XXVIX

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Afortunadamente, una semana después de la cita entre la pareja y el sospechoso encontraron otro cuerpo, pero los inspectores decidieron esperar hasta que saliera el informe forense, para saber si era un caso reciente o había pasado hace ya tiempo.

- Bueno chicos, el informe forense dictamina que la víctima fue asesinada hace dos días así que podemos decir que ninguno de nosotros es el asesino.

- A menos que alguno de nosotros tenga un cómplice.

- ¡Kenma!

- Que es broma.

La risa de los inspectores no duró demasiado ya que no querían perder más el tiempo en atrapar a ese maníaco. Pero aunque Shuu pareciera culpable, necesitaban pruebas feancientes que acreditaran que era el asesino. Empezaron revisando su test psicológico de la policía, el cual se les hace a a todos los futuros oficiales antes de entrar en la academia y antes de entregarles la placa; pero a menos que hubiera pagado para que lo cambiaran, sus resultados no mostraban ninguna posible psicopatía ni nada fuera de lo común.

- Es imposible, no encontramos nada.

- Podríamos centrarnos en las víctimas. Los asesinos suelen elegir a sus víctimas porque tienen un rasgo específico que les recuerda a alguien, normalmente a la imagen autoritaria que abusaba de ellos cuando eran pequeños, a lo mejor eso nos da una pista.

- Lo único que podríamos tener en cuenta es la edad de las víctimas, ya que están dentro de un rango específico, pero fuera de eso no hay nada más que tengan en común. El que las víctimas también sean masculinas y femeninas no nos ayuda a delimitar nada.

- Eso es mentira - Kuroo logró llamar la atención de sus compañeros - gracias a los análisis que perpetramos en las víctimas podemos ver que trata a las mujeres de forma diferente. En todas las víctimas femeninas hemos encontrado algún hueso roto y en los restos de piel que pudimos recuperar vimos marcas de hematomas, por lo que sabemos que las pegaba. En cambio, los cuerpos de sus víctimas masculinas podríamos decir que, en ese aspecto, estaban impolutos.

- Entonces podríamos buscar algún resquicio de ese abuso por parte de su madre. Iwaizumi- san, Tooru, en la próxima cita que tengáis intentad sacar el tema de los padres, a ver si hace algún gesto de disconformidad al mencionar a su madre.

- No será fácil, si aún no hemos podido encontrar nada incriminatorio es que lleva mucho tiempo limpiando su expediente, cada mísero detalle para poder asesinar a sus anchas. Pero el que se haya enamorado de Iwaizumi y de Tooru puede que no forme parte de sus planes, podríamos aprovecharlo.

- Ey chicos, he vuelto ha revisar la información de las víctimas y hay algo que hemos pasado por alto. Todas las víctimas tenían los ojos verdes. Bueno, excepto una chica que tenía los ojos castaños con algo de verde.

- Kenma, podrías poner en la pantalla principal las fotos del rostro de esa víctima, que sacaron los forenses. Hazle zoom - el rubio se acercó a la pantalla - aunque no puedo verlo muy bien, es probable que esta chica llevara lentillas en el momento de su asesinato y eso no le gustó nada.

- ¿Y cómo sabes eso?

- Esta chica es la víctima que encontramos en el peor estado. Como podéis ver en estas imágenes, solamente en su rostro la chica tenía treinta y dos hematomas y doce cortes, además de que los que se llevaron la peor parte fueron sus ojos. Podríamos preguntarle a alguna amiga cercana si las llevaba o no, las chicas no suelen ir a una cita sin hablar antes con una amiga, ya sea para pedirle alguna opinión a cerca de su "look" o a manera de aviso, por si les pasa algo.

- Bien, nos dividiremos en dos grupos. Un grupo estará monitoreando la próxima cena que tengan Iwaizumi e Oikawa con Shuu, y el otro irá a hablar con alguna amiga de la víctima y a recuperar el móvil de la víctima, a lo mejor encontramos algo. Acabemos con esto.

Criminal mindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora