XXXI

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- Has hecho bien tu trabajo, puedes irte...

- Me prometiste que esta sería la última vez, no puedo seguir haciendo esto [...]. No vuelvas a llamarme porque no obtendrás respuesta ...

- ¡CÁLLATE! ¿¡CÓMO TE ATREVES A REPLICARME DESPUÉS DE TODO LO QUE HE HECHO POR TÍ?!

Oikawa fue el primero en ir recobrando el conocimiento pero, al escuchar esta conversación, decidió fingir que seguía dormido, al menos hasta que pudiera asegurarse de que Iwaizumi también estuviese despierto.

La pareja de voces salió de la escena, pero Oikawa esperó unos segundos antes de abrir por fin los ojos. Su primer pensamiento fue alcanzar el GPS que llevaba del cual parpadeaba una lucecita roja, lo que indicaba que estaba funcionando pero que su conexión era extremadamente débil. Chasqueó su lengua y volvió a esconder el aparato entre sus ropas, intentando moverse lo menos posible. Unos momentos después, pudo escuchar unos leves gruñidos que procedían de Iwaizumi.

- Iwa, Iwa-chan despierta.

- ¿Tooru? ¿Qué está pasando? ¿Dónde estamos?

- No lo se, pero mi GPS no está funcionando demasiado bien así que tendremos que estar a más de 50 Kilómetros del cuartel. No se oye ningún coche, así que estaremos en un lugar apartado, puede que en medio de un bosque.

Ambos se incorporaron lentamente, temiendo que esto pudiese alertar a sus secuestradores. Al mirar a sus alrededores quedaron sorprendidos. Se encontraban en una habitación repleta de lujos, al mirar por la ventana verificaron su hipótesis ya que lo único que podían ver eran las copas de los árboles. Iwaizumi intentó levantarse de la gran cama en la que se encontraban, pero algo se lo impidió. Abrazando su cuello tenía un collar, similar al de un perro, del cual emanaba una cadena que acababa en la pared. lo que más les sorprendió a ambos es que Oikawa no tenía ningún tipo de retención.

- Sé lo que estás pensando, que ni se te ocurra. Es demasiado peligroso que vayas tú solo, según dijiste escuchaste dos voces y a saber cuantos esvirros tendrán si pueden permitirse tanto lujo.

- ¿ Y qué hacemos? ¿ Esperamos a que vengan a rescatarnos? La señal es demasiado débil, para cuando consigan localizarnos puede que sea demasiado tarde-

- ¿Estáis despiertos?

Ambos se giraron para ver a Shuu apoyado en el marco de la puerta, pero se le notaba distinto. El Shuu que conocían nunca usaba nada que llevar a un logo caro en él, pero el hombre que los miraba con una sonrrisa socarrona llevaba una corbata plagada de logotipos. Ese no era el Shuu que conocían.

- Espero que mi inútil hermano no os haya dando mucho la lata, a veces habla demasiado y nunca sabe como callarse.

- ¿Quién eres?

- ¡Oh! Perdonad mi insolencia. Mi nombre es Kira, soy el hermano gemelo de Shuu - ahora sí que encajaba todo - siento mucho que tengáis que pasar por esto, pero todo esto es culpa de mi hermanito. ¿ Sabéis? Él está muy enamorado de tí, pero no puedo permitir que nadie me quite a mi hermanito.

- ¿A qué te refieres con "enamorado de tí"? ¿A qué te refieres con eso?

- ¿Es que no lo entiendes? A mi hermanito solo le gusta Iwaizumi, así que tú te vas a quedar con Shuu y yo me quedaré con Oikawa para... Bueno, vosotros ya sabéis lo que les hago a mis víctimas.

Dicho esto, agarró del pelo a Tooru y lo arrastró fuera de la habitación donde les esperaba Shuu apoyado en una pared cabizbajo. No pronunció palabra mientras Oikawa le rogaba que le ayudara, que pensara en todos los "buenos" momentos que pasaron juntos. Lo último que pudo ver antes de perder el conocimiento fue la sonrisa socarrona que le regaló antes de entrar a la habitación donde se encontraba Hajime.





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