarea que tengo retrasada por los dos días que estuve en casa descansando. Las clases terminan y un Mark muy animado me pide que lo acompañe al restaurante. Si su plan sale bien hoy mismo tendremos un nuevo entrenador. Y si no sale bien, siempre puede seguir insistiendo hasta la saciedad como ha hecho conmigo. Durante todo el camino hasta el restaurante de fideos Mark ha estado muy sonriente y animado, me cuenta que está muy contento por la evolución del equipo, por los nuevos amigos que están llegando al equipo y por todo lo que nos estamos esforzando para seguir ganando. También aprovecha el paseo para preguntarme cómo estoy.
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Inazuma eleven: La jugadora maldita.
FanfictionAria Merodi es una cantante de ópera de renombre. A su corta edad ha cantado en las más importantes óperas del mundo para la gente más importante del mundo. Con su llegada a Japón decide unirse al equipo de fútbol del Raimon. En el mundo de la ópera...