III

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Oikawa entró en el despacho de su nuevo jefe algo escéptico. Aunque no pensaba que le fueran a despedir, no podía estar completamente seguro de ello.
Al entrar, se encontró con Iwaizumi revisando los documentos relacionados con la investigación, al ver entrar al más alto los dejó de lado y empezó a observarlo con una media sonrisa.

- ¿Quería verme?

- No hace falta que seas formal cuando estemos solos - Hajime se levantó de su asiento y se acercó a Tooru - ya tenemos confianza.

- No me gusta mezclar mi vida personal con mi trabajo, así que si no va a querer hablar sobre la investigación me gustaría seguir con lo que estaba haciendo.

Iwaizumi se sentó en su mesa y cruzó los brazos. Oikawa empezó a sonrojarse debido a su mirada, debido a esto giró su rostro mientras intentaba tapar con una de sus manos su sonrojo.

- Siéntate, hablaremos durante un momento y luego hablaremos sobre el caso, ¿sí? - Oikawa asintió levemente y se sentó en uno de los sillones que se encontraban delante de la mesa - sólo quiero saber, ¿siempre te vas así sin avisar?

- Sí, cuando voy a un bar sólo busco un lío de una noche.

- ¿Pero no te quedas ni aunque te interese la persona?

- No.

- Tampoco me diste tu nombre real.

- No quiero que se enteren que soy oficial. Como ya dije, no me gusta mezclar mi vida personal con mi trabajo.

- Pero ahora que nos vamos a ver todos los días, Soy algo más que un ligue de una noche.

Oikawa se quedó petrificado, su jefe le estaba insinuando tener una relación. Para Iwaizumi, la cara de Oikawa le parecía extremadamente atractiva y ahora que no estaba prestando atención pensó en robarle un beso. Antes de que pudiera acercarse, Kiyoomi pidió permiso para entrar.

- ¡ Pase!

- Atsumu ha encontrado algo.

Atsumu y Oikawa estaban sentados mientras que Kiyoomi e Iwaizumi estaban parados detrás suya, reclinados hacia delante para poder ver la libreta. Inconscientemente, ambos habían puesto sus brazos en la mesa, atrapando a los hombres que estaban sentados, pero estos estaban demasiado enfocados en resolver el caso.

- ¿ Qué quiere decir que no está solo? ¿Será parte de una secta?

- Podría ser, pero suena como pensara que él y su grupo fueran las víctimas, pero la pregunta es, ¿de qué?

- Tiene que ser de alguien de la familia.

- Pero ya hemos investigado a la familia y no hay nada sospechoso. Son gente humilde con trabajos normales.

- Tendremos que volver a investigarlos, pero lo haremos mañana. Ya es muy tarde, volved a casa y desansad lo más que podáis.

- Yo ya no puedo - los tres miraron a Kiyoomi - el último tren ya ha pasado hace bastante.

- Puedes quedarte con Atsumu. Vive cerca, además sois compañeros. No te importa, ¿verdad Atsumu? - Oikawa le había dado un codazo a su mejor amigo mientras que este lo insultaba por lo bajo.

- No tienes por qué hacerlo si te sientes incómo-

- No, tranquilo, puedes quedarte. Total vivo solo.

Kiyoomi se limitó a asentir levemente y siguió al falso rubio hasta su coche. Una vez que se fueron, Oikawa por fin se dió cuenta de que estaba atrapado entre los brazos de Iwaizumi. Este apoyó su cabeza en la del castaño, y empezó a acariciar una de sus manos.

- ¿Podría dejarme ir? Me gustaría descansar algo.

- Claro.

Tan pronto Iwaizumi se alejó, Oikawa recogió rápidamente sus pertenencias y salió pitando en dirección a su casa.

Criminal mindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora