Crazy Stupid Love (Niall Horan y tu) TERMINADA

64.

Ese sonido irritante otra vez...

-Noooo...-susurré con voz dormida y apague el maldito despertador.

Eran las cinco y media de la mañana, ¿qué mierda hago yo levantada tan temprano? Si seguía acostada acabaría durmiendome de nuevo y llegar tarde el primer día sería malo. Así que me levante lentamente, sentía un peso sobre los párpados enormes y tenía agujetas en los brazos de agarrarme tan fuerte ayer a la montaña rusa....Maldita montaña rusa, tuve pesadillas con ella... Niall seguía durmiendo cómo si nada, le envidiaba ahora mismo. Me fui a dar una ducha, que se me hizo larga porque casi me dejo dormir. Me puse unos vaqueros ajustados y una camisa hacían juego con mis converse. Al fin y al cabo cuando llegue allí me van a hacer cambiar de vestuario. Salí de la habitación sin hacer ruido y baje las escaleras. Me choque con Smith en el camino hacia la cocina.

-Buenos días, señorita. Es raro verla levantada tan temprano.-se burló, sabía que tenía que ir a grabar y me lo restregaba. A veces podía ser realmente malo.

-Buenos días. Veo que te has levantado muy gracioso hoy.-dije entrando a la cocina. Él se rió.

-Por las mañanas esta de mal humor.-dijo.

-Smith, ¿eres consiente de que soy tu jefa, no?-dije bromeando.

-Lo sé, lo sé.-se rió.

-¿Quién te entiende?-pregunte negando con la cabeza.

-¿La debo acompañar al estudio o me quedo con el señor Horan y su hermana aquí?-preguntó cogiendo la taza de café que le tendía.

-No lo sé, creo que no me pasará nada.-dije bebiendo café.

-Pero mi misión es protegerla a usted.

-Esto parece una peli de espías.-bromee.

-Bueno, me quedare aquí. No creo que le pase nada de aquí al estudio.-dijo seguro.

-Libertad.-dije haciendo el signo de la victoria.

-Usted es la pesada, no yo.-dijo encogiéndose de hombros.

-Eres la primera persona a la que no le da miedo meterse con su jefa....me gusta.-me reí.

-¿Quien la entiende a usted?-dijo haciendo lo mismo que yo hace unos minutos.

-Me tengo que ir, tengo que estar antes de las siete en el estudio.-dije recogiendo mis platos.

-Buena suerte, verá que los sorprende a todos con su increíble sentido del humor.

-¿Ahora me haces la pelota? Que bajo has caído.-bromee.

-Mejor sigo con la guardia o me quedo sin trabajo.-susurro y desapareció.

Salí hacia el garaje y me monte en mi Audi. A estas horas de la mañana hacia fresco y me arrepiento de no haber cogido una chaqueta. Arranque el motor e iba a salir cuando una figura se abalanzó hacia el coche.

-¡Joder, Niall! ¡Podria haberte atropellado!-grite ante la idea de haberle hecho daño, no me lo perdonaría jamás.

-Te ibas a ir sin despedirme.-dijo "enfadado".

-Volvere por la noche, además, estabas durmiendo.-dije bajandome del auto.

-¿No llegas tarde?-preguntó abrazandome, tenía frío.

-Si, pero mi marido se tiró contra mi coche sólo para despedirse de mí

-Tu marido esta loco.-dijo y me besó.

Duro lo suficiente como para que se me hiciera aún más tarde. Pero nadie se puede resistir a los tentadores labios de Niall Horan, al menos yo no.