Criminal minds

VI

Durante el viaje a la cafetería no cruzaron palabra. Kiyoomi estaba muy ocupado pensando en el caso para percatarse de las miradas que le dedicaba el rubio de vez en cuando, que una vez más, pensaba en lo atractivo que era.

- Oye Miya - Atsumu miró rápidamente al frente por miedo a que su compañero viera como lo miraba - ¿por qué crees que hay víctimas que no querían irse pero acabaron desapareciendo?

- No te responderé hasta que me llames por mi nombre - el falso rubio le regaló una sonrisa socarrona que hizo sonreír al más alto, pero al llevar una mascarilla, no se podía ver.

- Está bien, Atsu

- Me gusta el apodo, Omi. Creo que en realidad sí que se querían ir pero les atraparon antes de que pudieran escaparse.

- Puede que en algunos, pero he investigado a las víctimas y había varios que no querían irse pero sus familias los reportaron como desaparecidos porque los llamaban todos los días.

- Entonces tuvieron que ver algo que no tendrían que haber visto y no quisieron arriesgarse a ser descubiertos. la cosa es ¿qué es eso que no deberían haber visto?

El más alto se quedó mudo, pensando en la respuesta. Al entrar en la cafetería se encontraron con que eran los únicos presentes. Eran casi las 8 de la noche, así que muchos ya se habían ido a casa.

- Creo que quedan un par de ramenes instantáneos, ¿quieres que te prepare uno?

- ¿ Por qué harías eso?

- Porque sé que le tienes fobia los gérmenes y no quiero que estés incómodo.

A Sakusa le sorprendió lo dicho por su compañero y su corazón empezó a acelerarse, siempre lo había   encontrado muy atractivo pero su personalidad muy molesta, pero ahora lo estaba viendo en una luz diferente.

Atsumu inclinó su torso hacia delante para buscar en uno de los estantes de abajo. Kiyoomi no pudo evitar observar el trasero de su compañero y en pensar cosas indecentes que podría hacer con él.

- ¿ Vas a querer, sí o no?

- ¿Eh?... Sí...

Oikawa miró detenidamente a los hombres que se dirigían hacia la cafetería. Podía notar perfectamente la tensión que había entre los dos, pero decidió no involucrarse.

- ¿Qué? ¿También quieres ir a la cafetería?

Oikawa e Iwaizumi estaban sentados al final del todo. El primero tenía la cabeza sujeta por uno de sus brazos, mientras que el segundo se había inclinado un poco a este.

- No, no quiero encontrarme a esos dos comiéndose la boca.

Volvió su mirada a los documentos que estaban esparcidos por la mesa mientras sentía la mirada de su jefe puesta en él, el cuál empezó a acariciar su mano.

- ¿ Por qué no quieres darme una oportunidad?

- Ya lo he dicho, no busco una relación.

- Si tienes miedo a perder tu trabajo no te preocupes, a los de arriba eso no les interesa.

- No es por eso.

- ¿Tienes miedo de volver a enamorarte? - Oikawa paro en seco lo que estaba haciendo al ver que lo había adivinado - a todos nos han roto el corazón alguna vez, pero no debería ser un impedimento para que seas feliz.

- Usted no me conoce, no sabe lo que he pasado.

Oikawa salió de la sala en dirección al baño, seguido de cerca por Bokuto que los había estado observando desde que habían empezado a hablar.

- ¿ Estás bien?

- Sí, necesitaba refrescarme un poco, es todo.

- Sólo te lo voy a decir esta vez por tu bien, no sé por lo que hayas pasado en tus relaciones pasadas, pero si llegas a enamorarte quédate con esa persona, si al final no resulta nosotros estaremos a tu lado para apoyarte.

Bokuto salió del baño para dejar a Oikawa tiempo a solas. Cuando por fín estuvo solo, dejó que las lágrimas salieran. Auque seguía algo escéptico estaba decidido a ser feliz.