Crazy Stupid Love (Niall Horan y tu) TERMINADA

60.

Me desperté tarde y con mucho sueño. Apenas había conseguido dormir algo de lo nerviosa que me puse. Y además Virgi no me ayudó al mandarme un mensaje de que hoy vendría a por mi respuesta. Ahora mismo me encantaría estar en una isla apartada del mundo. Todo estaba raramente en silencio, así que me levante y baje a la planta baja. Aubrey llegó gateando hasta mi y se sentó delante mia.

-Buenos días, mi niña linda.-dije cogiendola en brazos y llenándole de besos toda la cara.

Ella dijo algo inentendible y comenzó a reír. Entramos a la cocina donde Sarah cocinaba y Niall leía una revista.

-Buenos días.-dije y volví a dejar a Aubrey en el suelo.

-Buenos días, bella durmiente.-bromeó Sarah mientras seguía cocinando.

Niall no dijo nada, vale, yo también podía jugar a pasar de él.

-¿Qué taal...?-Sarah se dio la vuelta y me miro rara.

-¿Tengo monos en la cara o algo?-dije tocándome la cara.

-No, sólo que tienes ojeras y estas un poco pálida. ¿Dormiste bien?-dijo preocupada, normal en mi hermana. Ella siempre se preocupa demasiado por los demás.

-No, la verdad. Estuve revisando unos papeles.- y en cierto modo era verdad, había estado revisando miles de veces más el contrato.

-Si, ya... No deberías hacer eso, tienes que dormir tus horas.-dijo y me recordó a mi madre.

-Valee, mamá. Lo tendré en cuenta.-me reí.

-Sabes que odio que hagas eso.- dijo "enfadada".

Desde pequeñas siempre Sarah se ha parecido más a mí madre, era mucho más responsable que yo y siempre le decía mamá cada vez que me regañaba. El problema es que odia que le digan así, entonces se enfada y es peor.

-¿Hoy podemos salir?-preguntó sirviéndome el desayuno.

-Salid ustedes, yo tengo que resolver unas cosas con Virgi.

-¿Algún contrato interesante?-preguntó Sarah emocionada.

Niall se levantó de la mesa y se fue de la cocina.

-Si.-dije y seguí comiendo.

-Seguro que por eso estáis enfadados, ¿no?

-Más o menos, dejemos el tema ¿vale?

-Haz lo que te pida el corazón, _____.-me aconsejó.

-El problema es que me pide las dos cosas y no sé que hacer.

-Piensa que es lo que quieres y si vale la pena. Verás que todo se soluciona.-dijo dándome un apretón de manos, como en los viejos tiempos.

-Gracias....mamá.-dije y me reí.

-Por idiota.- me dio un golpe en la cabeza y se fue.

-Después se quejan de que soy tonta.-grité.

Se escuchó la risa de Sarah y luego nada más. Me quedé mirando a la nada, en serio que no sé que debo hacer. Me voy a volver loca. Después de desayunar me di una ducha y me vestí. Lo más seguro es que me pase todo el día decidiendo que hacer.

-¡_____ vamos a salir!-grito Sarah.

-Bien, diviertanse.-grite y me quede sentada leyendo.

Narra Niall.

Subimos al coche y nos fuimos a dar una vuelta. Sarah quería conocer la ciudad de Los Ángeles poco a poco. Estábamos en silencio, no era incómodo pero me sentía intranquilo. Desde anoche no puedo parar de darle vueltas a lo que hablamos con _____. No sé que debo hacer, si dejar que lo firme o que se quede a mi lado hasta que yo me vaya. Estoy confuso. Nadie nos dijo que esto sería fácil, y menos con los trabajos que tenemos cada uno.