Capítulo 17: Tu canción

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Ya, frente al teatro, respiro hondo varias veces. Amadeus esta tras esta puerta esperándome. Me dijo que no me preocupara, pero... las dudas me empiezan a acechar. Tengo miedo de que la reputación de Amadeus se vea afectada por todo esto. En tan pocos días no se puede montar un espectáculo como los que él esta acostumbrado, como los que están acostumbrados la personas que van a verlo o escuchan su música. No quiero que hablen mal de él, no quiero que las personas que vengan el sábado se vayan a sus casas decepcionadas. Vuelvo a respirar hondo. Mi cuerpo tiembla por los nervios. Doy los primeros pasos para entrar en el teatro. Un agradable y familiar aroma me recibe. El olor de Amadeus impregna todo el lugar y eso me ayuda a relajarme. Me dejo llevar por el olor hasta la gran puerta abierta que da al escenario. Ya desde la entrada puedo oír el jaleo de las personas ir de un lado a otro y los instrumento siendo tocados o afinados. Me apoyo en la gran puerta y veo como todo, poco a poco, cobra vida. Amadeus a aprovechado los antiguos decorados que estaban estropeados. Recuerdo que el Viejo quería arreglarlos por que decía que llevaban ahí desde que se abrió por primera vez el teatro y les tenia mucho aprecio. Ahora que los veo puestos, quedan estupendamente. Le da al escenario un aspecto dramático y oscuro. Los medios pilares griegos y desportillados y rotos están a cada lado del escenario, dos estatuas de escayola, también rotas, estaba detrás del todo custodiando una pequeña fuente de agua. Además habían puesto un viejo árbol sin hojas que le daba a la escena más oscuridad. Elevo un poco la mirada para reparar en que habían cambiado las bambalinas rojas por unas plateadas, al igual que el gran telón. Sin duda es un escenario con la marca de Amadeus. Todo trágico y dramático.

"Me siento como en casa".

Bajo las escaleras hasta llegar a la fosa de la orquesta. Muchos compañeros de instituto están emocionados por la oportunidad de ser dirigidos por Amadeus. Les pregunto que tal están y si Amadeus les esta pidiendo demasiado. Ellos me comentan que están eufóricos por esta oportunidad y que Amadeus puede pedirles y exigirles lo que quiera, que lo harán encantados. Les doy ánimos y les pido que no se sobresfuercen, deben de estar perfectos para el sábado. Subo al escenario al oír a mi padre llamarme. Por lo que me cuenta él se encargara del sonido, así que no tocara el sábado. Me da un micrófono y empezamos con las pruebas de sonido. Por ahora hay un pequeño problema, pero nada que él no pueda arreglar.

-Swat, ¿Dónde está Amadeus?

-Ha salido un momento, no creo que tarde mucho. Me ha dicho que por ahora comiences repasando estas canciones.

Me da una libreta con todas las canciones que vamos a tocar, no son muchas, como mucho el pase durara dos horas. Mi madre aparece entre bastidores y me llama, ahora me toca probarme el vestuario. Llevare tres en total, todos largos y pesados por la ornamentación. Tendré que hacer los tres cambios yo sola, ya que mi madre si que estará tocando, además, por lo que me ha comentado, tendremos más músicos. La pequeña orquesta en la que están ella y mi padrastro participara también y de forma caritativa. Cuando ya he terminado con el vestuario, me pongo a estudiar las canciones. Me las se todas, pero no esta de mal repasarlas y recordar la entonación. Para la entonación, tomo mi móvil y en mi reproductor de música busco las que yo canto las escucho varias veces y las canto.

"La entonación la tengo, pero no los tiempo. Espero que Amadeus no tarde mucho más en llegar".

Mi móvil vibra y veo que es un mensaje de Nelly preguntándome que tal los ensayos. Le respondo diciendo que por ahora yo no he hecho gran cosa ya que estoy esperando a mi maestro. Le envío el mensaje y pienso:

"¿Y si invito a los chicos a venir a los ensayos?".

Envío otro mensaje a Nelly comentándole que se pasen por aquí cuando terminen los entrenamientos. Al poco me responde diciendo que ahí estarán. Creo recordar que les dije que cuando pudieran les invitaría a venir a ver un ensayo, pues mejor ahora que nunca. Vuelvo a ensayar la canción por la que me había quedado. Cuando esta termina de sonar en mi móvil, inmediatamente empieza otra. La reconozco al vuelo: dos voces, con un instrumental penoso hecho por mi y mi ordenador. Es la canción que me pidió que cantara el Viejo. Pienso que tal vez podamos añadirla a la lista de canciones del sábado... o tal vez, no. Es un dueto y no hay más voces principales a parte de mi, y que se la sepan, claro.

Inazuma eleven: La jugadora maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora