Me encuentro sentada en una silla mirando la ventana de la enfermería, al rededor del edificio en que se encuentra se ha agrupado un gran número de alumnos que los profesores intentan dispersar sin mucho éxito. El director grita algo y todos los alumnos corren despavoridos a las aulas. Miro el interior de la enfermería, algunos chicos del club están dentro conmigo haciéndome compañía, los otros esperan fuera a que llegue el director. Oigo ruido fuera. El director dice a los que están fuera que se vayan a sus aulas pero ellos dicen que no, que no se van hasta verme.
"Son buena gente. Menos mal que me han oído. Pero...".
-¿Cómo me habéis encontrado?-Les pregunto.
-Oímos mucho ruido, como si alguien golpeara algo con mucha fuerza.-Me contesta Kevin-Nos acercamos y vimos que la cochera contigua a la que habíamos estado habían aparecido unas abolladuras que antes no estaban. Subí la persiana y te vi.
-No entiendo lo de los golpes, ¿alguien lo hizo? -Sopesa Axel de lo ocurrido.
-Me hubiera sacado esa persona, ¿no?
-Lo más raro eran los pétalos de rosas del suelo, habían muchos.-Habla Kevin.
-Pétalos...
Mi cuerpo empieza a temblar sin control. He perdido todo el calor que mi cuerpo albergaba, hasta los dientes me tiritan. Axel me pasa su chaqueta por encima y le muestra una pequeña sonrisa. Me aferro a la chaqueta para poder calentarme, pero no es suficiente, sigo teniendo frío. Jack se acerca a mi tímidamente y me ofrece su chaqueta, me la pongo por encima de la de Axel y consigo entrar un poco en calor. El director entra y va directamente a donde yo estoy. Me hace unas preguntas sobre lo que ha ocurrido y yo las contesto con la verdad. La enfermera le dice que ha tenido que curarme un par de heridas que me he hecho al lanzarme sobre la mesa de herramientas y que tal vez tenga un pequeño traumatismo en la cabeza. Llevo la mano hasta donde tengo el bulto en mi cabeza, cada vez es más grande y me duele más. La puerta de la enfermería se vuelve a abrir dando un gran portazo, mi padre, Ame, entra hecho una manojo de nervios y se lanza a abrazarme con todas sus fuerzas.
-Papá, me haces daño, por favor para.
-¿¡¡Quién es el director de este centro!!?
Veo que el director se queda blanco como la pared al ver a mi padre. Mi padre enfadado impone más de lo que ya impone y ahora mismo esta que hecha fuego por la boca. El director carraspea un par de veces para recobrar la compostura y se acerca a mi padre indicando que es él. Mi padre lo agarra de la camisa y le empieza a gritar en la cara todas las injurias que se le pasan por la cabeza. Ahora mismo creo que ha perdido el norte y tengo que levantarme de la silla para intentar sujetarlo. Le pido por favor que pare, que él no tiene la culpa y que nos esta asustando a todos. Comienzo a llorar de nuevo, sabía que no debían de haberle avisado.
-Por favor, para papá. Por favor.-Lloro abrazado a él. Siento que me abraza con delicadeza y que después se arrodilla enfrente mía.
-Perdóname mi niña. Sabes que no tolero que te hagan daño, ni a ti ni a tu hermana. No puedo, hija, es superior a mi, he perdido el control, pero solo pensar lo que te ha hecho ese desalmado, lo que podría haberte hecho, yo...-Me vuelve a abrazar.-Lo siento.
Le devuelvo el abrazo y lloro en silencio con él. Mi cuerpo vuelve a temblar y el dolor de cabeza se intensifica. Siento que alguien me abraza por detrás, el olor a perfume que me llega me dice que es mi madre. Mi padre me libra de sus brazos y me giro para quedar enfrente de mi madre, tiene los ojos hinchados y rojos de haber llorado. Le abrazo y dejo que me susurre cosas para tranquilizarme mientras me acaricia el pelo. Mi padrastro pide al equipo de fútbol que por favor nos dejen a solas y le obedecen poco a poco se van de la enfermería. Mi madre y yo nos sentamos abrazadas en una de las camillas de la sala, mientras mis padres hablan con el director y con la enfermera. Les explica quien es el señor Wintersea y que es lo que quería hacer con el equipo y conmigo.
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Inazuma eleven: La jugadora maldita.
FanfictionAria Merodi es una cantante de ópera de renombre. A su corta edad ha cantado en las más importantes óperas del mundo para la gente más importante del mundo. Con su llegada a Japón decide unirse al equipo de fútbol del Raimon. En el mundo de la ópera...