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A Oikawa no le llevó mucho tiempo guiar al hombre hasta un callejón, lejos de miradas ajenas e imposibilitando cualquier vía de escape. Atsushi puso al inspector contra la pared y fue acercándose lentamente para consumar un beso, pero antes de que pudiera besarlo, Oikawa lo puso mirando a la pared y sacó sus esposas.

- Queda detenido como sospechoso del secuestro y asesinato de 23 niños. Todo lo que diga puede ser utilizado en su contra en un juicio. Tiene derecho a permanecer en silencio y a llamar a su abogado; si no tiene, se le adjudicará un abogado de oficio. Por favor, acompáñenos sin oponer resistencia.

- ¡Espere! ¡Esto es un error, yo no he hecho nada de eso!

- Tranquilícese, si resulta ser inocente se le soltará enseguida y se le dará una indemnización. Por el momento solo tiene que acompañarnos y responder a nuestras preguntas. Si es inocente, esta es su oportunidad de demostrarlo.


De vuelta en el cuartel, esposaron a Atsushi a la mesa de una de las salas de interrogatorios, por precaución, y se reunieron en la sala contigua observando al sospechoso por la parte no visible del falso espejo, esperando a los oficiales locales. Cuando hubo llegado Konoha empezaron a delimitar una estrategia para utilizar durante el interrogatorio. El primero en hablar fue Tendou.

- Seré yo el que le interrogue, soy el que tiene más experiencia tratando con este tipo de criminales. Wakatoshi entrará conmigo como aporte ya que también tiene experiencia al hacer interrogatorios; también es fuerte así que no tendrá problema en retener al sospechoso en caso de que se ponga violento.

- Me parece bien.

- Quedamos así entonces, avísenos cuando Kenma y Shirabu hayan acabado de investigar al sospechoso. Vamos, Wakatoshi- Kun.

- Sí.

Al entrar pudieron notar lo tenso que se encontraba Atsushi, dándoles más esperanzas de que sea él el culpable para acabar con aquel terrible caso. Pero aún no tenían pruebas, por lo que decidieron centrarse en lo que les tocaba ahora, el interrogatorio.

- Hola, mi nombre es Tendou Satori y este es Ushijima Wakatoshi del departamento de análisis de conducta. Nos han mandado a hacerte algunas preguntas. Antes que nada, ¿le gustaría un vaso de agua o un café?

- Un vaso de agua estaría bien.

- Bien, Wakatoshi, ¿podrías traerle un vaso de agua?

- Sí, enseguida.

- Gracias.

El hombre salió de la estancia mientras las miradas de sus compañeros lo seguían. Se extrañaron al ver aquella escena ya que los inspectores estaban acostumbrados a métodos más violentos. El que más estaba perdiendo los nervios era Sakusa.

- ¿Qué coño está haciendo?

- En este tipo de casos, donde no hay pruebas concluyentes, lo mejor es tratar al sospechoso con calma y con amabilidad para evitar que se cierre en banda y no podamos volver a hablar con él hasta el día de su juicio.

Cesaron los murmullos cuando Ushijima hubo entrado de nuevo a la sala de interrogatorios, vaso de agua en mano. Se lo entregó con cuidado a Atsushi, que le dio un buen sorbo. Tendou esperó a que terminara para empezar a hablar.

- He leído tu expediente y pareces un buen chico - aquel comentario hizo que los ojos del hombre se iluminaran de esperanza - me gustaría pensar que no eres tú, pero necesitamos encontrar a ese monstruo como sea, y eso también implica tener sospechosos.

- Lo entiendo perfectamente.

- ¿Se siente preparado para comenzar?

- Eso creo...

- Empecemos con algo fácil. Voy a leer en voz alta su información personal y cuando acabe me dice si es correcto o no.

- Entendido.

- Bien. Atsushi XXXX, 25 años, nacido aquí pero con residencia actual a las afueras de Tokio. Graduado en comercio internacional como estudiante modelo. Aquí residen tus abuelos y tus padres, los cuales son los que actualmente se están haciendo cargo del negocio familiar. ¿Es correcto?

- Así es.

- Entonces, teniendo un futuro tan prometedor en Tokio, ¿qué haces aquí?

- Ya se lo he dicho, he venido por un asunto familiar.

- Necesito que me des más detalles, sino no podré creerte - Atsushi se quedó callado, deliberando internamente en si decir la verdad - por favor, Atsushi, no tenemos tiempo que perder. Si tu resultas ser inocente, eso significa que ese monstruo sigue suelto.

- ...está bien. Como ya sabrán de sobra, soy gay. Ningún miembro de mi familia lo sabe, a excepción de mi hermana. Mi familia le dio la espalda a mi hermana después de que les dijera que era asexual, pensando que nunca podría tener descendencia cuando existe la adopción. He mantenido en secreto mi sexualidad durante años, pero no puedo soportar que a mi hermana la repudien y a mi me halaguen cuando pertenecemos al mismo colectivo. Volví a este maldito pueblo para decirles la verdad y cortar los lazos entre nosotros para siempre.

- Pero si solo viniste para eso, ¿por qué a mi compañero le dijiste que eras cartero?

- Porque noté que no era de aquí y me inventé una excusa para que pensara que vivo aquí. .

- Pero el inspector Konoha ha verificado que se le ha visto en varias ocasiones conducir una camioneta de correos en estos últimos días.

- Tengo un amigo que vive aquí que trabaja como cartero que me pidió si podría sustituirlo para que el pudiera irse de viaje con su novia. Pueden corroborarlo si quieren, se llama Mitsuki, supuestamente tendría que llegar mañana, pero seguramente el inspector Konoha sepa de quien estoy hablando.

- Bien, lo verificaremos. Hagamos un descanso de diez minutos. Si necesita algo háganoslo saber.

- Disculpe... ¿podrían no decirle a mi familia sobre mi sexualidad?

- Por supuesto.

Tendou entró a la sala contigua exhausto, aunque llevara ya echos cientos de interrogatorios, nunca lograba acostumbrarse. Los inspectores empezaron a hablar sobre lo que harían a continuación cuando Kenma y Shirabu entraron estrepitosamente en la sala.

- ¡Chicos, nos hemos equivocado! Acaban de encontrar más cuerpos.





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