22.

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La habitación estaba demasiado en silencio, era horrible. Solo se oian las máquinas y la respiración constante de mi padre. Las paredes eran completamente blancas, daban miedo. Entraba un poco de claridad por la ventana y se oia el ruido del viento contra los cristales. La cama estaba ocupada por el hombre que me trajo a la vida. Su mirada era de total sorpresa al verme entrar. Me acerque en silencio y me sente a su lado, en una silla.

-¿____? Dime que esto no es un sueño.-dijo agarrándome las manos.

-No, no lo es.-le sonreí.

-¡Oh! ¡Cuánto había deseado que llegara este día!-dijo levantadose, haciendo que muchos cables casi se soltaran.

-Con cuidado.-le adverti abrazandolo.

-Estas tan mayor, dios, gracias por venir.-

Note como este hombre tan duro en ocasiones se deshacia y comenzaba a llorar.

-No me des las gracias, debía venir.-susurre con los ojos llenos de lágrimas.

-Te quiero muchísimo, por favor no vuelvas a irte.

-Yo también te quiero.-

Rompi el abrazo para mirarlo a los ojos. Tenia a cabeza rodeada por una venda y un brazo escayolado. Inmediatamente me senti muy mal.

-¿Estas bien? ¿Necesitas algo?-pregunte.

-Ahora ya no.-sonrió.

Le sonreí a mi progenitor y le agarre las manos. No me había dado cuenta de la falta que hacia mi familia en mi vida. Y ahora comienzo a verlo claro, son lo mejor que hay. Comenzamos a hablar de un montón de cosas que mi padre quería contarme. Estaba tan ilusionado que casi se había olvidado de donde estaba. Me ponia nerviosa ver como movía la mano y si se podía volver a dar en la cabeza.

-Ahora quiero preguntarte algo...

Ya me imaginaba por donde iba, y aunque ese tema últimamente estaba muy presente, lo deje hablar.

-Adelante.

-¿Has encontrado a alguien con quien compartir tu vida en Los Ángeles?-dijo mirandome a los ojos, uf, gracias a dios que no pregunta por Ethan.

-No...-dije mirando mis manos, me sonroje.

-Sé que has salido con varios chicos pero, ¿de verdad ninguno a vuelto a llegar a tu corazón?

-Es difícil de explicar.-susurre.

-Puedes empezar.-dijo acomodandose en la camilla.

-No hace falta que...

La puerta nos sorprendió a los dos, me gire y me encontré con los ojos azules de Niall. Él parecía sonrojado, aunque se veía muy tierno. Le sonreí y él me guiño un ojo.

-_____ las enfermeras quieren entrar para comprobar que todo va bien.-dijo tímidamente.

-De acuerdo.- me fui a levantar cuando mi padre me agarro la mano.

-¿Con qué no, eh?-dijo con una sonrisa pícara.

-Eh no...-dije nerviosa.

-¿No me vas a presentar?-pregunto mirando a Niall, quien esperaba en la puerta.

-Papá, él es Niall. Niall, mi padre.-dije mirando a mi padre enfadada.

¿Por qué a veces me da la sensación de que quiere dejarme en evidencia?

-Encantado, señor.-dijo Niall dándole la mano.

-Eres inglés...-afirmó mi padre al oirle hablar.

-Irlandés.-sonrió el rubio.

-Encantado joven.-le sonrió mi padre.

En ese momento entraron las enfermeras y nos sacaron de allí. Volvimos a la sala de espera con mi madre y mi hermana. Ellas me preguntaron como estaba, a lo que respondi que bien. Parecía que se me había comido la lengua el gato, estaba demasiado callada. Mi móvil vibraba, eran mensajes de apoyo de compañeros de trabajo y noticias sobre mi. Tenía una notificación para cada vez que se publicaran noticias mias. Esta vez era Twitter, un link que llevaba a otra página. Entre y me sorprendido mucho al ver una foto mía y de Niall en el hospital. Antes de entrar a la habitación de mi padre. ¿Cómo podía haber llegado hay? Dios, ahora no paraban de entrar noticias de que Niall y yo estábamos juntos. Que agobio de prensa, ¿no pueden dejarnos en paz? Aunque algo en mi se alegro de que salieran esas noticias.

                            (...)

-¿Cómo esta tu padre?-preguntó Virgi cuando descolgue la llamada.

-Bien, muy contento de verme.

-Sabia que estaría contento de verte.-dijo orgullosa.

-Si, aunque ahora estoy cansada.-dije bostezando.

-No me acordaba del horario. Aquí es por la tarde.-

-Me lo imaginaba. Tu ni estarias despiertas si fuera muy temprano.

-Amo dormir.-oí su sonrisa.

-Yo quiero dormir.-dije metiendome entre las sábanas.

-¿Cuándo ibas a contarme lo de Niall?-dijo seria.

-¿El qué?-me hice la sorprendida.

-No me digas el que, sabes a que me refiero.

-Estamos comenzando.-susurre sonrojandome, aunque ella no me viera.

-Me lo imaginaba, aunque podrías habermelo dicho hace...no se...¿unos días?-se rió.

-Vamos poco a poco.-dije mirando al techo.

-Sé que le gustas, se le ve en la mirada. Y a ti también, te conozco. -¿Enserio? ¿Se nota mucho?

-Si, y ahora te tengo que dejar. Tengo reunión, matame.

-De acuerdo, hasta mañana.-me rei.

-Te quiero.

-Y yo.-

La llamada terminó, me quedé mirando la pantalla. Mi fondo era una foto mía y de Virginia. De repente la puerta me asusto. Niall entro, sin camisa. Yo me quede como una boba mirandolo, ¡es un dios!

-Estoy cansado.-susurro.

-Si, y yo.-dije tapandome con las mantas hasta la cara, me había sonrojado.

-Sabes, me alego que hayas arreglado todo con tu familia.

-Yo también.-

Él se sentó en la cama dandome la espalda. Amo que mi madre solo tuviera una habitación de invitados.

-Los chicos me han llamado, han adelantado los ensayos.-susurro acostandose a mi lado.

-¿Bueno o malo?-pregunte.

-Bueno, supongo, aunque tengo que irme mañana.

Mi sonrisa se esfumo directamente. ¿¡Qué se iba mañana!? Mierda...

-Lo entiendo.

-Bien, no quiero dejarte sola en este momento pero estoy obligado a ir.

-No pasa nada, no estas obligado a quedarte aquí.

-Bien...

-Bien...-respondi.

-Buenas noches, _____.

-Buenas noches, Niall.

Crazy Stupid Love (Niall Horan y tu) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora