Capítulo 28: Urbex por el pasado

84 12 0
                                    

Al llegar a casa vemos que el coche del padre de Axel ya esta aparcado. Suspiro por qué se que la noche va a ser larga. Mi padre es el primero en bajar y ayuda a Axel a bajar del auto. Por ultimo, bajo yo. Entramos a la propiedad y veo como mi hermana viene corriendo y salta a los brazos de mi padre y este la toma en volandas.

-¡Ay!, mis orgullos.-Mi padre me agarra y nos abraza a las dos con fuerza.

-Nos aplastas, papá.-Se queja Melodía.

Nos suelta y entre ella y yo ayudamos a Axel a acceder a la casa. Mientras vamos al comedor nos topamos conque la puerta que da acceso a la casa principal se abre y de ella aparece el señor Blaze. Mi padre y él se miran durante unos segundos. Ninguno de los dos aparta la mirada del otro, es como si se estuvieran retando el uno al otro.

"Se están retando, Aria, se están retando".

Miro a mi hermana y esta pone los ojos en blanco.

-Por todo lo sagrado, queréis parar, no soy dos machos alfa peleándoos por el territorio.-Mi hermana intenta detenerlos, pero ni caso.-¡Papá!-Le da una patada en el trasero y por fin responde.-¡Dios!, sois como críos.

Mi hermana se marcha del pasillo y yo y Axel le seguimos por detrás. Al llegar a la cocina veo a mi madre y mi padrastro preparar la cena. Dejamos a Axel con Aizen y así descansa su pierna lesionada. Mientras, mi hermana y yo ayudamos en la cocina.

-¿Y tu padre?-Pregunta mi madre al no verle.

-Ah, ¿a que siguen en el pasillo mirándose como si fueran...?, mira, voy a por ellos.-Mi hermana se dirige al pasillo pero se detiene al verles llegar a los dos.

-¿Que hacías, Ame?-Mi madre le mira de forma interrogante y con las manos apoyadas en la cintura. Es la única capaz de hacerle temblar a mi padre.

-Solo hablábamos de su pequeña. Te pasare su número, es un gran profesional dentro de ese campo, tal vez te pueda ayudar.

-Gracias Merodi.-El señor Blaze se inclina y mi padre sonríe victorioso. Le encanta que se postren ante él.

-Quita es sonrisa de tu cara, Ame.-Le regaña mi madre.

-¿Por qué? No he hecho nada.-Mi padre sigue con esa sonrisita en su rostro.

Mi madre le lanza una mirada de amenaza y mi padre levanta las manos en señal de rendición. Tras esto, mi padre ve a Aizen y lo toma en brazos para hacerle carantoñas con las cuales el Peque ríe hasta la hora de la cena. Nos sentamos todos frente a la mesa y empezamos a comer y a charlar.

-Dime Ame, ¿Pasaras aquí la noche?-Le pregunta mi padrastro.

Mi padre levanta la cabeza para mirar a mi padrastro. Una atmósfera fría y pesado nos rodea. Mi padre apoya sus brazos en la mesa y cierra sus manos en un puño. Mi padrastro se tensa pero no dice nada, tampoco se mueve.

-¿Crees que me voy a quedar en la casa del hombre que me robo a mi mujer?-Dicho esto se hace el silencio en la sala durante unos segundos, hasta que él lo rompe.- Es broma, hombre.

-¡Ame, por favor!- Mi madre da un pequeño golpe en la mesa y se cruza de brazos.

-¿Qué? Eso era una pequeña broma.

-Tus bromas no tienen gracia.-Mi madre le levanta el dedo de forma acusatoria.

-Papá, me lo has prometido.-Le recuerdo.

-Te he prometido que no me metería con este.-Señala al señor Blaze que esta sentado a su lado.-No he prometido nada con Swat.-Todos le miramos de forma acusatoria.- Vaaale, ya dejo mis bromas. Me quedare aquí.

Inazuma eleven: La jugadora maldita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora