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Los cuatro entraron en un cuarto oscuro, donde el único haz de luz procedía de los ordenadores que llenaban la sala. En el centro de esta, una silla de la que sobresalía la parte superior de una cabeza que portaba unos cascos. Suna fue el primero en acercarse a la persona que tecleaba con decisión una especie de códigos en uno de los ordenadores.

- Perdona - el hombre saltó en el asiento sorprendido y se dió la vuelta desconfiado mientras se quitaba los cascos - tú debes ser el hacker que nos ayudará en la investigación. Me llamo Suna, estos son Osamu, Atsumu y Kiyoomi.

- Un placer, mi nombre es Kenma Kouzume.

Una vez todos se hubieron presentado, los cuatro salieron para conocer al resto de sus compañeros. Para su sorpresa, y agrado de Atsumu, Oikawa también había sido reclutado para el caso. Atsumu y Oikawa se volvieron mejores amigos debido a que tienen personalidades similares.
También conocieron a otros investigadores centrados en asesinos seriales.

- ¡ES UN PLACER CONOCEROS! ME LLAMO BOKUTO KOTAROU - los cuatro se estremeceron al escuchar a su nuevo compañero mientras rezaban porque no fuera todo el rato así - ESTOY EN El DEPARTAMENTO DE ASESINOS SERIALES.

- Yo me llamo Semi, es un placer. Perdonad su actitud, está muy emocionado de poder ayudar.

Los cuatro acabaron de presentarse y fueron a sus puestos para empezar la investigación. Antes de que pudiera sentarse, a Atsumu le llegó una notificación de Kuroo avisandole ve que llegaron los resultados de la autopsia.

- Como pensábamos no ha habido agresión de tipo sexual. Tampoco hemos encontrado signos de violencia fuera de las puñaladas, por lo que la víctima tenía que conocer al agresor. No hemos podido conseguir ningún resto de ADN, por lo que seguramente llevaría guantes. Se tomó su tiempo para limpiar la escena.

- ¿ A qué hora falleció?

- Eso es algo que me extraña, según la autopsia falleció sobre las cinco de la tarde. Me parece demasiado arriesgado, aún había luz podrían haberlo visto perfectamente.

- En realidad no - ahora el centro de atención era Atsumu - una vez cada mes o cada dos cierran el parque para ocuparse del mantenimiento así que podría haber entrado perfectamente infiltrandose como uno de los trabajadores, y como normalmente usan camionetas mover el cuerpo habría sido pan comido.

- Ha estado mucho tiempo planeando esto.

- Voy a llamar a Kenma.

* Llamada entre Suna y Kenma *

- ¿Si?

- Soy Suna, ¿podrías conseguirnos las imágenes de las cámaras del parque XXXX del día XX/XX?

- Dentro del parque no existen cámaras, pero hay un par en la única entrada. Dame una hora.

- Bien, gracias.

* Fin de la llamada *

- Ya tenemos las imágenes, ahora deberíamos ir a hablar con los familiares. Oikawa, ¿has encontrado algún testigo?

- No, la única persona que pasó cerca del parque por la zona horaria fue una mujer. Se ofreció voluntaria para hablar con la policía, pero no tiene información valiosa.

- Deberíamos contactar con la empresa de mantenimiento y pedir una lista de los trabajadores que estuvieron en el parque.

- Oikawa y yo deberíamos ser los que hablemos con los familiares. Tenemos más tacto.

El grupo se les quedó mirando con desagrado pero acabaron asintiendo al ver que tenían razón. Mientras que Atsumu, Oikawa y Bokuto fueron a hablar con la familia de la víctima; Suna, Osamu, Kiyoomi y Semi se dirigieron a la empresa de mantenimiento.














- Ahora que estamos solos tú y yo, quiero contarte algo.

- Estamos con Bokuto, pero como quieras.

- No creo que diga nada, eso sí si llegas a hacerlo no volverás a vel la luz del día - Oikawa le dedicó una sonrisa terrorífica a un asustado pero curioso Bokuto - bueno, ya conocéis a nuestro nuevo jefe Iwaizumi, no? - ambos asintieron - pues resulta que me acosté con él, y pensando que iba a ser un ligue de una noche, me fuí del hotel antes de que despertara habiéndole dado un nombre falso.

Los otros dos que escuchaban atentamente no pudieron evitar soltar una carcajada mientras Oikawa se tapaba el rostro con las manos debido a la vergüenza.

- Yo no creo que sea algo tan malo - Bokto tenía una mano en la perilla en actitud pensante - sólo significa que estábais destinados a encontraros.

- Gracias, pero no. No quiero volver a enamorarme.

- Kawa, a mí también me han roto el corazón, pero nunca me cierro al amor. Esto parece algo más que una coincidencia.

El resto del camino se la pasaron en silencio, pensando en cómo deberían hablar con los familiares de la víctima.

Criminal mindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora