—Las caries causan mal aliento —explicaba Iarely en el baño de mujeres, mientras sacaba su cepillo de dientes y pasta de viaje.
—Odio el mal aliento, por eso siempre traigo mentas. Como no suelo comer en la escuela, prefiero no cargar con cepillo y pasta.
—¿Te presto el mío? —bromeó Blanco, estirando la mano hacia su amiga, que soltó una carcajada tapándose la boca.
—Uy, no, con eso de que acabas de ver a tu novio el domingo, quién sabe qué tantas cosas tengas ahí. —Emilia se acomodaba unos mechones que salían de su coleta, pero Iara solo fingió una risa y evitó la mirada que la rubia le daba a través del espejo.
Esperó a que ella estuviera enjuagándose la boca para acercarse más y preguntar:
—Porque sí estuviste con Juan el fin de semana, ¿no? Esos estados y fotos con comida eran como de una cita.
—Ah, no, no vi a Jhonny... salió de la ciudad con su papá y no sé qué —explicó con prisa guardando sus cosas—. Vámonos, ¿no?
—¿Entonces con quién estuviste?
—Pff, con nadie. Tuve una cita conmigo misma. —Movió la mano para quitarle importancia al asunto e intentó irse, pero Emilia la encaró.
—¿Estuviste con Mateo? No, ¡estuviste con Mateo!
—Whatever, solo fue una tarde, no pasó nada más que algunos besos —admitió con una sonrisa, como si aquello fuese lo más común.
—¿Qué? Pero ni habla...
—Ay, no sé necesita hablar para besar, mensa.
—Amiga, que puerca. Él es todo lo contrario a ti, todo tímido y buen niño.
—Ah, de eso solo el exterior, eh. Aprende rápido y con muchas, muchas ganas. —Recalcó lo último con un suspiro y luego se mordió los labios rememorando aquella tarde.
—Iarely, eso está mal, tienes no...
—Ay, no me vengas con sermones porque no te quedan, Emili, tú y yo sabemos que no eres buena niña. ¿Te tengo que recordar que te corrieron de la escuela porque eras una abusiva? Contaste a medias la verdad. —Levantó la ceja y aquello sonó a una amenaza, misma que no le agradó nada a la rubia.
—Una cosa no tiene que ver con la otra, y a mí no me vas a intimidar. ¿Qué? ¿Vas a decirle a la gente como hice que un chico perdiera un diente al caerse en el salón? ¿Cómo le destruí la reputación a otra a base de rumores? ¿Cómo le dejé cicatrices en la cara a la pendeja que me quiso pegar? —habló acercándose a Iarely, hasta quedar a centímetros de su rostro. La morena a pesar de ser más alta, tragó saliva y giró para no estar de frente.
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No te pago para que me insultes
Fiksi RemajaLa popular tiene un crush con el nerd de su salón. Ella quiere su total atención y él... ¡Que lo deje en paz porque la odia! *** Cayetano no ha tenido una vida sencilla, es desconfiado y muy hermético, la única compañía que disfruta es la de sus dos...