Genoveva y Cayetano estaban en silencio, concentrados en pintar figuras acrílicas; Damián preparaba la cena, curioso ante la complicidad con la que realizaban unos de llaveros. Le agradaba que tuvieran ese lazo tan fuerte, estaba más que agradecido con Beba por aceptar y apoyar a su hermano incondicionalmente.
—Ya está lista la cena, dejen eso ahí, lávense las manos y vengan a comer. —Aunque aquello fue una orden, no se escuchó como tal.El primero en obedecer fue Cayetano, se puso de pie y empujó el hombro de la mujer a su lado que estaba enajenada en su labor.
—Ahorita voy, ya casi acabo —anunció sin despegar la vista, el muchacho se fue, pero Damián se acercó para echar un vistazo a lo que pintaron.
Él tenía un ligero contexto de lo que había sucedido, esperaba la hora de dormir para que su novia le pasara los detalles, así que cuando vio las figuras de acrílico una carcajada leve se le escapó.
—Este niño ya se está volviendo un hombre; no solo acepta sus errores, lo plasma en llaveros. Lo estamos haciendo bien —afirmó, sin parar de sonreír, le dio un beso en la coronilla a Genoveva y ella cerró los ojos, llena de ternura.
—Es un buen niño, siempre lo ha sido. Estos son de prueba, estamos experimentando. No toques que dañas la pintura.
—Emili, esa taza tiene comida pegada —reprendió Marcela, señalando el fregadero.—Ya sé, es la de mi papá. La dejé mal lavada para que sé de cuenta que no sirvo para esto y no me obligue a hacerlo —se mofó sin evitar la carcajada que le causaba, a cambio recibió un golpe en el brazo.
—Cochina.
—Ya estoy harta de este castigo. Me duele la espalda, las manos me pican, odio hacer comida, no me dejan salir, no me dan dinero, no me puedo llevar el teléfono a la escuela, me pierdo de los chismes...
—Y te pones mi ropa por no lavar la tuya —interrumpió la castaña, viendo la playera que su hermana tenía puesta.
—Exacto. No me alcanza el tiempo, tengo proyectos escolares, ya voy a empezar exámenes y también aprendí a hacer pay de queso. Me quedó muy rico.
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No te pago para que me insultes
Teen FictionLa popular tiene un crush con el nerd de su salón. Ella quiere su total atención y él... ¡Que lo deje en paz porque la odia! *** Cayetano no ha tenido una vida sencilla, es desconfiado y muy hermético, la única compañía que disfruta es la de sus dos...